La Orden del Fénix | DRAMIONE

CAPITULO 3: DRACO Y HERMIONE

- ¿Cómo crees que le vaya a Harry? - Dijo Hermione jugando con sus manos mientras daba vueltas como leona enjaulada

- Le irá bien - 

- ¿Cómo sabes, Draco? - 

- Mione, es tu hermano, siempre lo logra - La castaña suspiro y tomó asiento en la cama del rubio, Draco era el único que no compartía habitación con nadie pues el mismo Sirius le había dado la habitación de su difunto hermano menor, Regulus Black

- Gracias, por siempre aguantarme - 

- No hay nada que aguantar, Mione, así me enamore de ti - La castaña miro sonriente al chico con una sonrisa y suspiro

- ¿Recuerdas aquella tarde en Hogsmeade cuando nos encontraríamos con Sirius? -

- Sí, cuando la comadreja te hizo llorar -

- Sí, pero no me refiero a eso, me refiero a... cuando estábamos tu y yo solos en la tienda - El chico la miro detenidamente y asintió - Esa vez, lo que quería decirte era -

- No, espera, no digas nada -

Hermione le vio sin entender entonces Draco se acercó a cerrar la puerta con llave, sorprendiendo aún más a la chica que le miro dudosa y se sonrojo

- Quiero saber si nos van a interrumpir porque siempre pasa - Hermione soltó una risita - ¿Y bien? -

- Quiero estar contigo, Draco - El chico sonrió acercándose a ella - Acepto ser tu novia -

- Casi un año esperando tu respuesta, debo admitir que valió la pena - 

Hermione bajo la mirada buscando esconder su sonrojo, pero Draco se acerco y con su mano levanto el rostro de la chica, quería verla, tocarla, saber que nada de lo que vivía era un sueño, sin pensarlo más junto sus labios con los de la chica en una danza tranquila

Al separarse ambos se miraban con seriedad, el rubio quería más, la castaña no apartaba su vista de los labios del chico, entonces sus miradas se encontraron, el cielo tormentoso contra la avellana dulce, ambos sonrieron y comenzaron a reír 

- Te quiero, Mione - 

- Y yo a ti, Draco -

Los golpes en la puerta los hicieron saltar levemente, el chico abrió encontrándose con Delphini que al ver al par se sonrojo 

- La comida esta lista, los esperamos - 

- Andando, Croockshanks - El gato que vivía dentro de la habitación de Draco, miraba por la ventana pero siguió a su castaña dueña de cerca

- ¿Le diremos a todos? - Pregunto Draco tomando la mano de la chica mientras esta se detenía, sin entender si el chico quería o no hacerlo - ¿Podemos? -

- Podemos - Contesto la chica sonriendo mientras bajaban las escaleras

- ¿Qué es esto? - Pregunto Sirius Black mirando la mano de su sobrino tomando la de a quien consideraba su sobrina, los presentes se giraron a verle

- Hermione por fin aceptó ser mi novia - 

- No, me niego, mini Lily no puede tener novio -

- Canuto, yo soy el padrino y no me estoy quejando - Dijo Remus Lupin mirando a su amigo con una sonrisa burlona - Aparte es un Black, deberías estar orgulloso -

- Lo estoy, Lunático - Dijo Sirius acomodando su traje - Pero debo fungir como el padre celoso -

Hermione sonrió abrazando a ambos hombres con cariño, gesto que los sorprendió pero fue regresado con la misma intención, Hestia vio la escena y no pudo evitar sonreír con los ojos cristalizados por lo que continuo ayudando a Molly Weasley con la mesa

- Esto es maravilloso, el amor en tiempos oscuros es el arma más fuerte - Dijo Molly abrazando a Draco y después a Hermione que sentía sus mejillas arder

Harry entro en ese momento seguido del señor Weasley, la castaña se levantó mirando a su hermano seguida de Sirius, Remus y Hestia, le miraban expectantes, debían saber el veredicto, la mirada de seriedad del azabache no ayudaba en los nervios del grupo

- ¿Y bien? - Pregunto Ginny caminando a Harry que le miro y sonrió

- No me expulsaron - 

Hermione dejo salir todas las preocupaciones con un suspiro y una sonrisa, mientras veía a Ginny abrazando a su hermano, seguido de los adultos y al final fue ella quien se acercó a abrazarle orgullosa

- No le voy a contar más de lo que debe saber - Dijo Sirius mirando a la señora Weasley con enojo

- Es solo un niño de quince años - 

- Y se ha enfrentado a cosas peores que cualquiera de nosotros -

- Harry no es James - Chilló Molly más molesta, el resto de los presentes comían con seriedad escuchando la discusión de la matriarca de los Weasley y Sirius

- Se perfectamente que no lo es, gracias -

- Pues por cómo le hablas no estoy segura de que lo sepas, pareciera que es más tu amigo que tu ahijado - 

- ¿Qué tiene de malo? - Pregunto Harry y Delphini le dio un golpe con el codo 

- Que aún vas a la colegio y no eres un adulto - Contesto Molly sin dejar de mirar a Sirius - Tu parecido a él no debe influir en el trato que recibes -

- ¿Me estas diciendo irresponsable por eso? -

- No, pero admito que deberías comportarte como Remus con Hermione, ella es identica a Lily y aún así la trata como lo que es, una adolescente , todo bajo las sugerencias de Dumbledore -

- ¿Y Dumbledore lo sabe todo? -

- Arthur, apóyame - El señor Weasley dejo los cubiertos y suspiro

- Cariño, Dumbledore sabe que la situación cambio y sabe que los muchachos deben estar enterados de lo que sucede - Sirius sonrió arrogante y le guiño un ojo a Harry

- Pero no esta bien, entonces que venga él a explicarle -

- Personalmente - Hablo Remus por primera vez - Considero mejor que seamos nosotros quienes les digan a los muchachos y especialmente a Harry lo que sucede -

Molly dio por perdida la discusión y tomó asiento cenando con molestia, sin embargo la cena no duro mucho bajo aquel silencio sepulcral pues los gemelos se encargaron de llenar el ambiente de risas y felicidad, algo que solamente ellos lograban

- Por cierto, Harry - Dijo Ron al terminar la cena - Draco y tu ya son familia -

El azabache miro a su amigo rubio que sonreía mirando con cariño a su hermana, no podía evitar recordar a sus padres cada vez que veía al par juntos, sin saber que incluso el trío de adultos amigos de su padre pensaban lo mismo

Hola:

Ya se que el gif no es de ese año pero vamos que quería poner algo bonito de nuestra pareja, espero les haya gustado que por fin están juntos

Dejen su estrellita, comentarios o demás.

Con cariño, EGIA