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Como estudiante de primer año de la universidad, lo mas importante es aprobar todas las materias. No me malinterpreten, también me parece de suma importancia hacer sociales dentro de la carrera, ya que gracias a estas amistades será más fácil sobrevivir toda la época de parciales y finales. la clave de la universidad es tener una vida facultativa y sociable balanceada, lo cual, creo yo, se me da bastante bien. 

Otras personas enfocan su año facultativo en hacer sociales y simplemente dejan todas las tareas para ultimo momento (me tocó vivirlo, una vez tuve que quedarme despierta hasta las seis de la mañana porque mi compañera de trabajo decidió acordarse que ella tenía que hacer su parte en el último día). La minoría se ocupa de hacer amistades, mientras que la mayor parte de mis compañeras solo quieren llegar a tener a una oportunidad de noviazgo. 

Verán, al estudiar una carrera como el Traductorado, es muy difícil encontrarse con hombres en tu misma comisión. Así que al momento que un varón atraviesa la puerta del aula, las chichas parecen irse de sí y solo prestarle atención al susodicho. No importa si es feo, un chupamedias o el chico más estúpido de todo el mundo, mis compañeras lo verán como un Dios. Al punto que una puede escribir en el grupo de WhatsApp una pregunta que nadie responde pero si el hombre llegara a poner un chiste ya mismo tendrías las notificaciones llenas de todas riéndose de algo que quizás ni era tan gracioso. 

El susodicho en cuestión se llama Calum Hood. Un chico morocho de tez café con leche que, por su compostura, diría que vive al lado de un gimnasio. Se sienta todos los días al lado mío, por lo que hace que este rodeada de gente que habla en clase. Al principio pensé que era pura coincidencia, pero ya a la tercera semana consecutiva de tenerlo al lado riéndose con la chica rubia, Julia, decidí que era una movida hecha apropósito. 

Generalmente trato de prestar atención a clase y no hacer ningún gesto de disgusto cada vez que Calum dice un chiste y se escuchan de fondo las risas. Más de una vez no pude contenerme, y mire asqueada a mis amigas (que por suerte piensan como yo). No tengo problema alguno con la presencia de Calum, lo único que si es molesto es la actitud de mis compañeras. 

Tengo entendido que si queres estar con alguien no vas a ser lo más obvio posible. Nadie quiere a una persona que lo halague las veinticuatro horas del día. O al menos yo me manejo así con la gente que me gusta, no quiero ser tan obvia a la hora de hablar con la otra persona. Hasta me daría vergüenza que la otra persona se enterara de mis sentimientos, peor aún si no sienten lo mismo que yo. Pero cada uno toma el amor como quiere, y no soy quien para juzgar las actitudes de mis compañeras, aunque acabo de hacerlo. 

Dentro de cuatros días tenemos un parcial, entonces con mis amigas, apenas termino la clase, decidimos juntarnos a estudiar en la biblioteca de la universidad. Obviamente, lo que menos ibamos a hacer era estudiar, pero de vez en cuando si nos concentrábamos. 

-Bueno, me harté -  dijo Zoe dejando el lápiz en la mesa y tirandose en el asiento. 

-Si, no doy más - concordó Nova

-¿Vieron todo lo que se rieron hoy en clase?

-Es imposible concentrarse así - comenté al respecto. 

-Mañana deberíamos cambiarnos de lugar, si es que queremos aprobar el viernes. 

-¿Por qué haríamos eso? Cada vez que nos corremos de lugar, Calum se sienta al lado nuestro de todas formas - se pseudo quejó Zoe - Yo creo que si quiere invitarme a salir, que me lo diga y listo, no hay porqué de ir persiguiéndome.

Quizás todo este tiempo fui muy narcisista al pensar que Calum se sentaba al lado mío. Nunca se me pasó por la cabeza que no era por mí que Calum se sentaba ahí. Todas las veces Nova y Zoe han estado junto a mi, y por ende, junto a él. ¿Por qué se me pasó por la cabeza que era por mi que él se sentaba junto a nosotras? 

-¿Quizás solo le caemos bien y no sabe como hablarnos? 

-¿Calum? ¿No sabiendo como hablar? Pf, no digas pavadas. 

-Además me ha hablado un par de veces - musitó Nova - siempre era por la tarea, o la vez que me pregunto por el numero de Riley. 

-¿Te pregunto por mi número? - pregunté sin entender.

-Ah, si, la semana pasada. Creí que era porque le dije que vos tenías los apuntes de la clase de Español. 

-Qué raro. Nunca me escribió igualmente. 

-Quizá se olvidó. 

-A mi no me molesta que se siente al lado nuestro. Es lindo, no me van a decir que no. A demás de vez en cuando lo descubro mirando para nuestro lado. 

-¿Podemos dejar de hablar de él igual? - ya me molestaba que hasta cuando no estaba, era igual el tema de conversación - Ya me basta suficiente con que en clase el sea de lo único que se hable. 

Volvimos a lo nuestro. De todas formas, no pude volver a concentrarme como antes ya que el saber de que Calum tenía mi numero y podría mandarme un mensaje en cualquier momento se quedo viviendo en mi cabeza. ¿Por qué se tomaría la molestia de pedir por mi número pero después no hablarme? Además, nos seguimos en Instagram, podría haberme pedido mi número directamente por ahí.

Gracias a que mi teléfono sonó, pude desconectarme del pensamiento de Calum por un segundo. Luego volví a pensar en él cuando vi los mensajes que me había llegado. 

Hey, Baker

Soy calum 

Que te parece si esta semana nos juntamos a estudiar para el parcial?

Estoy re perdido y me vendría bien tu ayuda. 

Ahora entiendo el por qué de pedir mi número telefónico. 


i felt younger when we met; cthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora