Mi prohibición (AceLu)

Epílogo

Luffy corría por todo la casa mientras gritaba el nombre de su hija menor Tama, era un pequeño diablillo lo supieron nada mas la vieron en aquel rincón del orfanato donde había estado castigada por golpear a una de las niñas porque le rompió el dibujo a otra y eso los hizo intentar conocerla mejor. Era una niña con un corazón noble,era energética y traviesa y amaba hacerle bromas a todos, sobretodo cuando su papi la ayudaba. Pero en se momento se fue escondía por que había hecho algo que en su familia no se permitía.

-Tama, no voy a decirle a Ace ni te voy a castigar, pero tienes que hablar conmigo.-Tama salió tímidamente de debajo del mueble de la televisión.-Oh mi tontia.-La niña miro a su padre y salto sobre él.-Me dirás la verdad.-Por muy tonto que pareciera en aquella casa no podían mentirse podían hacerse millones de cosas que no fueran del todo las correctas pero por sintuaciones y como norma general no podían mentirse.

La pequeña niña asintió.-Es que no quería que se enojaran.- Luffy acaricio el cabello de su hija y suspiro.

-Tu no hiciste nada malo, se estaban metiendo contigo bebe.-La menor se sonrojo, ante la dulzura su padre.

-Ellos dijeron que era porque yo no tenía mama, y que tú y papa eran unos fenómenos, que todo era mi culpa por elegirlos.-Luffy sintió la sangre hervir en su cuerpo, pero le sonrió a su hija.

-Tienes dos papas que darán todo por ti y unos hermanos algo tontos y torpes pero bueno. Además si tienes un problema podemos arreglarlo todos juntos. ¿Bien?-La niña sonrió feliz besando la mejilla de su papi.

-Bien. Creo que ellos están por llegar.-Luffy chasqueo su lengua y miro su reloj asintiendo.

-Papa esta cansado hoy que te parece si pedimos pizza.-La niña asintió dando palmaditas y chillando.-Ve a terminar tu tarea si necesitas ayuda dime. Tama subió a su cuarto.

Luffy suspiro estaba agotado, Sabo se había ido de vacaciones y le tocaba el control total de la empresa y estaba todo el rato en el horario lectivo de junta en junta. Ace solo podía verlo tres horas antes de que ambos cayeran rendidos en la cama, Marco se había ido a su tierra natal unos meses y había sido imposible verse.  También estaba eso de que su pequeño Sora se había ido con Sabo y Koala, el siempre esta allí haciéndole compañía y contándole un montón de cosas ese niño era un prodijio empezó el insti dos años antes que los mismos niños de su edad, tomo la decisión de ir con Sabo un par de semanas tenía trece años y estaba cansando Luffy río al oírlo pero no le impidió marchase sus notas no bajaban de diez unas semanas no le harían mal.

La puerta se oyo y sonrió, ahí estaban los mayores, Lío y Sumiko dos mellizos que cuando los vieron apenas siendo unos bebes se negaron a separarlos así que adoptaron a los dos. Ambos tenian los ojos oscuros salvo lío que tenia un ojo gris debido a la heterocromia en su ojo izquierdo, Sumiko tenia pecas salpicando sus regordetes cachetes Sue tenia el pelo corto teñido de rosa y azul a la mitad. Lio era un chico introvertido, amante de la música, pintura amaba leer, la gastronomía y un nato coleccionista de piedras, era algo asocial pero era él vestía como quería tenia el pelo largo y siempre llevaba el collar que tenia su nombre pero por detrás estaban escritos los nombre de los miembros de su familia.

-¿Papa?-Sue grito tirando la mochila al sofá al igual que su hermano.-¿Papi?

-Tu padre no esta Sue.-Ambos hermanos fueron hacia la cocina Lío miro a su padre y suspiro.-Últimamente nunca esta.

-Lo se. ¿Que tal vuestro día?-Lío soltó su coleta dejando que el pelo caiga como una cascada, miro a su padre y desvío la mirada rápidamente.-¿Me dirás que paso Lío?

-Una chica me beso.-Ace le debía a Luffy veinte pavos seguramente había sido Kia una chica que lleva enamorada de Lío desde hace ocho años era un amor mayor que lío tenia dieciséis.