Mi dosis perfecta.

Capítulo 2

¿Quién es el idiota que se ha atrevido a hacer esto? Miro molesta buscando al responsable, el cual se baja de un Chevrolet Camaro color azul marino. Es un chico con una camisa negra con cuello V, unos vaqueros negros y lentes Ray Ban Wayfarer. Mierda, es hermoso.

-Supongo que tendré que pagar por eso -dice, se quita los lentes dejando al desnudo sus bellos ojos color miel.

-Claro que lo harás -trato de sonar casual.

Me mira, forma una sonrisa.

-Lo siento, es una linda Harley.

-¿Linda? ¡Es mi tesoro! Un lo siento no es suficiente -me quejo, molesta-. Idiota -murmuro.

Levanta sus manos en defensa. -De acuerdo. Sé el lugar indicado donde la dejaran como nueva.

-Mejor que lo hagas -espeto.

Saca su celular de su bolsillo trasero, marca un número y se lo lleva al oído con una sonrisa juguetona en sus labios. Su cabello es castaño oscuro y esta desordenado, su cuerpo es delirantemente caliente con unos brazos fuertes y su rostro es magistralmente bello. Su piel ligeramente bronceada, oh por Dios es bellísimo.

-Bien, la grúa llega en unos minutos -avisa.

-Genial.

Me mira, su expresión divertida. El humor que baila en sus ojos es contagioso, es tan ardiente. El señor mugriento y lleno de grasa lleva mi moto en la grúa detrás de nosotros en el Camaro del chico, mi padre me enseño a no hablar con extraños pero no estaba prohibido si es ardiente.

-¿Y siempre luces molesta o es por la Harley? -el fantasma de una risa se asoma.

-Muy gracioso, es por la Harley. Se supone que debería ser un cumpleaños feliz y ahora un idiota ha arruinado mi regalo numero veinte -escupo, no lo veo.

Suelta una risa.

-Oh feliz cumpleaños, entonces -sonríe.

El auto es estándar, es tan sexy.

-Lindo auto -murmuro.

-Gracias, así que ¿Cuál ha sido tu regalo numero veintiuno? -mete un cambio-. Haz dicho que arruine tu regalo numero veinte asi que supongo que...

-Sí, sí, ya entendí, Ford Mustang 65. Cortesía de mi padre -respondo.

-Un buen gusto para una criatura pequeña -sonríe.

¿Criatura?

-Un buen gusto para un idiota que no sabe conducir.

Su mirada viaje rápidamente a mí, estrechando sus ojos. Una sonrisa se le escapa y hace rugir el motor, acelera y me lleva descontroladamente por las calles de Nueva York, pasándose semáforos en rojo valiéndole una mierda el tráfico, se las arreglo.

-¡Detente! -grite por lo que me pareció milésima vez.

-Nada mal para un idiota que no sabe conducir ¿cierto? -el auto ahora va a una velocidad prudente.

-¿Estas loco?

-Mucho más que eso -me mira de reojo-. Bien ahora vamos a ver que sucede con tu Harley.

Llegamos a un taller, un chico de cabello castaño le paga al de la grúa para cuando llegamos, capta al idiota de la situación y con una risa corre hasta nosotros.

-¡Jake! Ahora si la has cagado ¿eh? -sonríe, me mira y estira su mano hacia mi-. Hola primor, yo soy Mike, hare que tu motocicleta quede como nueva.

Estrecho su mano.

-Sky, mucho gusto.

Al menos ya sé el nombre del idiota ardiente. Jake.