Eres perfecta para mi [ Yugo x Amalia ]

Aquel misterioso hombre

Con sus plumas negras tapaba la luz, haciendo dificil verlo, pero ella sabia quien era. Sus ojos parecian brillar en la oscuridad, un brillo carmesi. Definitivamente era aquel intruso que había convencido a  Amalia. Por mas que luchaba la pequeña yopuka, era imposible safarse, su rival era demasiado fuerte "no puede derrotarme este idiota" maldijo en su cabeza,  aquella sensación de sentirse sometida sin haber dado una buena pelea era asquerosa, humillante. Eliely intentó tomar una de sus patas pero la que quedaba libre de inmediato fue aplastada por las poderosas garras del hombre. 

Adamai entró y al ver aquella escena no la penso ni dos veces y se lanzó a darle un puñetazo en la cara. Inmediatamente la niña tosió salvajemente, pues le habian imposibilitado respirar. Las cosas no iban a ser tan faciles pues de inmediato respondió Zephyr con un fuerte arañazó, las garras se habían envuelto en llamas y atravezado  su piel cual cuchillo en mantequilla, aunque el fuego le había imposibilitado sangrar, la herida ardía terriblemente, era una sensación punzante. El dragon soltó el esperado alarido de dolor, haciendo que los vecinos de habitación se alertaran. 

A pesar de estar herido le dio pelea devuelta, intercambiando puños, uno tras otro provocandose moretones, Adamai no tenia ya los dofus, así que en nivel de combate estaba bastante parejo con el.  Al otro lado de la habitación mientras tanto  estaba la pequeña niña dando saltitos y animandole.

-Vamos Adamai, partele su cara de niño bonito ¡tu puedes!- volteó a ver al otro y le sacó su lengua, dejandole en claro que deseaba verlo humillado.

Un golpe preciso en el estoago del hombre ave hizo que viera de todos colores, blanco y luego negro. Terminó en el suelo sin aire, escupiendo sangre.

-cof cof- escupió el espeso liquido rojo- Que... maldita...sea- gruñó inmovilizado. Su rival mientras tanto, no perdió mas tiempo y aprovechando su derrota le tomó por el cuello.

-Vas a explicarme niño bonito que asuntos tienes aquí- Encendió yna llama en su palma- y mas te vale que sea rápido- Zephyr gruñó y se rindió.

-Necesitaba que tuvieran una pequeña motivación a ayudarme- dijo sonriendo malevolo.

-jaja ¿acaso crees que vamos a ayudarte luego de que atacaras a uno de nosotros por sorpresa? Eso solo te hace un criminal- El sometido solo volteo los ojos.

-tch ¿y que? Realmente necesito que hagan esto por mi- Su excusa era ridicula, la mas ridicula que pudo escuchar.

-veo que eres de los que no aceptan un no por respuesta- le fulminó intimidandole, viendole con el ceño fruncido- Olvidate de que querramos aceptar un trato contigo ahora.

-Si, el tiene razon- Saltó la niña de la nada para abuchear.

Adamai terminó por azotarlo y amarrarlo en el suelo, tan pronto como hizo eso, aparecieron Yugo y Amalia Descorcentados. Por aluna extraña razon habia alguien atado en la habitación, generando muchas preguntas en la cabeza de ambos. Pero tras reaccionar, la sadida reconoció quien era. 

-Zephyr ¿Que haces aqui?- le interrogó con claro tono de molestia.

-Bonjour princesa-  le sonrió aun mareado por los golpes. A pesar de su situación no dejaba su papel de  playboy.  El dragón le explicó detalladamente lo que había suscedido , acabando por liberar la indignación, atrayendo miradas con desaproación por todos. Se sentía de alguna forma intimidado, pero no lo iba a demostrar. Yugo sintió un ligero ardor en su pecho, y terminó por gruñor.

-Sucio traidor, tenia el presentimiento que no eras alguien de fiar- le dio una pequeña patada.

Inmediatamente el hombre expresó su dolor- auch... mocoso molesto, eres desagradable- enseñó los dientes mostrando que su dentadura poseia colmillos afilados aunque no muy randes. En parte su rostro hacía recordar a un miaumiau estando como estaba.