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15 de junio del 2015
Fernanda, 13 años
-¡Debes de cambiar de escuela!- Gritaba enojada.
Su voz se escuchaba tan fuerte, su mirada estaba totalmente concentrada en mi, su mano estaba levantada en forma de amenaza.
-¿Porque debo de cambiar de escuela? , puedo...- Recibo una cachetada.
Antes de poder terminar mi frase esta fue callada con un golpe, con dolor la vi.
-¿Porque?, porque lo he dicho así que empaca tus cosas y en una semana nos vamos- hablo mirando desde arriba.
El golpe hizo qué su voz fuera más baja sin embargo su mirada aun estaba inyectada de odio.
-Si, mamá.- hablo temblando de miedo.
Logro decir porque simplente no me salen las palabras del miedo, aun con mi mirada al piso logro ver como se aleja y me derrumbó en mis adentros porque aún con mi nudo en la garganta debo de hacer mis maletas.

22 de junio del 2015
Ya estaba lista para mi primer día en una nueva escuela la cual se encontraba en el pueblo donde mi mamá logro dar clases en una primaria, es un lugar pequeño pero se ve muy alegre, mientras el taxi me llevaba a la secundaria podía ver que había muchas chicas y estaba tan nerviosa pero cuando entre al plantel solo me sentí raramente observada aunque no los puedo culpar era nueva y obviamente ni ellos me conocían ni yo los conocía, me dirigi a la dirección para preguntar sobre el homenaje y mi salón, no fue difícil llegar ya qué estaba en la primera sección del plantel, me acerque a una secretaria.
-Hola buenos días soy Fernanda Cruz Bello, soy nueva y me gustaría pedir información sobre mi grupo y horario-hable tranquila
Aunque por dentro estaba tan nerviosa que quería salir rápido.
-Hola soy la secretaria Guadalupe-su mirada era amable y empezó a buscar en unos documentos. - claro señorita su salón sería 1°C y su horario lo puede conseguir con sus compañeros- me sonrió mientras me indicaba donde estaría mi salón. -Solo que el homenaje ya va empezar de hecho ya se están formando así que te acompaño al lugar que tendrás. -Sonrió mientras se levantaba.
-Muchas gracias secretaria Guadalupe, realmente me a ayudado mucho. -Hable con felicidad.
Mientras caminábamos hacia la cancha del plantel solo podía notar la gran naturaleza qué tenia la secundaria.
-Llegamos, ahora formate en ese espacio detrás de la chica de coletas-Hablo con tranquilidad.
mientras su mirada se enfocaba al lugar que me había dicho, regreso su mirada a mi para sonreir.
-Gracias.- Conteste con una sonrisa.
Camine hasta donde me había dicho y me presente con mis compañeras y así paso el homenaje después de que un compañero se lo llevarán a la enfermería por sentirse mal, cuando acabo el homenaje me dirije al salón, una vez en el, un maestro me pidió presentarme.
-Hola soy Pedro, soy su maestro de taller de lectura veo que eres nueva, me gustaría saber sobre ti y tus compañeros están totalmente de acuerdo conmigo con el hecho de que te presentes-Hablo amable y divertido.
-Hola soy Fernanda Cruz Bello, soy de Chilpancingo y me gusta hacer amigos, leer libros, escribir y amo la música, soy signo Geminis y espero llevarme muy bien con ustedes-Hable tranquila y con un tono fuerte pero claro.
-Muy bien Fernanda, ahora sobre los libros y material-Comenzó hablar con tranquilidad.
-Maestro Pedro, ya tengo el material necesario y los libros ya los tengo también-Conteste con una pequeña sonrisa.
-En ese caso podemos seguir con las clases y le reconozco su compromiso con la escuela-Sonrió orgulloso.

Continuamos con las clases hasta que la campana por fin indicaba la llegada del momento en donde todos sentían libertad, efectivamente el receso, con mi almuerzo en mi mochila mi motivo para salir era nulo sin embargo salí a conocer un poco más, mientras caminaba por el pasillo pude ver un chico super lindo al menos para mi, ojos color negro, cabello negro, un poco más alto que yo no mucho solo un poco, delgado aunque el hecho de que no se quitara el suéter me inquietaba al menos para mi una persona la cual nunca uso el suéter me generaba curiosidad, sin embargo no pude evitar verlo pero en un intento de seguir con lo mio seguí caminado y llegue a un árbol lleno de mangos, lo curioso es que el árbol estaba lleno de chicos intentando bajar su fruto y enfocando mi vista pude verlo en ese momento baje la vista y camine al rededor del plantel, había una bugamvilia qué quedaba en una esquina donde por lo visto juntaban botes de platico para subir puntos en biología, la cancha por lo que note era un lugar donde todos se juntaban a jugar y las chicas a ver los partidos, el comedor un lugar de lucha campal donde las alianzas se hacían sacando una ficha o comida.

29 de junio del 2015
Cada día era una nueva aventura aunque no puedo decir que había logrado tener muchas amistades ya qué al parecer para las chicas de mi edad la canción de "cerrucho" o como se llame es lo mejor y no es para nada sexista o denigrante pero en fin quienes somos para juzgar mis únicas tres amigas eran suficientes pero ese chico no podía salir de mi mente, me intentaba concentrar pero no podía evitar pensar en el, su al parecer amigo estaba interesado en mi pero un hombre que presume de macho y que todas quieren con el no es mi tipo, en cambio el...

Jafet, 13 años
29 de junio del 2015

-Mario, si ella no te quiere...¿no crees que deberías dejar de insistir?- hable dudoso.
Su mirada era de enojo, claramente su mentalidad de que todas deben de salir con el no permite qué tenga ideas claras.
-Es tema que no te importa Jafet, ella debe de estar conmigo o ¿acaso te gusta?-hablo con ira.
Su mirada no dejaba de verme y sabia que si seguía no dudaría en recurrir a los golpes, aunque su pregunta no tenia sentido como me podría gustar ella si no la conozco.
-Claro que no Mario, solo que debes de aceptar que no quiere-Hable tranquilo.
Lo más tranquilo qué pude sin embargo un golpe en la mesa me impidió seguir.
-Ella debe se estar conmigo-Dijo con ira, amenazando con su mano.
Se veía claramente enojado por todas las veces que en tan solo una semana logro ella rechazar cada saludo e intento de su parte.
-Yo solo decía Mario- Me explique con voz neutral. -Voy a salir al patio, ¿Quieres algo?-Dije con la esperanza de librame un poco de el.
-No, vete- hablo más tranquilo.
Sin más me retire puesto que no quería seguir hablando con un ser no evolucionado como el, aunque era mi amigo se comportaba como un imbecil, al salir en camino hacia los salones de talleres la vi caminado sola y su mirada se encontró con la mía en segundos.

Entre mis letras esta nuestro destino Donde viven las historias. Descúbrelo ahora