Amore Macchiato

Prólogo

Sus ojos se posaron en el cielo estrellado, su carita se encontraba recargada en sus manos. No había nada más interesante que ver eso y pensar tantas posibilidades que existían para poder verlas más de cerca.

Las estrellas brillaban con intensidad a pesar que las luces de la ciudad estaban encendidas, soltó un suspiro soñador. Ama ver las imaginando que figuras formaban en el cielo.

—Es hora de dormir— habló alguien detrás él.

Él se dio vuelta para ver a su padre en la puerta de la habitación, lucía tranquilo a pesar de que había llegado del trabajo no hacía mucho.
El asintió para bajarse con cuidado del banco que estaba en frente de la ventana, su padre le ayudo a subir a la cama, donde lo arropó con cuidado mientras el lo observaba en la cama de mantas azules color cielo.

—¿Papá porque aparece la Soulmark?— preguntó el niño mirando a su padre que le acomodaba las sábanas.

—Bueno es para que reconozcas a tu alma gemela— contestó su padre.

—¿Que es un Soulmate?— ladeó su cabeza por un momento.

—Es como un mejor amigo, pero más. Es la única persona que te conoce mejor que ninguna otra, te hace ser mejor persona... En realidad no te hace una persona mejor que tú mismo porque te inspira a hacerlo— respondió con tranquilidad analizando cada una de sus palabras.

El escuchaba atentamente.

—Un Soulmate es alguien que siempre llevas contigo para siempre, Es la persona única que te conoció, te acepto y... Creía en ti antes de que alguien más lo hiciera o nadie más lo haría— toma un descanso para comprobar que el pequeño aún está despierto—. Y pase lo que pasé, siempre lo amarás. Nadie puede cambiar eso

Eso le agradaba pero, ¿Cómo sería su Soulmate?, ¿Cómo sería su Soulmark?. Eran tantas preguntas que en su mente se formaban.

—¿Y qué pasa si no encuentro a mi Soulmate?— preguntó mientras su padre soltaba un suspiro.

Parecía buscar una respuesta que pudiera comprender su hijo a su pequeña edad de seis años.

—Simplemente puedes seguir con tu vida, encontrar a alguien igual que tú— acarició los cabellos del pequeño—. Alguien que también quiera ser amado.

«Alguien que también quiera ser amado».

—Buenas noches Eijiro— se despidió su padre depositando un beso en la frente de su hijo.

—Buenas noches papi—respondió.

Cerró sus ojos, su padre apagó la luz que estaba en su mesita de noche para posteriormente apagar la luz del cuarto en general y salir de la habitación. Espero al menos unos minutos para finalmente salir de su cama y volver a la ventana.

Se sentó con cuidado, para posteriormente cerrar sus ojos y llevar una de sus manos en dirección donde se suponía estaba su corazón.

—Querido Soulmate, mi nombre es Eijiro Kirishima tengo seis años. Si es que logras escucharme es porque estamos destinados a encontrarnos y amarnos aún cuando pareciera que el destino está en nuestra contra— comenzó a hablar el pequeño abriendo los ojos.—. Me e dado la tarea de escribir cada mes una carta para que el futuro no dudes lo mucho que te llegue a amar.

Una estrella fugaz atravesó el cielo. Eso era una buena señal.

—Deseo que mi Soulmate exista— susurro.

Un deseo que nacía de lo más profundo de su corazón.