𝐁𝐫𝐚𝐯𝐞: .
Donde Zylith Clark y su madre llegan a un pequeño y lluvioso pueblo a esconderse.
O donde Jasper Hale intenta ayudar a Zylith a vencer sus miedos y hacerla vivir sin ellos.
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Abrí mis ojos perezosamente viendo a mi mamá sonreírme, le sonreí de vuelta y ella acarició mi cabello.
— Hora de despertarse, princesa.— asentí mientras estiraba mis brazos tratando que la flojera me abandonara.
— Buenos días, mamá.
— Vamos, ya despierta no querrás llegar tarde a tu primer día de clases ¿no?
Negué y me senté en la cama, sintiendo la flojera aún en mi sistema, mamá besó mi frente y luego salió de la habitación.
Me levanté de mi calientita y cómoda cama para ir a ducharme. Cuando terminé me puse algo abrigado, aquí hacia mucho frío.
— Hola, má'— salude besando su mejilla cuando estuve abajo.
— ¿Lista para tu primer día de escuela, Liz?— hice una mueca pero asentí.
No hay nada peor que el primer día de clases, un asco. Sin embargo estaba conforme.
— Bien, desayuna y vámonos— asentí y comencé a comer mi desayuno.
Pronto mamá y yo estábamos en el auto, le sonreí a mamá cuando ella me miro, si bien no me sentía completamente bien traté de estarlo o al menos aparentar estarlo.
— Hoy iré a una entrevista de trabajo— comentó después de unos segundos.
— ¡Es genial, mamá! Espero que tengas suerte.— desee con una sonrisa.
— Espero que me quede con el empleo.
— Si son listos lo harán, quiero decir, ¡eres la mejor doctora!— ella sonrió con entusiasmo.
— No lo creo pero gracias, bebé— ella se estacionó justo en frente de la preparatoria, solté un fuerte suspiro.— Espero que tengas un buen día, cariño.
— Espero tengas un buen día también— desee, me incline hasta poder besar su mejilla.— Suerte en esa entrevista.
— Suerte a ti también— sonreí y bajé del coche.
Pronto la mirada de los demás estudiantes se posicionaron en mi, haciéndome sentir un poco incómoda. Aclare mi garganta, aprete las correas de mi mochila y comencé a caminar para adentrarme en el edificio.
