𝕏𝕍𝕀𝕀. ℝ𝕖𝕖𝕟𝕔𝕦𝕖𝕟𝕥𝕣𝕠𝕤

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     Al principio, JiMin no reconoció a Byul y hasta sintió celos de que YoonGi estuviera con alguien extraño, pero en cuanto su alfa le recordó de quién se trataba y además le contó todo lo que hubo detrás de la caótica noche en que huyeron, rápidamente JiMin la abrazó con fuerza y le agradeció entre lágrimas por el noble acto de sacrificar su propia libertad para que ellos pudieran desaparecer.

     El resto de la tarde se gastó en risas y lindos recuerdos de cuando todos estaban en Daegu y tenían que lidiar con la crueldad de los padres, pero al mismo tiempo disfrutaban a escondidas de su felicidad y de sus travesuras.

     Recordar aquellos tiempos con nostalgia solo hacía que las dudas crecieran y crecieran, especialmente en YoonGi, quien en secreto siempre ha estado deseoso de regresar para saber por sí mismo qué había pasado y así cerrar el ciclo de una vez. ¿Pero qué más lo ataba a Daegu, si ya sabía lo que pasó con sus padres y tenía en su vida de vuelta justo a las personas que quería tener?

     La respuesta es: su padre. Como bien sabemos, YoonGi fue criado con mano dura desde su más tierna infancia, pero en sus recuerdos siempre está su madre como la villana, como la cruel, la determinante de cada paso en la vida del pequeño alfa que creció siendo un obstinado rebelde ante los ojos de ella. Pero su padre siempre fue más indulgente, paciente e incluso tolerante. Tales recuerdos le confirmaron a YoonGi que tanto él mismo como su padre, fueron víctimas de esa mujer.

     JiMin pudo sentir la nostalgia a través del lazo, pero no dijo nada para no romper el ambiente divertido que se había formado. Se limitó a tomar la mano de su amor, repartiéndole algunas caricias y mirándolo con ojos comprensivos.

     Cuando la noche cayó y el centro comercial empezó a bajar sus cortinas, YoonGi los subió a todos en su auto y se dedicó a repartir a cada uno en su hogar. TaeHyung se estaba quedando con un amigo llamado SeoJoon que, para JiMin, el llamarlo "amigo" no era más que una vil mentira porque el tipo era un alfa y ese tierno omega de sonrisa cuadrada parecía estar enamorándose discretamente de él, pero lo negó durante toda la tarde que pasaron juntos.

     Byul, por su parte, estaba viviendo en un pequeño departamento no muy lejos del de la pareja Park-Min, así que acordaron visitarla pronto y planear algo para navidad.

     Y ahora, que están solos en la calidez de su hogar, JiMin se tira en el nido como es usual y espera por su masaje de pies, pero también por una charla muy necesaria.

     YoonGi, como es usual, le quita la ropa que usó en el exterior y lo deja en interiores para masajearle los tobillos y ponerle crema en su pancita. Pero está distraído mientras masajea los regordetes piecitos de su omega con su aceite especial. JiMin lo nota, su alfa es un hombre muy transparente en sus emociones, lo conoce tan bien y no hay manera de que logre ocultarle algo.

Here Comes The Sun || YoonMin || Omegaverse  [EN EMISIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora