Capitulo 1, parte I

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Capitulo 1

Empecé el jardín o preescolar a la edad de 2 años. Elección propia, suelo decirme que estaba loca, desde pequeña en la cárcel.

Conocí a maravillosas personas ahí, en esa cárcel para bebes, conocí a la que es mi actual mejor amiga, Lía. La cual ahora es una exitosa empresaria, dueña de una famosa cadena hotelera. Ha construido varios barrios privados.

No suelo verla a menudo, pero hemos compartido tanto, que podemos estar años sin vernos y aun así, vamos a seguir adorándonos y siendo prácticamente hermanas.

Creo que es una de las pocas personas en el mundo que me entiende. Ella suele ser algo inestable también. No la juzgo, y ella no me juzga.

También conocí a Héctor. Hay Héctor. Tuvo un flechazo hacia mí durante algunos años, pero yo era una niña, y luego crecí. No iba a salir con el que era como mi hermano también.

Conocí a Celeste, y acá es donde decline eligiendo personas. Si hubiese sabido que era una tan hija de puta, y que iba a terminar nuestra amistad por semejante idiotez, entonces ni me hubiese gastado mi valioso tiempo en ser su amiga, ni en ir a su casa. Las personas cambian, pero el tema con Celeste no es más que una peleíta de niñas, que luego se agravó con el tiempo. Más personas están involucradas.

Pero es algo que les voy a contar más adelante.

Era una nena muy feliz, no era de mucha plata, teníamos lo justito, ni más ni menos.  Pero nunca pase hambre, y mis viejos se encargaron de cumplirme los gustos, más de una vez.

Nunca dije donde iba al jardín. Santo Tomé se llamaba la escuela, estaba copada, mi hermana ya había ido a ese colegio, y era sabido que mi vieja me iba a mandar ahí. Tenía varios amigos, era simpática, y a la mayoría la conocía desde mi infancia.

En los primeros años de primaria conocí a una compañera, era una tarada a simple vista, obsesionada con una novela del momento.

No sé si era clasificado como Bullying, pero nadie se la bancaba. Y eso que siempre tuve paciencia. Bueno no tanta paciencia, pero yo no era la única que no se la bancaba. Ojo, bastante **** era, no me quiero pasar todo el relato insultando tanto. Bueno era bastante ya saben que, se hacía pasar por nena buena, pero era hija de su buena madre.

Me la banque un tiempo, hasta que obviamente, me llenó los ovarios y le hice saber a todos mi desagrado por esta nena. No estaba sola, mis amigas en ese entonces hicieron lo mismo. Las maestras y mis compañeros nos mandaron a volar, y la defendieron, y ahí empezó una luchita de niñas que no se bancaban a otra nenita. Créanme, las apariencias engañan.

Después de un tiempo mis otros compañeros, abrieron los ojitos, se sacaron la venda, y se dieron cuenta de la verdad. Era una hija de su madre, las maestras también se dieron cuenta.

Obvio que nos hicieron hacer talleras de “compañerismo y respeto” y de “amigas”. Obvio que no nos llevamos bien. Solo convivíamos.  Pero no interesa más, el problema termina acá.

Santo Tomé era una escuela, careta como ninguna, todos unos chetos, pero algunos eran chetos falsos. Caretas, personas que se compraban 3 pares de pantalones, 10 remeras, 5 sandalias, 7 zapatillas, y 1 celular cada semana. Yo nunca fui así, me importaba tener un celu, pero tampoco era careta como ellos, siempre me compraban lo justo y necesario, y no me interesaba, estaba bien con eso. Pero no caía en la cuenta que era así, sino hasta que me cambie a otro colegio. Ahí abrí los ojos un poco más, y también me di cuenta cómo eran las cosas, pero por ahora sigamos con Santo Tomé, ya hablaremos de mi otra escuela.

En sexto me enamore por primera vez, mi primer amor. Era mi mejor amigo. Su nombre era Carlos. Bueno es, se llama Carlos. Era mejor amigo de Celeste, y mío.

Su mejor amigo, Agustín, estaba enamorado de mí, me regalo perfumes y collares, tuve que fingir alergia a los perfumes. Un tiempo después caí en la cuenta de que estaba enamorada de Carlitos. Agustín y yo nos volvimos mejores amigos, éramos el cuarteto dinámico.

En fin, a Celeste le gustaba Carlos, pero ella estaba más enamorada de un amigo suyo. Consulte mil veces con ella el tema de estar con Carlos, pero no le molestó, me incitó a estar con él, asique con un poco de ayuda de una chica, que con el tiempo me cayó mal, nos pusimos.

Nuestro primer beso fue en un cine, todo iba perfecto al cabo de unos meses, pero el chabón no quería que tuviera amigos varones. Yo me negué a alejarme de mis amigos y por eso nos peleemos. No sabía que venía una etapa de amor doloroso, estilo dolor de trasero. De todas maneras éramos unos nenitos.

Estaba en el último año de primaria cuando nos pusimos, volvimos y terminamos como 20 veces mínimo. En el baile de “graduación” le tuve que pedir disculpas al muy ***, pero lo que uno hacia por amor, esa noche llore demasiado. Iba a extrañar a toda esa gente, y era obvio habíamos convivido desde que teníamos memoria,  y otras personas que conocí de más grande se habían ganado un gran espacio en mi corazón.  

Inestable.Where stories live. Discover now