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Un dolor intenso en mi cabeza.

Eso fue lo primer que sentí al despertar.

¿Qué pasó? No lo recordé de inmediato. Tardé unos segundos, y cuando las imagenes de la tormenta vinieron a mi mente, las sentí como si fueran un montón de puñetazos en mi cabeza; hicieron que me duela más.

La tormenta. Tan extraña...

La mujer. ¿Era un ángel?

La inmensa ola.

La segunda ola; mi padre callendo al agua. ¿lo salvaron?

El rayo.

Mi cabeza dolió, pero pensé objetivamente, ignorando el gran miedo y preocupación.

Primero, ¿dónde estoy?

Sentí mis pies mojados.. no, todo mi cuerpo estaba mojado, desde la cadera hacia abajo en especial, pero sentía calor en mi espalda. Abrí un poco los ojos y vi... ¿sol...? Pero era de noche hace un momento... Llegué a la conclusión de que naufragamos. El sol me hizo achinar los ojos, me ardían, era un sol más fuerte de lo normal, ¿o era sólo yo? ¿será porque tengo frío?Apoyé mis manos en el suelo y esperé sentir arena, porque seguro estaba en la orilla de una playa ya que debí caer al agua luego de ese rayo y seguro la corriente me trajo hasta donde sea que estoy.

Pero no me sentía chamuscada, como debía ser, y creo no estar muerta. Al contrario, me siento relativamente bien. Digo, para haber naufragado y que mi padre pueda estar muerto, estoy bien. No tengo nada roto o rasguñado, ni estoy quemada.

Al apoyar las manos para levantarme, sentí barro. Estaba sobre barro, y al abrir los ojos, vi dónde estaba realmente: era la orilla de un río. No había nada más que paz, pero mi mente era un caos de imágenes de la tormenta y dolor. Era tan tranquilo con el agua del río, creo también escuchar una cascada baja, más unos ruidos extraños que parecían aves. Iban de la última a la tercer vocal, un canto que se agudiza y repite en diferentes notas. Había ruido de hojas y el agua en las piedras... Pero sin rastro de la tormenta, sin rastro de nada. Sin rastro de mi padre, del barco, ni el océano. Del océano sólo quedaba el río.

Me intenté impulsar hacia arriba pero era mucha la fuerza que debí hacer, y aún no lo logré. Pensé que debía estar en el nuevo continente, seguro terminé en una corriente diferente a la del resto, y caí primero por el rayo y en un diferente lugar. Ya habíamos bajado la vela cuando la primer ola impactó, y con el viento, íbamos muy rápido, era mucha la diferencia entre el lugar donde las víctimas de la segunda ola y yo caímos. Pero de los 18 que calleron algunos debieron caer también aquí, en la misma corriente que yo... no tiene sentido, tampoco hay maderas cerca, aunque eso ya lo voy a revizar cuando me ponga de pie.

Mientras luchaba en vano contra esa fuerza que me pegaba al suelo, pensé en que debo seguir la corriente del río y ver de dónde viene, así llegaré a la costa y de ahí haré señales de humo. Si la corriente me trajo y caí en el océano, es ley que debe haber una costa cerca.

Es de día... Pasó tiempo, y mucho por lo visto. El sol creo que está arriba, no lo sé. Debe ser mediodía y zarpamos a media noche, debe ser que el barco se hundió unas pocas horas después. Caí y recién despierto, el océano puede estar a días de aquí como puede estar a unos pocos metros. Lo bueno, es que si estoy en el nuevo continente, que es lo más probable, entonces puedo encontrar un barco fácilmente. Puedo robar algo de oro o plata... ¿Aún tengo el machete? Podría conseguir algo hasta que mi padre me encuentre o hasta encontrarlo yo. Teníamos a Francia de objetivo, y tenemos el mismo punto de queda. Puedo colarme en un barco que valla a Francia...

Sentí un mareo intenso en otros de mis intentos por ponerme en pie, un mareo como hace mucho no me pasaba. Quise vomitar, pero luego noté el hambre y la sed. Mierda, ¿qué pasa con esta tierra? Parece que me tira hacia abajo, el sol es tan fuerte y... ¿Qué clase de aves son esas?

UN ÉXODO EN EL UNIVERSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora