Más de ti

XV

Lo que hay dentro

...

—Maldita sea... No me hagas correr detrás de ti bastardo —Katsuki se veía molesto, pero en realidad no lo estaba, solo estaba confundido y algo agitado.

Todoroki se mantuvo en silencio con la vista fija en el suelo y es que, ¿Qué podría decir? Segundos antes, el chico frente a él lo había llamado por su apellido, cuando nunca antes lo había hecho y solo se dirigía hacia él por apodos algo irrespetuosos, pero eso no le molestaba de hecho, por más groseros que fueran para él eran más que solo eso, lo consideraba halagador.

—¿Por qué viniste? —esa sola pregunta descolocó al rubio, miro directamente al bicolor y noto tristeza en su mirar, la había echado a perder.

—Ni yo mismo lo sé, carajo, no te pongas así, me molesta que lo hagas —el cenizo se cruzó de brazos y frunció el ceño.

Entonces Shōto lo comprendió, Bakugō nunca diría directamente que alguien o algo le preocupa, le costó tiempo entender ciertos aspectos de la persona que ama, el medio albino aprendió mucho con solo ver y oír; aprendió a diferenciar una verdad de una mentira y es que, Katsuki no sabe mentir, aprendió que por más que él gritara que algo no le importaba, en realidad era todo lo contrario, a él no le gusta admitir ciertas cosas, cosas que puedan herir su orgullo, tal como ser derrotado o tachado con malas etiquetas.

—¿Te acompaño a casa? —dejó de lado lo anterior, el medio pelirrojo decidió que podía seguir amando, aunque fuera en secreto.

—¿Ah? ¿Para que querría que vinieras? Solo estorbarías —el más alto noto que el rubio estaba más tranquilo, incluso menos amenazante.

—No tengo nada que hacer, aún es temprano —se encogió de hombros como si fuera poco.

—Tsk... Más te vale no molestar —la expresión dura desapareció del rostro del cenizo, por un momento, el bicolor sintió su particularidad de fuego activarse, pero se controlo al instante.

—No lo haré.

Se suponía que debían anunciar que se retiraban, pero les importo poco, simplemente se fueron del lugar y caminaron en silencio, en uno muy incomodo, más que todo para Bakugō, quizás porque Todoroki no estaba enterado de lo que él pensaba, en su inocencia creía que su secreto estaba a salvo, cuando no era así.

Era interesante ver a Shōto caminando delante de él, no le dijo nada, se supone que van a su casa, pero el medio albino no debería saber dónde vive, aún así, lo sabe.

—¿Cómo es que sabes por dónde ir? —comenzó el rubio con cierto interés, interés que puso nervioso al bicolor.

—Midoriya, me mostró una de sus libretas, tiene todo tipo de información —se inventó con rapidez, pero fue más o menos convincente, Katsuki parecía meditarlo.

—Maldito nerd de mierda... —susurró con notoria molestia.

—También sé que tus padres son diseñadores, es de esperarse, tienes un buen gusto a la hora de vestirte —admitió sin pena alguna, por otro lado, el cenizo se sonrojo notoriamente, pero se golpeó las mejillas para disimular.

—Si no fuera por el bastardo de Deku, diría que has estado espiandome —Bakugō se distrajo por unos segundos, segundos en los cuales no noto como las piernas de Todoroki flaquearon.

"Si supieras Bakugō, que estás en lo cierto..."

—Hay muchas cosas que me sorprenden de ti, desde tu Quirk, tu personalidad, tu inteligencia y habilidad e incluso, el hecho de que no preguntes acerca de mis padres —habló con confianza, la verdad es que el bicolor solo le permitiría a Katsuki saber de sus padres, sería al único que le contaría sus problemas. —Todos me preguntan sobre ellos, sobre esta cicatriz, sobre mi relación con-...