[PAUSADA] Dios de la Fertilidad (YM)

02. Chico Mestizo

Los movimientos migratorios en el antiguo Egipto, dieron como resultado una gran variedad de personas con diferentes rasgos en ese lugar. Pero a pesar de eso, la apariencia física de Jimin era algo de lo que las personas a su alrededor hablaban, al igual que el aspecto de su hermana mayor, Ahhotep.

Y no es que tuviera algo malo, es solo que sus facciones eran un poco más finas, sus ojos eran algo rasgados y además de que, gracias a los genes de su madre, posee una piel un tono más claro que el del promedio, algo admirado por muchos. Porque si bien los conceptos de "raza" y "persona blanca" no era el mismo que el de hoy en día, los antiguos egipcios tenían cierta preferencia por personas de piel más clara, pues se les asociaba con gente noble que no trabajaba altas horas bajo los rayos del sol.

Aunque eso no significaba que denigraban a las personas cuando era el caso contrario. Como por ejemplo, el reino de Nubia que estaba situado al sur de Egipto, tenía habitantes que poseían una piel increíblemente oscura y nunca hubo actos discriminatorios hacia ellos. Pero aún así, las personas con tez más clara que el promedio eran preferidas por los demás.

Pero independiente de su tono de piel, Jimin no se consideraba noble, aunque sabía que en comparación a la mayoría de las personas de ese poderoso imperio, era parte de la clase alta, puesto que era uno de los joyeros del faraón. Pero aún así, solo sentía que había sido un simple hijo de comerciantes, que tuvo suerte.

Comenzar a trabajar en el palacio fue algo inesperado, con tan solo 15 años había empezado su labor, primero como joyero de la reina y el resto del harem, luego como el joyero oficial del soberano de Egipto.

Las cosas habían pasado tan rápido que ni él mismo se dio cuenta. Solo recordaba que antes de que sucediera todo, un día como cualquier otro en el pequeño puesto del mercado en donde ofrecía sus productos, una mujer noble que siempre le compraba diferentes tipos *usej confeccionados por él, había llegado al decirle que la esposa real había visto las joyas que le había comprado y había quedado maravillada con tan magnífico trabajo.

Muchas personas le hacían cumplidos por sus creaciones, sobre todo porque a pesar de ser muy joven, tenía un gran talento con sus manos, sus joyas quedaban hermosas, pulcras y bien pulidas, algo muy difícil de conseguir si no eras un joyero experimentado. Pero Jimin simplemente no le daba importancia, ésto era algo que hacía porque le gustaba y no porque quisiera ser bueno en eso. Aunque debía admitir que se sentía muy halagado al saber que a la misma reina de Egipto le gustaba lo que confeccionaba.

Después de ese acontecimiento, Jimin siguió vendiendo con una gran sonrisa hasta que fue momento de irse a su hogar. Pero al día siguiente, la puerta de su casa fue tocada y grande fue su sorpresa al encontrar a dos guardias del palacio frente a él con la intención de escoltar hasta el palacio para conversar los términos para ser contratado.

Jimin dudó un poco ¿debía ir? Sus padres no se encontraban en casa desde hace aproximadamente un mes. Era inevitable, pues su padre era un comerciante que solo se encontraba en Egipto cuando llegaba con la mercancía de distintas partes del mundo y su madre le acompañaba a todas partes. Pensó que primero debería consultarlo con su hermana mayor, que vivía con su reciente marido a unas cuantas casas de la suya, pues era probable que sus padres llegaran en algunas semanas.

Pero decidiendo que era lo suficientemente mayor como para tomar sus propias decisiones, aceptó el trabajo que la esposa real le estaba ofreciendo. Mudándose al palacio a los días siguientes y diciéndole a su hermana que lo contactara cuando sus padres llegaran a casa.

Sus padres estaban felices por él cuando se enteraron de que su hijo había comenzado a ser independiente por voluntad propia. Pero las cosas seguían igual que siempre, con sus progenitores yendo y viniendo, su hermana haciendo su vida con su esposo y él confeccionando joyas, solo que ahora lo hacía por trabajo y no como un pasatiempo.