Un amor sayayin (Goku x Caulifla)

Capitulo 44

- señorita caulifla, es hora de irnos... - ella volteo a verlo por última vez, le hacía daño el observarlo, el ver en su rostro una expresión de sufrimiento dibujarse mientras varias lágrimas caían sin pena ni gloria de sus ojos, arremetiendo aún más en contra de su consciencia

Pero que se suponía que debía hacer? Ir con el y vivir una vida de completa tortura aún sabiendo que no iba a poder recuperar todo lo que perdió en ese día aún con el a su lado? No podía, ella misma no podía permitirselo, lo único que quería hacer... Que necesitaba hacer... Era irse... Irse de él... De todos los que alguna vez fueron como familia para ella...

Y vivir con él único tormento que le quedaba... El cual estaba dentro de ella misma creciendo lentamente a cada minuto que pasaba...

- estoy haciendo lo correcto... No es así vados?... - en su mente ella misma estaba cuestionando sus acciones, y a su vez era ésta la que le decía que se alejara lo más rápido posible de todo ese lugar

- señorita caulifla... Cualquier cosa que le diga seria mentira a excepción de una... Y es que todo lo que usted haga... No va a servir para poder calmar todo el dolor que está sintiendo... Solo el tiempo será capaz de cerrar la enorme herida que usted posee... - su cabeza estaba apuntando hacia el suelo, solo daba a entender su inconformidad, su sufrimiento que debía soportar constantemente a partir de ahora

Y que se iban a volver aquellos días monótonos de los cuales tanto renegaba en su momento, y que ahora deseaba tener aunque sea unos minutos de ellos, y olvidarse de todo lo malo y complicado que habría en torno a ella

- vamonos vados... - ambas partirian de aquel lugar, dejando solamente una estela de luz y el alma destrozada del sayayin que ahora estaba incompleto, al igual que la sayayin que estaba con destino hacia su hogar, pero sin rumbo fijo en su vida...

Durante todo el viaje ella parecía perdida, como una pequeña niña que aún descubría las maravillas en su alrededor, solo podía observar las estrellas pasrr igual de rápido que los recuerdos dolorosos por su mente tratando de escapar de su cabeza incesantemente, era lo único que podía hacer, solamente dirigir su mirada hacia la nada misma, reflejándose en ese mismo vacío que habría adelante de ella, para darse consuelo a sí mismo y tratar de pasar aquel trago amargo que cada vez parecía más eterno y que poco a poco la hacía ahogarse en el y perderse en el

Aquellos segundos en su mente se convirtieron en minutos... Luego horas... Hasta por fin haber llegado, su hogar, el sitio al cual siempre perteneció y nunca debió de haberse ido

Salada...

Todo el paisaje era deprimente, totalmente desolado, varias casas estaban deshabitadas y con señales de querer derrumbarse, dando a señalar que pocos sayayins eran los que habitaban este planeta, y que muchas cosas habrían cambiado por esos lugares

- las super esferas estarán en uso dentro de 5 meses... Quiero que piense detenidamente lo que vaya a decidir sobre... Aquella criatura que usted lleva dentro suyo... - caulifla solo atinaria a levantar su mirada hacia el rostro de la angel, no quería hablar, no quería estar así, no quería respirar más, no quería existir

Solo quería parar... Parar todo lo que a ella la atormentaba y poder descansar porfin...

- señorita caulifla... Nadie sabe lo fuerte que es realmente..
Hasta que no tiene otra opción que solo ser fuerte... Lo único que le queda a usted es el descubrimiento de que tan lejos puede llegar su fuerza... -

Era lo único que podía decir la ángel, unas simples palabras de consuelo hacia la sayayin, no podía ayudarla, su sufrimiento era algo tan profundo que nadie podría quitárselo, y lo único que le quedaba como dijo ella, era el ser fuerte y no agachar la cabeza ante todo lo que la abrumaba en aquella realidad de la que ella no se sentía perteneciente...