Diecinueve años después...
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.La puerta fue abierta después de mucho. Las polvorientas cortinas fueron corridas y por fin, los rayos de sol eufóricos intentaron bañar con fulgor cada rincón oscuro y húmedo. Las que alguna vez fueron sábanas blancas fueron retiradas. Su tiempo había terminado. Ya no tenían que proteger. Su trabajo había sido bien habido y su frágil manto protector ya no sería necesitado. ¿Había llegado su momento de regresar a la vida luego de su largo olvido?
Quizás no.
El joven pelinegro sacudió con fuerza la sábana llena de polvo y en automático, ésta, como sí de una venganza por la poca delicadeza se tratase, le hizo arrugar la nariz para expulsar varios estornudos.
— Estúpido polvo… —refunfuñó. Y volvió a estornudar dos veces más. Otro joven entró en el lugar, y con las manos en su cintura soltó un silbido reconociendo el lugar.
— Vaya, así que este es refugio de la magia… —dijo con asombro, sus labios ensanchándose al mirar a su pálido amigo con la nariz y los ojos rojos.
— El refugio del polvo, diría yo… ¡Ashu! —volvió a estornudar.
— Que amargado. —se quejó.
Echándole un vistazo a los artilugios en los estantes. El joven estaba a punto de tocar una fascinante caja dorada cuando la voz de su amigo lo hizo detener su mano a la mitad del camino.
— No toques nada… Vendrán los coleccionistas en una semana y no quiero que rompas algo —dictaminó.
— Aigo~... Ni que fuera un niño, YoonGi. Sólo quería ver… —dijo con un puchero. El pálido antes mencionado, rodó los ojos ignorando sus alegatos. — ¿De verdad venderás todo? ¿No quieres quedarte con algo? Digo…
— Sí, ya te dije que lo haría. —le interrumpió. — Y no, no quiero nada. Nada de lo que haya aquí me interesa, a menos que me sirva para ganar dinero. —refutó. Su nariz algo congestionada hacía sonar su voz graciosa y menos ronca.
— Mmm… ¿Ni por tu padre? —preguntó el de colorido cabello.
El pálido se detuvo automáticamente de mover las cajas a su paso y se tensó un poco al oír aquella pregunta. Si a los seis le hubieran preguntado lo mismo, él habría exclamado que jamás lo haría. Pero ahora... Después de tantos años en un orfanato, ser la burla de sus compañeros por creer en que la magia existía y que una estrella o deseo perfecto haría que sus padres volvieran había acabado con cualquier ilusión.
“La magia no existe… ¡Tu papá está muerto igual que tu mamá! ¡Eres un tonto! ¡Tonto!”
Las voces de sus compañeros aún las recordada. Estaban tan clavadas en su cerebro que jamás las podría olvidar.
La magia NO existe.
— Ni por él, Hoseok. Mi padre murió. Murió de cáncer hace diecinueve años y lo único que me dejó fue esto. Me dejó a mi maldita suerte, pasando hambre y necesidades porque perdió todo en su vicio de apuestas y como si no fuera suficiente… —él se giró para mirar a los ojos contrarios. — El único testamento que dejó en vida estipulaba que me heredaría esta maldita tienda de basura hasta que cumpliera veinticinco. —sonrió amargamente. — ¿Por qué me quedaría con este lugar si él no pensó en mí cuando me dejó sin un techo donde vivir? Sin un pan. Sin un padre. —río. — No, Hoseok, no quiero nada de él. Pero me debe mucho así que venderé todo. —dictaminó. Y se volvió girar para continuar moviendo cajas polvorosas del suelo.
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Magic Shop | YM
Fanfiction"¿Cuál es el verdadero deseo de tu corazón? "Le concederé tres deseos, pero debe pensarlos muy bien, porque al cumplirse el último, desapareceré " ... •Solo Yoonmin. •Fluff, leve angst. •Mini fic. Historia original. Prohibido adaptaciones.