Mi nueva familia.

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Llevaba ya una hora de vuelo, solo me quedaba 30 minutos. El viaje se me paso rápido ya que no hice más que dormir, escuchar música y volver a dormir.
-Señorita despierte, ya hemos llegado.
-En, si claro, gracias.

Baje lo más rápido que pude del avión y fui directa a por las maletas. Una vez estuvieron con migo salí a buscar a mi padre. Lo cierto es que nose como va esto, en las películas e visto que la gente lleva carteles con el nombre de la persona que están buscando asique eso hice. Tras buscar cinco minutos al final di con mi nombre. Pertenencia a un hombre viejo, con barba blanca y traje. No recordaba que mi padre fuera tan viejo la verdad y menos lo parecía su voz cuando hablaba con el por teléfono.
-Hola, yo soy Caroline.
-Un gusto señoría Miller, yo soy Adolf su mayordomo.- A claro eso lo explica todo.
-Que clase con mayordomo y todo.- Murmure para mi pero Adolf pareció oírme ya que se río suavemente.
-Acompáñeme joven.
-Eh si claro.

Llegamos a un gran mercedes negro, después de 10 minutos de caminata claro. ¿Pero cuanto dinero tenia mi padre? yo viviendo en un pisito cutre y el tenia mayordomo y un cochazo.
-¿Le molestaría que le molestara por la edad señorita?
-No, claro que no. Tengo 17 años y trateme de tu porfavor, sino me hace sentir vieja.
-Jajaja claro, como quiera, digo como quieras. Ya es la costumbre.
-Jajaja pues que se te vaya quitando con migo eh.
-Asique tienes 17 años, como el señorito Liam entonces.- ¿Que qué?
-Perdona as dicho ¿7 o 17?
-17, pero entre tu y yo, ya que me as caído bien y te e cojido confianza, tiene mentalidad de 7.- La que me esperaba, si hasta Adolf lo dice a saber como es cuando lo conozca, que pocas ganas tengo.
-Jajaja que grande. La verdad es que tu también me as caído bastante bien Adolf. Y este tu y yo, tengo muy pocas ganas de conocerlo.- Y los dos nos empezamos a reír.

***

Después de 20 minutos en coche llegamos a casa. Me los pase hablando con Adolf de el viaje y de como era mi vida en Los Ángeles. La verdad es que es cierto, me a caído muy bien el mayordomo, siento que puedo contarle cualquier cosa.

Al salir del coche me encontré con dos personas en la puerta de la casa. Supongo que eran mi padre y su novia Brenda. Ella parecía estar hablando por teléfono pero en cuanto me voy corto la llamada. Mi padre tenia en sus manos una tarta y una bolsa, me imagino que algún regalo o algo.
-Dios hija pero que grande estas ya, y pensar que la última vez que te vi eras una mocosa de cinco años y ahora una adolescente de 17.
-Ya bueno al crecer se cambia y más si no as visto a esa persona en 12 años.- Dije con un poco de odio. La verdad es que quería a mi padre y lo pase mal por no verle ningún día del año asta que me acostumbre. Por lo menos decidió llamarme un día y desde hay me llamaba todos los años.
-Eh claro hija, mira esta es Brenda, mi mujer.- A que estaba casado y mi me invitó a la boda, esto es ya lo que me faltaba, menuda mierda de padre tengo.
-Un gusto cariño.- Me dijo con una gran sonrisa que parecía sincera, no como las que me dedicaba Matt delante de mi madre, o las de Alice.
-El placer es mio.- Le dije con la misma sonrisa.
-Pasa y te enseño la casa.

Entramos en la casa, si se puede llamar así. Era enorme la verdad. Tenia la cocina pegada al comedia con una gran isla en medio, era blanca y negra, preciosa. Luego el salón era enorme, como mi piso de Los Ángeles. Luego al fondo había unas escalera de madera y daban a el piso de arriba a las habitaciones. Subimos las escaleras y efectivamente eran las habitaciones.
-Esta es la tuya, la de enfrente la nuestra y la de tu izquierda la de tu hermano Liam, a tenido un compromiso y no a podido venir pero seguro que os lleváis bien.- Sigue soñando papa.
-Vale, da igual.- Mejor si soy sincera, ojalá no vuelva asta la madrugada cuando este tan cómoda y calentita en mi cama y no lo vea en todo lo que queda de día. Para que diría nada, justo en ese momento se oyó un portazo que provenía de la puerta principal.
-Este debe ser. Liam hijo sube.- Dijo Brenda muy ilusionada, nose porque yo estoy todo lo contrario.

Se oyeron pasos de las escaleras y a los segundos apareció y chico castaño, con piel morena y ojos color café. Lo cierto es que era mono, pero no se lo diría ni aunque mi vida fuera en ello. De cuerpo estaba bastante bien, parecía musculoso pero no exagerado, apenas se podía apreciar bien por culpa de la sudadera que llevaba puesta.
-Liam, ella es Caroline tu hermana.
-Hermanastra.- Dijo con cara de asco, pero este imbécil quien se cree que es para mirarme así, el más guay de su casa o algo, tiene cuatro ostias bien dadas. Adolf tenia razón, como un niño de siete años. Presiento que voy a tener que aguantar mucho, pero que no se crea que me voy a quedar quieta o callada.

-Claro, encantada, me voy a la cama que vengo cansada del viaje, mañana hablamos. Buenas noches.
-Hoy que pena la señorita esta cansada.- Dijo en voz baja para que solo lo escucha yo. Me está provocando es idiota esta.
-Estúpido.- Le dije de la misma forma.
-Oh la princesita me a insultado que pena.- Decidí ignorar a el patán andante.
-Asta mañana hija.- Dijo mi padre dándome un beso al igual que Brenda. -Buenas noches cariño, me alegro de haberte conocido de una vez. Tu padre no a echo más que hablar de ti.- Me dijo Brenda con una gran sonrisa. Liam ni se despidió y se fue directo a su habitación dando un portazo. Y a este que mosca le a picado.

                                   ***

Ya me había duchado y estaba dispuesta a irme a la cama, pero antes quería ir a por un vaso de agua. Si habría sabido lo que iba a ver o mejor dicho escuchar me lo habría pensado dos veces. Estaban Brenda y Liam discutiendo en la cocina. Ellos no me habían visto asique decidí esconderme detrás de la puerta para escuchar la combersacion.
-Me da igual que estarías con Amanda, te dije que llegarás pronto mara recibir a Caroline, y como es habitual tu no hiciste caso, me estas artando Liam, solo te digo eso.
-Pasaba de esperar a esa, de echo no debería estar aquí. Me parece muy bien que su madre se haya casado, pero no la soportan ni su madre ni su padrastro y por eso nos la encasquetan a nosotros, me la suda esa Caroline o como quiera que sea su nombre.- Me sentía fatal, con unas ganas tremendas de llorar ¿y si tenia razón? ¿Y si mi padre no me soportaba y por eso estaba aquí? Me quería morir.
-Ni de broma digas eso Liam, nose como puedes decir eso.

De repente escuche cómo salia Liam de la cocina y me miraba con desprecio. Subí corriendo a mi habitación. No llevaba ni tres horas aquí y ya me quería ir. Y todo por culpa de el subnormal de Liam.

                                                

Cada dia te soporto menos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora