Salada

Hola

-Vamos mamá. Tenemos que  dejarle aquí.

-Tú estás loca.

-Loca estás tú, que estás fatal. No nos vamos a quedar aquí por la noche. Iremos al pueblo y dormiremos en nuestra nueva casa, y mañana mandamos a alguien a buscar el coche.

-¿Cómo vamos a dejar el coche?

-Yo empujarlo más no puedo, y no pienso dormir aquí.

-Pues me quedo yo.

-Vale, ahora dame las llaves de la casa. Yo me voy.

-Si claro. De noche, tú sola por un pueblo que no conoces y que ni siquiera sabes dónde está la casa.

-Pues vente.

-Que no pesada.

-Mamá- Susurró.- Vas a venir conmigo. Vamos a dormir en unas camas normales, en una casa segura y con cerrojos y contraventanas y persianas para que no entren los lobos.

-Vale. Cerraré el coche y lo esconderé con unas hojas.

-¿Qué? ¿Tú flipas? Anda cállate, cierra y vámonos.

-Bueno... Va dar igual que nos vayamos. No voy a pegar ojo pensando en el coche.

-Pues vale. Vámonos.

Clar coje a su madre del brazo y tira de ella. Suben hasta arriba de todo del monte y entonces bajan la cuesta apurando el paso. Los aullidos aumentan, y las dos mujeres cojen miedo.

-No era...-Dice ya corriendo- ¿No era que los lobos estaban en peligro de extinción?

-Pues aquí parece que hay unos cuantos.

Las dos llegaron rápido a las casas, y caminaron por las calles laberínticas del pueblo pesquero.

-Esto está desierto.-Clar mira su reloj- Si son las diez las tiendas aun tienen que cerrar ahora.

-Ya. Bueno vamonos para casa.

Otro aullido.

-Esta ya no es normal.

Comienzan a correr en dirección a una de las playas. Allí está su casa. Aceleran cada vez más el paso, mirando a todos los lados. Y entonces una sombra.

-Mamá- susurra nerviosa- ¿qué es eso?

-Esperemos que no sea el lobo que casi atropello buscando venganza.

-¡Mamá! ¡Joder!

Salen corriendo, y entonces, Clar choca con algio y cae al suelo.

Es un chaval. La niebla cubre esa parte del pueble, pero puede ver que es más o menos de su edad.En sus ojos azules se refleja el miedo que siente.

-Hola-Dice el joven sonriendo.

Aullido. Se levanta y corre, dejando a Clar con la palabra en la boca.

-Ho...la...