Mi ancla, Mi cielo.

Parte 2

Como cualquier otro día en la secundaria mi amiga Harlem y yo caminando por el patio en hora de receso (nuestro único break, pff). Cuando de pronto lo vi, ahí. Caminando con otro adolescente, me sorprendí al notar que radiaba con una sola sonrisa, no sé que porque lo miraba. Harlem al percatarse de lo que me distraía de la plática que manteníamos siguió mi vista, también se sorprendió más no como yo y se le dibujo una sonrisa en su rostro. Dijo:

-Se llama Abraham y es un año menor que tú, no te hagas muchas esperanzas.

-¿Como? ¿Un año? ¿Menor? Dios, parece por lo menos dos mayor que yo... ¡Uau!

-Pues si es menor, es amigo de Guillermo, ¿No lo conocías?

-¡Claro que no! ¿Me has observado segura?

-Claro, pero creí, bueno ya sabes... siendo tan amiga de Guillermo pues, no creí que no conocieras a su mejor amigo…

-¿What? ¿Es enserio? ¿Su mejor amigo? Ok. Perfecto, me pagara caro esto, tener un mejor amigo como él… y no presentármelo... arg ¡Es un pecado!

-Haha, tranquila So, solo dile que te lo presente y listo.

-No es tan sencillo Harlem, si no me lo presento antes es por algo- comente- mejor, hay que hacerlo por nosotras mismas... -la mire- ¡Sí! Hay que saludarlo, no me niegues que a ti también te atrae ¿Por lo menos un poco?

-Arg,  ¿Sabes que a veces eres desesperante no, So?

-Obvio, pero así me quieres y así me haces caso, cariño-Contra-ataque- Vamos que tengo la intención de conocerlo hoy.

Y así tratamos de cruzarnos con él, pero resultaba difícil, era como... como si no quisiera coincidir con nosotras ¡Arg! Terminaron las clases y nosotras no habíamos conseguido hablarle, asdfghjklñ,  ¡Aj!

Al caminar a la salida lo vi, nuevamente, solo que esta vez no estaba acompañado de un chico si no de una chica –pff– tal vez su novia, me quede parada observándolos hasta que ella se fue de su lado y en ese instante cuando se quedo solo y había juntado mucho voluntad, había dejado de lado la vergüenza y no sé cuantas cosas más que sentía en mi interior,  alguien me llamo desde atrás…

-¡So! ¿Qué crees? Me he enterado que es soltero…-Gritaba mi amiga en lo que corría hacia mí.

-¿Enserio? Lo vi despidiéndose muy cariñosamente de esa chica que va saliendo por la puerta principal- y antes de que yo pudiese detenerme a pensar siquiera lo que diría las palabras había brotado de mi boca como una flor en primavera. ¡Arg!

-¿Estás celosa, So?- me preguntó Harlem con una mirada que dejaba claro que me estaba pillando haciendo algo malo. Pero no es malo ¿O sí? No, no lo creo.

-Claro que no Harlem, tampoco sufro de celopatía o alguna cosa de esas, siquiera lo conozco y tú quieras que tenga celos. ¡Ja!

-A ver, tranquila So, era solo un tipo de comentario-¡Ja, claro! para ti—pensé.

-Bueno me largo de la prisión soy libre al fin y no pienso quedarme más aquí, ¿Vienes conmigo hoy?- Pregunte mientras me ponía en marcha, mi padre vendría a recogerme y seguramente ha de estar enojado, me he tardado bastante.

-Claro-Dijo y avanzamos hasta mi padre luego nos fuimos a mi casa y así se paso el día… Mi primer día… mi primera vez… mi primer amor… me gustan las primeras veces, la verdad.