Los gemidos que salían de la pequeña boca del Moreno se oían en toda la habitación como un eco llamando al placer, el ir y venir del mayor se hacia mayor de vez en cuando haciando estremecer al menor del solo placer de sentirlo dentro, a diferencia de otras situaciones el mayor era bastó y seco con el menor, pero el mayor no era a si solo por querer serlo, es su respuesta a un ataque de celos que el menor mismo provocó en él, haciéndolo hervir de furia sintiéndo como si el menor solo lo quisiera provocar aprovechando que fuera no podía hacerle nada pero para el menor solo había sido una pequeña jugada a su favor, o algo a si, hace unos días el mayor había dejado simplemente de lado al menor, sin responderle mensajes o sólo ignorandolo, sin prestar atención cuando el menor lo veía fuera y solo saliendo de él como si nada hasta el día siguiente el menor se sintió olvidado todo el día y mal, pero no se iba a quedar de brazos cruzados, a si que planeo hacerle la misma jugada al mayor un día y a si lo hizo, un día solo se levantó sin darle el ya acostumbrado buenos días al mayor e ignorandolo cuando el lo hizo, siguió su día como si no existiera ignorando sus mensajes insistentes, sus preguntas y hasta la pequeña llamada que le hizo ya que el de ojos asiáticos no solía llamarle casi nunca, y cuando el mayor y el menor se pudieron encontrar el menor solo lo ignoro lo que le decía aferrandose al amigo con el que iba haciendo caso omiso a lo que él mayor trataba de decirle provocando cierta molesta en este y este aprovechando el momento sólo se subió en su amigo aferrándose a él como solía aferrarse a él mayor mirándolo de reojo y solo ocultando su mirada en el cuello de su amigo, encendiendo en el mayor una chispa de celos que solo se hacía más grande mientras avanzaba el día viendo como el menor abrazaba y se aferraba a su amigo como solía hacerlo con el cuando a él solo le ignoraba y ni leía sus mensajes el mayor no tenía idea de por qué el de menor estatura se comportaba a si, pero sabía que no se iban a quedar las cosas a si y le iba a demostrar eso al pequeño.
Al acabar el día el mayor aprovecho que encontró al menor solo agarrandolo del brazo sin decir una sola palabra y arrastrandolo hacia su auto sin responder las preguntas del menor y solo dejándolo dentro de la parte trasera de este cerrando para el entrar a la parte delantera y conducir hacia su hogar, en el camino solo se digno a mirar a la carretera con el ceño fruncido sin decir ni una palabra, solo dirigiéndole una mirada fría y seca al menor que hizo que este solo callara sus preguntas y se sentará en silencio mientras le recorría un escalofrío por la actitud fría del mayor hacia él.
Cuando llegaron al hogar del peli negro este solo bajó al menor agarrandolo de nuevo del brazo hasta entrar a la gran casa cerrando la puerta de un golpe, con el menor volviendole a hacer preguntas cuando estuvo cerca de la cocina el mayor solo levantó con brusquedad al de piel morena sentandolo en la mesa bar que había a la par de la cocina callando sus preguntas y quejidos con un beso brusco y casi nada amoroso agarrando las mejillas de este para evitar que se escapara de él; se detuvo cuando vio que el menor se quedaba sin aire solo soltandolo haciendo que el menor solo tratara de alejarse para tomar aire con un pequeño hilo de saliva aún uniendo un poco sus labios con los de mayor el cual de apoco se fue rompiendo.
—yuu-u, ¿que pasa?—le preguntó con una pequeña tos entre media por la aun presenta falta de aire mirando al mayor con confusión ya que una actitud a si no era normal en él.
El mayor solo veía al pequeño con aun una notoria frialdad impulsada de esa llamada de celos y molestia que estuvo cosechando durante todo el día por culpa de la actitud que tuvo el con el mayor.
—¿acaso ahora te importa?— respondió el mayor con frialdad y sarcasmo volviendo a atacar al Moreno con besos bruscos y empezando a manosear de a tantos los muslos contrarios sin pena alguna.
El menor solo podía dejarse del mayor ya que estaba perdido y no sabía que responder a la nueva actitud que el de peli negro había tomado en esos momentos sólo lanza pequeños quejidos para poder tomar aire y tratar de apartar al mayor lo cual fue en vano ya que el mayor agarro las muñecas de este haciendo que se posen en la mesa dejándolo sin escapatoria; viendo su situación no tuvo más opción que seder ante el mayor dejándose ante él, sintiendo como este soltaba sus muñecas para volver a acariciar con picardia sus muslos pasando a su trasero jalando un poco su pantalón para poder posar sus manos debajo de este apretando su trasero con fuerza haciendo que soltara un quejido.
