Entre mis letras esta nuestro destino

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29 de junio del 2015.
Fernanda, 13 años.
Debería de salir o sigo esperando a que el próximo profesor llegue a la aula, me preguntaba mientras apreciaba la puerta donde podía ver a todos divertirse, me levante con un poco de valor y justo cuando estaba apunto de salir, lo veo a el con esos bellos ojos cafés...

-Eh, lo siento-Hablo tímida pero avergonzada, mi mirada choca con la de el pero la bajo lo más rápido que puedo.
-No te preocupes-Habla nervioso y corto, sin decir nada más se marcha.

Genial apenas salgo del salón y ya metí la pata con ese chico, dejo que mi caminar sea solo y llego a un lugar un poco solo, justo lo que necesitaba para olvidar a el...

-Una semana después-

No quiero estar cerca de ese chico Mario, ¿cuantas veces tienes que rechazar a una persona para que entienda un NO?...

-Vamos Fernanda seamos novios-Habla con un ligero tono de enojo después de muchas respuestas negativas.
-Realmente ¿crees que ese no va a cambiar?, ¿te esta dando resultado? Porque honestamente yo se que a pesar de que lo intentes todos los dias no hay posibilidad de que cambie-Mi voz esta agotada.
-¿Te gusta Jafet?-Me mira directamente. -Eso es lo único que se me ocurre para tantas negativas, cualquier chica de esta escuela daría lo que fuera por estar en tu lugar-Su ego se escucha hablar. -Ese mal parido me va a escuchar-Su mirada recorre todo el lugar y su voz es intranquila.
-Sabes no me debe de gustar Jafet ni nadie, para que TU a mi no me gustes-Levanto mi vista retando. - Y si cualquiera de las chicas daría todo, diles que yo le doy esta maldita tortura qué eres tú gratis-Me enojo tanto que empiezo a temblar.
-Eres una maldita creída-Me regresa la mirada desafiante. -Me canse de ti, ya no me importa esa apuesta-Su voz es ronca. -Pero de esto te vas a arrepentir-Me levanta la mano y cuando estaba a punto de golpearme su mano es detenida por el...
-No la toque- Su voz enojada es tan gruesa qué me siento regañada pero aprovechando el momento me pongo detrás de él.
-A ti que te importa Jafet-Lo ve con un odio que puedo jurar qué en cualquier momento comenzaría una pelea.
-Me importa porque no permitiré qué le pegues a una compañera-Lo suelta con una amenaza en los ojos.
-Lo vas a lamentar Jafet, asi qué aprovecha este momento-Se retira del lugar con un enojo evidente.
Mi corazón esta latiendo muy rápido, y a pesar de que escuche como se fue no quiero soltarme de su suéter, me tranquiliza estar con el, este aroma es tan delicado pero exquisito y puedo sentir como intenta hablar conmigo pero simplente escuchar su corazón latir tan rápido al compás del mio, solo me confirma qué ambos empezamos a sentimos algo, despues de un rato dejo que gire y empieza hablar.
-Se que puedes estar asustada pero puedes estar tranquila, no soy el único que te puede defender si esto vuelve a pasar-Sus nervios lo delatan pero respetare qué quiera ocultar lo que ambos sabemos.
-No te preocupes, entiendo perfectamente que puedo contar contigo y claro que lo que acaba de pasar es porque soy tu compañera, no porque signifique otra cosa-Lo digo con resignación y bajo la mirada.
-No, no es eso...de hecho me fue casi imposible no querer ayudarte...eres muy linda... Y Mario un idiota, pasaría en cualquier momento-Sus nervios vuelven adelantar sus intenciones pero es tan lindo qué no pienso dejar las cosas así.
-Pero sabes no quiero ser solo tu compañera, dejame ser tu amiga-Lo miro con alegría y ternura.
-Si, claro que seremos amigos-Su alegría es casi imposible ocultar. - Entonces nos vemos mañana, ya que acaban de tocar y me tengo que ir, claro que te acompaño a la salida para evitar que Mario diga otra cosa-Habla tan nervioso qué es casi imposible entenderlo pero lo logro con una ronrisa.
-Claro, vamos- lo digo mientras tomo las mochilas qué estaban tiradas por lo sucedido, me ve y se apena por no reaccionar rápido.
-No te molestes debí de alzar las mochilas y no tu- se disculpa con timidez.

29 de junio del 2015
Jafet, 13 años.
Es simplemente hermosa, su cabello es de un café tan lindo qué en el sol es tan claro que puedo entrar en himnosis, la manera en la qué habla es tan suave, es muy franca por lo que escuche cuando habla con otros y yo un siempre mortal amandola...me tiene totalmente enamorado pero no se lo puedo decir, Mario entraría en una actitud déspota, afectaría mi entorno y no estoy preparado para ello, que tal me pongo super fuerte y saco la valentía para defenderla y poder aceptar que mi modo de vivir va a cambiar y con esto puedo ser...
-Jafet, te noto distraído ¿algo pasa?, ¿estas así por lo de Mario?- Habla nerviosa y preocupada, -Si es así, me disculpo creo que debí imaginar que se tornaria de esta manera-Mientas habla su mirada bajaba y se notaba un tono triste.
Es un ángel, un ángel que me habla a mi y esta preocupada por mis pensamientos.
-Fernanda, no es otra cosa solo estaba pensando en como ayudarte con ese problema-Mi voz es gentil y mi sonrisa no se puede ocultar.
-Oh, es eso...me había preocupado porque realmente no quiero perder tu amistad-Su voz es mucho más relajada y sin duda alguna vuelve a sonreír al verme.
Definitivamente me encanta pero no puedo mostrarlo, hasta que este listo...

Narrador.
Unas semanas, un mes o tal vez dos meses duro la alegria de ambos, claro con antibajos, sin poder expresar al menos una vez el amor que se tenían porque una noticia llegaría...