Parte unica.

672 80 31
                                    

Si no logras comprender bien la historia es porque probablemente no has leído el otro lado de la historia, si entras a mi perfil puedes verla, su nombre es "Dark"

Jeno recordaba la primera vez que tuvo sexo con Renjun, ese día sin duda había sido horrible; todo el día Mark estuvo con que Renjun se le confesaría un día de esos, pues según él 'lo miraba como adolescente enamorada', y él se negó a aceptarlo y solo reía, siempre pensó que Renjun no echaría a perder la amistad que habían estado creando esos meses. Pero al parecer se equivocó, era alrededor de las ocho cuando escuchó la puerta de la habitación, al salir para ver quien era se encontró con el pequeño cuerpo de Renjun parado frente a él.

"¿Sucede algo?" Preguntó mientras cerraba la puerta tras él y salía.

"Yo... Jeno, me gustas mucho y..." La risa de Jeno impidió que Renjun siguiera hablando, no entendía que ocasionaba tanta gracia. Sin duda para Jeno eso había sido bastante divertido, era una coincidencia que Mark no dejara de molestar con eso y justo ahora Renjun venia a 'confesarse', estaba a nada de preguntar cuanto le había pagado, sin embargo, se detuvo al ver el rostro de Renjun, conocía esas expresiones, estaba a nada de llorar, no no, la había cagado.

"No bromees así", Jeno tomo la mano de Renjun para poder llevárselo de allí, lo que menos quería es que Mark se diera cuenta que había acertado o se lo encarara todo el tiempo.

Mientras cruzaban los pasillos camino a la habitación de Renjun, Jeno escuchó constantemente los sollozos de éste, haciéndolo sentir mal por haberse reído. Una vez afuera de la habitación, Jeno estaba por despedirse cuando Renjun se abrazo con fuerza a él, pidiéndole que no se fuera y se quedara un rato más. Un suspiro salió de sus labios para terminar aceptando, adentro lo acompañó hasta su cama para pedirle que durmiera. No supo cómo pasó exactamente, pero Renjun se había abalanzado hacia él, haciéndolo caer sobre la cama mientras frotaba continuamente su trasero sobre el miembro de Jeno, ocasionando así la razón por la que Jeno se quedó más rato del esperado con Renjun allí.

El día después, Jeno evitó a toda costa a Renjun, la realidad era que no quería ocasionarle ningún tipo de esperanza con lo que había pasado la noche anterior, Jeno no estaba en busca de pareja por el momento.

Ni siquiera había pasado una semana cuando Jeno estaba parado frente a la habitación de Renjun, había tenido un mal día y estaba súper cansado por la práctica que había tenido esa misma tarde. Estaba entre tocar y poder pasar un rato con él, o irse de allí y no volverle a hablar nunca. Como si Renjun hubiera sabido que se encontraba allí, abrió la puerta, dejando ver su pequeño cuerpo cubierto solamente con una camisa color blanca, que por el tipo de tela se podía ver lo que había debajo de esta.

"¿Esperabas a alguien?", preguntó Jeno sin poder dejar de ver su cuerpo, levantando su vista hasta sus ojos y seguido de eso a sus labios que se miraban de un lindo color rosa, Jeno podría apostar que había sido de tanto morderlos, Renjun siempre tuvo esa mala costumbre de hacerlo cuando se encontraba nervioso. Cosa que a él le resultaba verdaderamente atractivo.

"A ti", eso fue invitación suficiente para que Jeno sin dudarlo, mandara sus opciones a la basura, adentrándose a la habitación de Renjun para ir directamente a sus labios mientras cerraba la puerta y lo dirigía hacia la cama. Y paso. Una vez más pasó. Jeno ya no sabía si en verdad quería alejarlo de él, descubrir el cuerpo de Renjun durante esas ocasiones había sido suficiente para hacerlo dudar sobre que quería en realidad.

Lo peor de todo es que eso había seguido repitiéndose, cuando los días de Jeno eran agotados y la pasaba mal, siempre iba a los brazos de Renjun, quién lo recibía de una manera tan abierta y después de estar besándose solamente por un rato, pasaban a tocarse y terminaban teniendo sexo. Eso sin duda mejoraba un poco sus días, haciéndolo sentir más liviano y más libre. Pero eso solo era cuando estaba allí, al volver a su habitación tenia que lidiar con la boca parlanchina de Hyuck, quien no paraba de hablar y contar cosas que Jeno jamás en su vida le había preguntado. Y no solo eso, absolutamente todos los viernes su madre le llamaba, preguntándole cómo iban las cosas, siempre discutían, la madre de Jeno siempre había querido que su hijo fuese el mejor en todo, una perfeccionista sin duda; pero Jeno no podía, su cerebro no guardaba todo la información que necesitaba para ser el mejor en los exámenes, y por estar estudiando cuando regresaba de prácticas Jeno siempre estaba cansado, cosa que era suficiente para escuchar gritos a través del teléfono, recordándole que era un bueno para nada y que nunca sería la gran cosa.

2. 𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓, (noren)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora