EPÍLOGO

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3 semanas después

-Si, acepto- dijo Sana asintiendo con determinación y una gran sonrisa que bailaba en sus labios, mientras la felicidad le embargaba, el cual se podía observar claramente a través del brillo en su mirada.

El corazón de Tzuyu comenzó a martillearle rápido el pecho y sin esperar que las nombracen mujer y mujer agarró a su ahora esposa por la cintura y la elevó.

Sana se aferro con sus piernas a la cintura de Tzuyu y con los brazos le cerró el cuello. Ambas se besaron sin importarles los presentes, los cuales con gran adrenalina animaban a la pareja que aún seguía besándose apasionadamente.

Dejando se besarse se miraron nuevamente y se sonrieron, ambas felices por su ahora compromiso oficial. El cual Sana nuevamente tuvo que tomar cartas sobre el asunto ya que Tzuyu no le decía nada. Se podría decir que hicieron los planes de boda en menos de dos semanas.

Tzuyu bajó a Sana y ella no perdió el tiempo en lanzar su ramo de flores hacia sus amigas que aún estaban solteras, sorprendente fue que su mejor amiga Mina lo agarrase.

Mina al ver que tenía el ramo de flores no esperó y corrió con cuidado ya que ahora tenía un embarazo de 6 meses, Chaeyoung fue a su encuentro y la besó con emoción.

Tzuyu y Sana no podían creer que ambas les ganaron en tener una familia, pero Tzuyu no se quedaría atrás. Esta noche lo decidiría todo.

Aún entre vítores y gritos de felicidad, ambas salieron del lugar de ceremonias hacia el auto que las esperaba para llevarlas a su nuevo hogar.

Despidiéndose de todos entraron a la limusina que el cual manejaba Jackson, el primo de Tzuyu. El cual tuvo que soportar algunos gemidos y jadeos de ambas que se daban amor en la parte de atrás del auto. Y es que no podían esperar por su noche de bodas.

Después del largo recorrido por la ciudad, la pareja de recién casadas se despidieron de Jackson y ni bien se marchó, Tzuyu cargó en brazos a Sana para dirigirse a lo que ahora es su nuevo hogar.

No esperaron mucho ya que tras cruzar la puerta, Sana nuevamente volvió a besar eufórica a Tzuyu, un beso hambriento y lleno de necesidad. Sana sentía como las manos de Tzuyu iban rompiendo su vestido ya que no podía esperar por hacerla suya de nuevo.

Las manos de Sana le recorrieron el abdomen y senos para luego bajar a la cinturilla del pantalón de vestir y sentir su erección furiosa por salir. Le encantaba saber que solo ella la ponía al cien tan solo con un beso y simples caricias.

No podían esperar así que Sana solo tuvo que desabrochar el pantalón y bajarlo para agarrar posesiva lo que era suyo. Tzuyu gimió al sentir la mano suave y caliente de Sana al rededor de su pene. Estaban por hacerlo en la entrada pero Tzuyu la cargó nuevamente y corrió hasta su nueva habitación, quería hacer esto de la manera adecuada.

Al llegar Sana le puso las manos en el pecho y la empujó, mostrándose agresiva y sensual. La puso contra el colchón y la montó. Se balanceo sobre el cuerpo de Tzuyu y fue su oportunidad para besarle el cuello, ascendiendo lentamente hasta llegar a su boca y besarla.

Las manos de Tzuyu le recorrían la espalda, dándole suaves caricias, las cuales fueron hasta sus caderas donde ancló en agarre y la hizo descender unos centímetros para hacer fricción, Sana le dio vida con el movimiento de su pelvis, balanceándose de atrás hacia adelante, acariciando con sus labios vaginales la erección.

-Deja de torturarme, incluso asistir a nuestra boda sin nada debajo más que el simple vestido- dijo entre jadeos Tzuyu.

-Tranquila amor mío, además si me ponía bragas y brasier nos hubiésemos demorado más- sonrió Sana.

Elevó un poco las caderas para dejarle un poco de libertad al pene de Tzuyu, la cual le tomó con una mano los muslos y con la otra se aventuró al clítoris, estimulandolo con suavidad y de manera circular.

Sana con una mano buscó la erección para alinearlo en su entrada y dejándose vencer, poco a poco hasta tenerla toda dentro. Encontró soporte en el pecho de Tzuyu y empezó a cabalgarla para deleite de ambas. Su pelvis se movía en un vaivén lento, sensual e intenso. Sus muslos apretados con los de Tzuyu, encontrando presión para estar más cerca de ella.

Tzuyu fruncia el ceño y de su boca a medio abrir salían jadeos, implorando a Sana que mantuviera el compás de sus movimientos y ella le sonreía dichosa y lujuriosa al ver la cara que ponía.

Sana le tomo las manos que se encontraban en sus caderas y las hizo recorrerlo el torso y colgarse en sus senos. Tal acto hizo gemir fuerte a su mujer al sentir los dedos de Tzuyu molestando sus pezones sensibles.

-Voy a hacer que te derritas- prometió Tzuyu para luego apoyar sus pies en el colchón y tomando impulso le regaló una estocada que la penetró entera y se quedó ahí, sintiendo la tibieza y suavidad que el coño de Sana le ofrecía y que con un largo jadeo supo que lo quería así.

-Muevete Tzu- le pidió guiando sus manos nuevamente a su cadera para luego cerrarlas ahí.

-Me enloquece saber lo que puedo causarte- dicho esto empezó a moverse rápido y demoledor.

Sana soltaba chillidos, jadeos y súplicas ante cada estocada agresiva que Tzuyu le brindaba.

En un abrir y cerrar de ojos, Tzuyu las volteo y Sana supo que la tomaría por detrás, por lo que elevó las caderas, dándole vista de su coño goteando de placer.

Tzuyu atenta a lo que le ofrecían, se acercó y con sus manos acarició las nalgas a su gusto. Las separó ligeramente y admiró ese lugar donde segundos antes había estado, estaba enrojecido y estimulado, dispuesto a recibirla nuevamente.

Se puso en posición y con una mano guió su miembro y con el glande acarició esa bendita joya, dándole suaves golpes a los pliegues de su mujer.

-¿La quieres?- preguntó, delineando los labios vaginales con el glande.

-Si, la quiero, la quiero Tzu- suplicó removiendose en busca de saciar su necesidad de ser llenada.

-No creo que la quieras- metia el glande lentamente y lo sacaba, queriendo escucharla rogar.

-¡Si! La quiero, la quiero toda Tzu, por favor- pidió aferrándose a las sábanas esperando de que ella cumpliera.

Tzuyu la metió de una sola estocada, sacando un fuerte chillido a Sana acompañada de algunas lágrimas en los ojos, a pesar de que fue un poco brusca le gustó por el hecho de que dio justo en su punto dulce, haciéndola sonreír un poco.

Embistiendola rápido y suave la hacia soltar jadeos y súplicas para que no parase, Tzuyu notó como las paredes vaginales se aferraban su miembro. Signo de que estaba a punto de correrse.

Sana lloriqueo al tener su orgasmo, y es que tener a Tzuyu dentro y dando en su lugar dulce en todo momento la hizo soltar un gran chorro de sus líquidos, empapando las sábanas y los muslos de su esposa.

Tzuyu no pudo con eso y fue el detonante de su orgasmo, derramando su espeso líquido blanco dentro de su esposa. Asegurándose de que todo quede ahí y no se derrame nada, ya que Sana se ponía agresiva si notaba que dejó salir unas gotas de ella.

Cansadas y felices cayeron rendidas ambas en la cama.

-Nuestra primera entrega como esposas- dijo Tzuyu sonriente y levantándose un poco para deslizar su semi-erecto miembro fuera del interior calentito de Sana.

-La próxima tienes que ser más cuidadosa amor- advirtió Sana con tono adormilado y mirándola de reojo.

Tzuyu se acostó a su lado, intrigada por lo que acababa de oír. -¿No te dije que si era muy brusca me avisaras?-

-No es por eso amor, me gusta cuando te pones salvaje. Es más para cuidar a nuestro pequeño o pequeña- soltó una risita Sana, acomodándose en el pecho de Tzuyu.

-¡¿Estás embarazada?!.-

-¿Amor?-

-¿Sana?-























Originalmente la historia no tiene epílogo, así que espero les guste 😆
Nos vemos ❤

TOMANDO LO QUE QUIERE | SATZU [G¡P]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora