Tomo 1, Capitulo 6: La historia de un bandido parte 2.

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Arno: Desde que la metamorfosis empezó perdí todo control y conocimiento sobre la magia común y es por eso que uso pentagramas. Pase varios meses fuera de casa en el frio y lluvia hasta que un buen hombre me acogió bajo sus brazos y me tomo como su hijo. Mi verdadero nombre es Arno Vlakren, pero tome el apellido de mi maestro y por eso me conocen como Arno Lokraham. A mi edad de 12 años mi maestro y yo íbamos a comprar algunas cosas a Huesos Burgo, en el camino fuimos atacados por soldados del aquelarre del emperador, mi maestro me arrojo hacia un rio, mi maestro para la edad de 67 años no les podía hacer frente a tantos soldados, lo capturaron y lo petrificaron. Su esposa que al igual me haba aceptado como su hijo, había ya superado la muerte de su marido, pero yo no ella tomo la decisión de inscribirme en Hexaid. Ahí fue cuando conocí a Eda y a Lilith.

Eda: Así es cuando recién llego era un hemo deprimido, pero pasaron los meses y se volvió mi mejor amigo.

Arno: Así es. Continuando, la esposa de mi maestro me inscribió a la edad de 13 años, pero fui reconocido que para mi edad sabia más hechizos que cualquiera. En mi personal yo elegí la clase de pociones. Unas cuantas semanas antes de graduarnos se nos hizo un examen, una pelea para ser más precisos. A mí me toco una persona con la cual no congeniaba en la más mínimo.

Para estos momentos Arno se levanta y hace un círculo con los dedos y aparece dentro del circulo un video donde se mostraba una arena.

Réferi: Contra Arno Lokraham.

Arno narra: Ese día lo recuerdo bien, era un miércoles, era muy temprano me toco en una de las primeras peleas. Mi contrincante era un tal Dremet, duramos un tanto platicando cuando el repite unas palabras que me hacen enfadar.

Dremet: Tu maestro nunca me agrado, me gusto que lo hayan petrificado.

Arno joven: ¿A qué te refieres?

Dremet: Yo fui quien les dijo a aquellos soldados que ese día pasarían por ese camino. Pero nunca imagine que tu sobrevivieras.

Para ese momento me ataco un dolor muy grande en mi pecho solo pensaba en matarlo y hacerlo sufrir. Antes de darme cuenta de mi ojo empezaron a salir un raíces de color negro que envolvían todo mi cuerpo, como poco a poco esa maldición tomaba forma hasta que me convertí en un ser totalmente diferente, un ser que parecía una vestía.

En menos de un segundo lo había arrojado fuera de la arena.

Réferi: Dremet está fuera de la arena Arno es el vencedor.

La gente aplaudía y gritaba, pero yo no estaba conforme me acerque a él y le patee el estómago, se escucharon varias costillas rompiéndose. Lo lance a un más fuerte contra las gradas. Los profesores intentaban detenerme, pero yo solo quería matarlo. Llegue a él y le encaje mis garras, lo mordía lo pisoteaba solo oía sus gritos de dolor suplicándome que parara, esa era música para mis oídos. Me aleje unos cuantos pasos y prepare un hechizo algo que parecía un diamante echo de líneas, cuadros y formas, cuando me disponía a matarlo, recordé que aquel hombre me pudo haber dejado a mi suerte, pero me salvo, simplemente caí desmayado.

Fin del capítulo 6.

--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------Señores y señoras me aburri y publicare lo que queda de la historia de un bandido.

Bay.

The Past Of a ClawthorneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora