Leo en el diario: "los habitantes de la ciudad se quejan porque tienen que dejar las bolsitas de residuos en las veredas todos los días, en lugar de usar un cómodo incinerador", y más abajo encontré: "una gran parte de la zona está sumida en la miseria a causa de las inundaciones".
Qué contraste, que lejanía entre ambas realidades... cómo puede ser que, en un mismo país, viviendo en un mismo suelo, haya tanta indiferencia entre nosotros? Los que tenemos una casa, una familia, vivimos eternamente desconformes, siempre con una queja en los labios: nuestro trabajo no nos satisface, nuestra familia no nos comprende... y en realidad deberíamos vivir con alegría, agradeciendo por lo que tenemos.
Pero esta moneda tiene también otra cara: la de los que mueren de frío por no tener un techo que los cobije, la de los que no tienen nada para alimentarse, la de los que se están atrapados por la soledad...
Si quisiéramos, alguna vez, abrir los ojos, destruir la niebla que no nos deja ver la realidad, comprenderíamos qué cobardes somos, que no nos atrevemos a buscar la verdad."He perdido mi gotita de rocío" dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.
YOU ARE READING
Memorias de una vida diferente
PoetryYa me he adaptado a la nueva realidad: distanciamiento social, cuarentena; aislamiento. La vida tal y como la conocíamos hasta marzo desapareció y hoy se me hace lejana, casi como si hubiera sido un sueño. Desahogo mis penas volcando mis memorias en...