Fire Emblem Three Houses: Pasado Decidido

Capítulo 21: Como el Perro y el Gato

Monasterio de Garreg Mach

Era una mañana como cualquier otra en el Monasterio y Byleth seguía haciendo sus tareas como profesor, aguantando todo lo que sucede; los arranques de emoción de Caspar, el cortejo de Sylvain a todo ser vivo... incluso a él mismo, el acoso de Claude, los chistes de malo de Alois, como dije, todo un poco. 

Pero hoy era algo distinto, pues verá a dos individuos que tienen muchos mótivos para explotar, pero no se había dado la oportunidad, hasta hoy... 

—Buenos días  —dice Byleth, quien entraba al salón de profesores, esperando respuesta.

—¡MANUELA!, ¡no me hagas repetirme otra vez! 

—Hanneman, ¡dejame en paz! 

—¡Te dejaría en paz si dejarás de dejar todos tus papeles en el escritorio!, ¡esto parece la habitación de un niño! —alega Hanemman, quien gritaba tan alto que se podía escuchar hasta en el comedor.

Manuela no dejaría esto pasar, así que rapidamente lanzó un contrataque verbal feroz— ¡No me jodas Hanemman!, ¡lo único que haces es criticar todo lo que hago cuando tienes oportunidad, pero no te das cuenta de que eres un viejo que aburrido!

—Disculpen... 

—¡Desordenada!

—¡Viejo!

—¡DESCUIDADA!

—¡ANTICUADO!

—¡SIN VERGUENZA!

—¡ARCAÍCO!

Mientras los profesores de los demás cursos, Hanneman y Manuela estaban en una acalorada discusión, Byleth no encontró nada mejor que hacer que hablar con su compañera en su cabeza, quien tenía muchas ganas de burlarse de nuestro profesor, ya que era una especie de hormiga frente a dos titanes que peleaban entre sí.

Sothis: ~Parece que no piensan hacerte caso~

Byleth: ~No me digas, Capitana Obvia. Aunque esto es muy extraño, ¿qué crees que haya pasado para que estén tan molestos entre sí?

Sothis: ~¿A qué te refieres?~

Byleth: ~Solo piénsalo, es normal que estos dos tengan sus discrepancias, pero es la primera vez que veo que realmente son capaces de golpearse~

Sothis: ~Supongo que tienes razón, bueno, ya sabes que hacer~

Byleth: ~¿Ya sé que hacer?~

Sothis: ~¡Obvio!, eres el gran profesor del monasterio, eres el más indicado para resolver los problemas del mismo~

Byleth: ~No sé ni para qué hablo contigo~

—¡DESVERGONZADA!

—¡FÓSIL!

—Oigan —trata de intervenir Byleth, pero es totalmente ignorado, lo que lo obliga a golpear fuertemente un muro, llamando la atención de todos —¡¿Ahora sí puedo hablar?!, ¡han estado actuando como niños los dos!, no sé que habrá pasado entre ustedes, pero no es motivo para que esten haciendo un total desorden en este salón.

—E-Eh —reacciona Hanneman, dándose cuenta de su mala actuación.

—Uhm... —lo mismo con Manuela, quien se sonrojó un poco al haber hecho un espectáculo frente a Byleth. 

—Ahora, ¿alguien me podría decir que sucedió para que se pusieran así?

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—Dejame ver si lo entiendo —dice Byleth, mientras coloca sus dedos en su sien, pensando— Manuela entró al salón de profesores comiendo un sandwich con una cantidad exagerada de aderezo, y por error cuando iba a morder el pan, manchó el papeleo que estaba en la mesa de Hanneman, a su vez Hanneman estaba estudiando unos emblemas y olvido una clase que tenía con los Ciervos Dorados, por lo que Manuela tuvo que ir a sustituirlo, pero esto también afectó a Manuela, porque tenía una cita con un caballero... ¿todo eso?

Hanneman y Manuela: Sí

—Vaya, si que es mucho para procesar...

—Como puede entender profesor, no es justo que Manuela venga de la nada con su sandwich y manché todo lo mío.

—¡Lo mismo digo!, ese galan no me ha vuelto ha dirigir la palabra desde que lo dejé plantado...

—Tranquilicense un momento, estoy seguro que hay alguna manera de solucionar esto... Hanneman, una duda, los documentos que Manuela dañó... ¿eran muy importantes?

—¡Sin duda! —alega Hanneman— Eran los registros de mis alumnos de la última clase de mis chicos, los evalue en el campo de batalla y ahora no tengo la manera de recuperar eso.

—Hmm... Manuela, ¿tienes manera de volver a contactar a ese... ahg... chico?

—E-Eh... creo que podría, espero que me conteste cuando le hable —dice Manuela, un poco sonrojada por el tema que se está hablando.

—Bien, creo que ya sé que podemos hacer... yo mismo me encargaré de evaluar a los alumnos de Hanneman en la próxima clase

—¿Qué? —pregunta Hanemman, curioso de la idea del profesor.

—La próxima clase, yo tomaré tu lugar, para que puedas hacer tu estudio de emblemas con tranquilidad, y que Manuela pueda hacer lo que t-tenga que hacer.

—¡Profesor!, no es justo que se cargue de más por nuestra culpa... —dice Manuela, mientras eleva un poco la voz.

Byleth lanza un largo suspiro —No se preocupen, ya decidí que lo haré, además no olviden que este mes tenemos el simulacro de la Batalla de Leones vs Águilas, esa puede ser una oportunidad para sanjar cuentas y tranquilizarnos un poco más.

Sothis: ~Claude estaría orgulloso de lo que dices~

Byleth: ~Callate~

—Profesor yo... no sé que decir, le agradezco por todo y... me disculpe ante usted y ante Manuela por mi falta de comportamiento —menciona Hanemman con una cara apenada.

—Lo mismo digo Profesor, lamento que haya tenido que pasar por nuestra falta de educación. Y Hanneman, perdoname por manchar tu registro...

—Tú también Manuela, disculpame por todo lo que te he hecho y... supongo que nos vemos en el próximo enfrentamiento.

Manuela asiente con la cabeza y comienza a hablar con Hanneman de muchas cosas, mientras Byleth se va a su escritorio a terminar con unas cosas que tenía que hacer. 

Sothis: ~¿Ves lo que te dije?, siempre supe que eras el indicado para resolver este dramita.~

Byleth: ~Si si, voy a terminar esto y me iré a descansar un poco, me espera un mes muy apretado.~

Sothis: ~No fingas que estas ocupado, sé que te sientes aliviado que están llevándose bien~

Byleth: ~....~

Sothis: ~Da, está bien, te dejaré tranquilo, suerte~

Lo que nuestro profesor no sabía, es que afuera del salón de maestros había un visitante inesperado que había escuchado toda la conversación, mientras sonreía orgullosamente. No era nadie más ni nada menos que el delegado de los Ciervos Dorados. 

Claude: Bien, espero que nuestro profesor esté preparado para nuestro pequeño entrenamiento, ¿que aventuras le depararan?

Hilda: ¿Claude?, ¿qué haces hablando solo?

Claude: E-Eh... ¡nos vemos!