Capítulo 24: Hermosos y confusos regalos 2/?

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Martes

Narra Samuel (que no se lo esperaban) :

Un nuevo día se hacia notar a través de mi ventana. El sol iluminaba mi elegante y extravagante habitación. Consta de una cama matrimonial con una sábana negra y una morada encima, un pantalla plana de 50' colgado en mi pared, un armario morado oscuro realmente grande, el techo es de madera de roble negro, el piso de baldosas negras, la pared que esta detrás mío es de color morado medio igual que la de al frente, la de los lados son color negro, en la pared que esta a mi lado derecho se encuentra un gran ventanal con cortinas moradas, me permite ver el paisaje que me rodea, por el no se ve ni un pequeño rastro de contaminación y construcciones, se ve un bello bosque y se pueden observar como los rayos del sol se filtran por las hojas de los árboles, bajo la ventana hay un mueble estilo psicólogo (espero que entiendan) color morado con detalles negros, el cuál utilizo en pocas ocasiones para pensar con el bosque de fondo; en la parte izquierda de mi cama esta mi zona de ocio, posee una pantalla exclusiva para videojuegos que es más pequeña que la otra, tengo todas las consolas posibles y un estante de roble negro totalmente gigante lleno de videojuegos –shooters, rol, aventura, con historia, etc.– y los utilizo cuando me plazca excepto cuando alguno de mis hermanitos me lo "piden prestado", para sentarme tengo un puff (¿Se le dice así?) morado súper cómodo.

Paro de contemplar mi costosa habitación y me levanto de la cama. Voy a correr un rato al bosque.- pensé. Fui al armario y saque mi ropa deportiva. Lleve la ropa al baño privado y abrí la llave de la ducha pero sin meterme, estaba esperando el muy momento perfecto el que el agua no esta muy fría ni muy caliente. Salí del baño para esperar un poco por el agua, me pare enfrente de la ventana para ver la bella vista que me proporcionaba. Algunas ardillas trepaban los árboles y otras buscaban alimentos en el suelo. Abrí la ventana y un aire frío entra a la habitación acompañado de una hermosa melodía cantada por las aves (reproduzcan la melodía *principio del capítulo*), el sonido era simplemente majestuoso, relajante y natural. Me perdí totalmente en la melodía, cantaban en un tono agudo pero tranquilizante. Cuando uno cantaba todos callaban y luego se turnaban para hacer los solos o cantar juntos. Deje la ventana bien abierta para tener una buena acústica de la melodía y entre nuevamente al baño. Pase la mano por debajo de la regadera y comprobé la temperatura del agua. Perfecta. Me desvesti y entre en la ducha. Se podía oír perfectamente la melodía de afuera, el sonido del agua quedaba opacado con los cantos de las aves que parecían no cansarse. El agua bajaba por mi musculoso y bien formado cuerpo, me enjabone, me volví a hechar agua y salí de la ducha. Abrí la puerta del baño y salí completamente desnudo porque soy tonto y no lleve la ropa al baño. La puerta estaba con pestillo así que no habría problema de que alguien entrara. Corrí a la ventana y baje las cortinas pero con las ventanas abiertas para seguir escuchando la melodía de las aves. Me vestí deportivo para salir a trotar por el bosque, en todo el tiempo que tengo acá nunca he tenido la curiosidad de saber como es por dentro. Peine mi cabello y baje al piso inferior (bajo abajoxD) (detengan la música, solo si quieren :3)

Todo el piso inferior estaba impregnado con el olor del desayuno.–waffles con fresas–. Entre a la cocina y me encontré con Ana, la señora del servicio, tiene 64 años. Ha estado con nosotros desde que tengo uso de razón, permanece todo el día aquí porque no tiene familia pero nosotros la unimos a la nuestra.

Colgando en tus manos (Fanfic Willyrex y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora