Final

980 182 24
                                    

— ¿Por qué estabas decaído, Emi? —

Emilio apartó la mirada, y lanzó un suspiro, claramente avergonzado.

— No estaba enojado ni decaído, Joaquín. Estaba celoso —

— ¿Por qué? — Joaquín lo miró con asombro.

— Hoy te ví abrazado de Mauricio. Me dió un ataque de celos, porque sólo quiero ser yo al que le brindes abrazitos, no a nadie más —

Joaquín prestó atención a cada palabra que salía de los labios de Emilio. Al final, se sonrojó y sonrió.

— Tonto. Eres un tonto, Emi. Mis ojitos de borrego están sólo para ti, no para nadie más —

— Lo sé. Perdóname —

Joaquín asintió y plantó un pequeño beso en los labios del mayor, para después abrazarlo.

— Te quiero, Emi —

— También yo, Moco —

Fin.

Cookies | EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora