¿Cuando iba a entender que el dinero no solucionaría todos los problemas?
A pesar de que ya llevaban un tiempo trabajando juntos, bastante a decir verdad, al inspector Kato aún se le hacía difícil acostumbrarse a la forma de tratar del millonario, a...
Se acercó tembloroso, pero logró agacharse, fue ahí donde vio la herida, como pudo hizo presión sobre esta, no podía ver con claridad y hacer las cosas con una sola mano de por sí ya lo hacía difícil. Como pudo quitó los escombros que le impedían revisarlo, tal vez se rompió el brazo porque dolía como la mierda intentar levantar unos trozos de pared.
Finalmente pudo retirar los escombros que estaban en sus piernas y algunos pedazos en su abdomen.
Acercó su mano, dio palmadas y pellizcos en sus mejillas tratando de que abriera los ojos, el cuerpo del contrario se movió en respuesta y empezaba a soltar quejidos.
Se alivió un poco cuando su compañero abrió los ojos, aunque esto implicaba que se estuviera retorciendo por el dolor.
Su rostro estaba pálido. Los quejidos se hicieron más fuertes, pero bueno, quien no quisiera gritar a los cuatro vientos cuando tiene una bala en el estómago.
La desesperación los inundó a ambos.
¿Cómo llegaron a esta situación?
Se suponía que éste debía ser un arresto como cualquier otro, pero no, con ellos nada podía ser normal y menos tranquilo.
Si antes no conocían a una persona así pues ahora ya lo hacían. Jamás creyeron que hubiera alguien tan rencoroso, ni que llegaría a tal extremo.
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[°Horas antes°]
-Oye Kato, ¡Kato! -su amigo le venía hablando desde hace un buen rato pero este no respondía, hasta que sacudió su brazo.
-Ah, ¿Qué pasa Kamei?
-Te vengo hablando desde hace rato y tú ni caso me haces.
-Oh, lo siento
- ¿Dónde tienes la cabeza? Estas así desde hace una semana.
-Ni siquiera yo sé que me pasa -se hundió entre sus brazos sobre la mesa.
-Tal vez estar solo te está empezando a afectar.
-Ya se, ¿Kato-chan que tal si buscas pareja? -la sugerencia de la pelirosa lo tomó desprevenido.
-Pero que-
- ¡Ella tiene razón! ¿Cuál es tu tipo? ¿Altas, chiquitas, delgadas, rellenitas, maduras, con pechos? ¡Mira! -volteó su monitor para enseñarle un sin fin de mujeres, y desnudas cabe decir.
- ¡Kamei no quiero ver porno! -con un pequeño sonrojo se volteo en dirección contraria.
- ¡¿Que acaso nadie vio porno al menos una vez?! -nadie dijo nada [Yo sé que si lo hicieron]
-Eres un degenerado -Le dijo Yumoto.
-Uno intenta ayudar y así le pagan, se dice gracias maldita cerda malagradecida.
