Prologo.

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- Solo me usaste, a mí, aun agente del FBI. - dijo, podía notar la decepción en su voz.

- Mira, te diré una cosa. - me enderece sobre la silla de terciopelo, tome mi copa y hable. - La ciudad es mi tablero, la gente mis fichas, y tu solo eres mi peón, y yo soy la reina, la jugadora, la puta ama del juego, y este juego está por terminar. - dije, tome un sorbo de mi copa, despeje la mirada del vino y lo mire a los ojos, el me miraba con despreció. - Eso quería, mírame de esa forma, de la cual tu miras a todos, créete superior, pero mírate ahora, ahora tu estas rebajado, y yo soy Dios en estos momentos.

Una sonrisa se me escapo, mi cara seria ya no estaba, ahora sabia que significaba esa sonrisa.

Amor, la única regla era no enamorarse, pero la rompí, pero si lo tenia aquí, significaba que el estaría a salvo.

Borre mi sonrisa y puse una cara seria. - Y ojala algún día en tu futuro perfecto, te des cuenta de que yo te ame, mucho mas de lo que te imaginas, y un poco mas de lo que merecías. - deje mi copa sobre la mesita, me pare y alise mi vestido, camine hacia el. - Solo recuérdalo, pero no me recuerdes a mi, porque yo en ese futuro no existiré. - Bese suavemente su frente, el no se aparto, me aleje y camine a la salida antes de salir por la puerta hable. - Te ame y te extrañare, Morgan Gates. - y con esas palabras, Sali, pasara un tiempo, ese tiempo seria toda mi vida, jamás volvería, pero sabia que al menos ame a alguien con tanta locura.

Camine por el pasillo, mis tacones resonaban.

Todo esta bien. Esta bien. Note preocupes, con el tiempo le dejara de doler y la herida se curara.

Mama, cumplí mi promesa, te prometí que me enamoraría de alguien perdidamente, y así fue, pero no éramos el uno para el otro, al menos no en esta vida.

HASTA QUE LA NIEVE CAIGA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora