A su corta edad reconoció el peligro que podía recorrer fuera de su hogar. Desde que presenció la muerte de uno de sus vecinos, lo entendió; la vida no tiene colores brillantes, todos son opacos y fríos.
Kim Taehyung, el niño que creció viendo películas de princesas, y con el amor de su madre presente ya no era el niño que solía sonreír, pues su entusiasmo se había ido.
Cuando apenas tenía cuatro años era abusado sexualmente por su hermano seis años mayor que él, sin embargo el no se daba cuenta de los errores. Todo le parecía bien, incluso sentía placer al tener esos encuentros, pero al crecer y darse cuenta de lo que había pasado, se sentía sucio.
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-Deberías decirme lo que te pasa.- El menor de los dos trató de hacer que su amigo saliera de sus pensamientos.-No tengo nada, Kookie, no te preocupes.- Dijo aún con su mirada fija en cualquier lugar.
-No te creo nada, Taehyung.- y es que era imposible de creer, su voz se escuchaba más apagada que nunca.
-Deja de hacer preguntas, te digo que estoy bien. No tengo nada- El mayor ya estaba perdiendo su paciencia.
-Está bien. Vamos por un helado ¿Sí?, mi mamá no está en casa, podría quedarme más tiempo afuera.
-No tengo ganas, Jungkook, es peligroso aquí afuera, deberías ir a tu casa. Algo podría sucedernos- Taehyung no salía con frecuencia, pues el ambiente de la zona en que vivía no era para nada buena.
-¿Por qué nunca sales?, es divertido aquí, es lindo correr y sentir el viento golpeando en la cara. Tienes Catorce años, deberías disfrutar más con tus amigos. Conmigo.
-¿Que no te das cuenta del peligro que corremos?- Algo que no tenía Taehyung; paciencia, y estaba apunto de gritarle al menor si seguía insistiendo
-Solo ves lo malo de las cosas, no puedes ser positivo, siempre piensas que te va a pasar algo malo.
-¡Deja de insistir!, ¿Eres realmente mi amigo?, Si lo eres tendrías que entender que me gusta estar seguro. ¿Quieres estar conmigo?, Entonces ven a mi casa, ahí estaremos bien, o podemos ir a la tuya.
-Antes de ir a casa pasemos por unas cosas en el supermercado. Quiero comer cosas ricas hoy. - Después de que su mayor le gritó se dió por vencido, y como era de constumbre, irían de nuevo a pasar la tarde en un lugar seguro; la casa.
La casa de Jungkook tenía videojuegos, razón por la que eligieron ir ahí.
El antes mencionado seguía con la duda, quería saber que era lo que le pasaba a su amigo, o mejor dicho, mejor amigo. Sin embargo Taehyung negaba una y otra e insistía en que no tenía nada.-Está bien, no insisto más, pero ya me quedó claro que no tienes confianza en mí. Mira, puede que parezca un poco infantil pero puedo ser maduro cuando se trata de problemas, y más si son tuyos. -Jungkook empezaba a preocuparse cada vez más por su amigo, éste ya no hacía parecer su sonrisa rectangular.
-Por Dios, Jungkook. Te he dicho que estoy bien. Estás siendo dramático, quítate esa idea de la cabeza. -El mayor ya estaba arto de su insistencia.
-Tae...No me mientas, dímelo, puedes confiar en mí. Yo te escucharé, solo desahogate.
Taehyung suspiro cansado.
Solo si se lo digo dejará de molestarme, igual no le puedo ocultar nada.
Pensó Taehyung ya rendido, él sabía que Jungkook lo conocía más que hasta su propia madre. Jungkook ha estado con él desde el primer momento en el que entró al instituto.
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Perblevacido
Short StoryTodo tipo de delitos se pueden cometer en la vida real, ¿La maldad se apodera de todo lo bueno?, La respuesta solo la tiene el viviente experimentado.