°Escenarios° [Mikecrack x tu]

Parte 83

Nota: Aquí Mike y tu no son novios

Últimamente habías notado a Mike un poco desanimado, no solía grabar tanto, tampoco salía como lo solían hacer antes con los chicos, no se reía sin duda era otro Mike. Te encontrabas hablando con tus amigos en un restaurante, al cual obviamente Mike se negó a ir.

- ¿Crees que nos lo hallan cambiado?.- pregunto Rius.

- Probablemente.- respondió Trolli.

- Dices que se niegue a decirte que pasa.- hablaste dirigiéndote a Trolli y este asintió.- ¿En serio no le ha dicho a nadie que le pasa?.- ante tu respuesta todos negaron.

- ¿Tu no has podido hablar con el?.- te pregunto Timba.

- No, siempre me evita.- respondiste.- Ni siquiera me mira a los ojos.- recordar como te negaba e ignoraba te dolía, al estar tu enamorada de el. 

La noche transcurrió normal, después de despedirte de tus amigos e irte a casa, te preparaste para dormir pero no podías sacarte de tu cabeza a aquel chico que se robaba tus suspiros.

- Pasas tanto tiempo en mi cabeza que ya tendría que cobrarte la renta.- susurraste riendo.

Tu can se acerco a ti y pidió caricias de tu parte, las cuales le diste. Te recostaste en tu cama mientras acariciabas a tu can.

- ¿Qué le pasara, Duke?.- le preguntaste con preocupación.}

Este se recargo en tu abdomen mientras te miraba.

- Lo mejor será dormir.- dijiste mientras te acurrucabas en tu cama y te quedabas dormida poco a poco.

A la mañana siguiente, hacia frío por lo que te abrigaste, te preparaste el desayuno y fuiste a comprar algunas tabletas para ti, para Mike y otras para hacer un chocolate caliente. Caminabas con rumbo a la casa de Mike, querías, necesitabas saber que le pasaba y el porque de su ausencia. Duke caminaba a tu lado, con su correa puesta, gracias a su pelaje denso y cálido el frió no le molestaba.

Sin darte cuenta ya estabas frente a la puerta de la casa de Mike, por un momento te acobardaste y te ibas a ir pero Duke no se movió y se quedo ahí mirando la puerta.

- Vamos.- insististe pero este no se movió.- Esta bien, tu ganas.- suspiraste rendida.

Tocaste la puerta pero nadie abrió.

- Tal vez no este.- dijiste nerviosa.- Deberíamos irnos.- sugeriste pero tu can te dedico una mirada diciéndote "No te hagas estúpida y vuelve a tocar".

Volviste a tocar y esta vez la puerta se abrió dejando ver a Mike aun en pijama, con su cabello despeinado y su barba más crecida de lo que recordabas.

- H-hola y-yo...- ibas a continuar pero este te interrumpió.

- ¿Qué quieres?.- pregunto secamente.

- B-bueno, t-traje un poco de chocolate para que hablemos y...- nuevamente te interrumpió.

- No necesito tu lastima.- dijo de la misma forma que antes.

- No vengo con lastima, solo quiero saber que te pasa, me preocupas.- hablaste mirando el suelo.- Nos preocupas.- corregiste.

- Lárgate.- habló, te iba a cerrar la puerta pero Willy vio a Duke y se arrimo a este.

Mike chasqueo la lengua y se quito de la puerta pero no la cerro, dejándote con la duda de pasar o no.

- ¿Vas a entrar o no?.- preguntó con molestia.

Entraste a la casa y cerraste la puerta detrás tuya, le quitaste la correa a Duke para que pudiera ir a jugar con Willy. Te quitaste tu abrigo y lo dejaste en el sofá junto con la bolsa de compras. 

- ¿Qué hay en la bolsa?.- preguntó Mike.

- Chocolates.- respondiste, esperaste la típica respuesta de "¿Son para mí?" la cual nunca llegó.

Mike y tu conectaron miradas, este la desvió y comenzó a subir las escaleras, lo comenzaste a seguir, entro a su cuarto y se fue a tumbar en su cama.

- ¿Miguel que te sucede?.- preguntaste mirándolo desde el marco de la puerta.

- Ya les he dicho que nada.- respondió sin mirarte.- Todo esta de maravilla.- dijo con la voz rota.

Te acercaste a la cama y te sentaste en esta.

- Sabes que puedes contarme lo que sea.- dijiste con seguridad.

- Por favor vete.- dijo al borde de las lagrimas.

- No me voy a ir, hasta verte mejor.- hablaste recostándose a su lado.

- ¡¿Qué acaso no escuchas?! ¡Lárgate!.- grito desesperado mientras se levantaba de la cama.

No sabías como reaccionar, viste que sus mejillas estaban húmedas y que de sus ojos caían lagrimas. Te levantaste de la cama y te acercaste a este, el por su parte no dejaba de llorar. Sin más lo abrazaste con fuerza.

Este comenzó a llorar más fuerte mientras correspondía al abrazo, te acercaba cada vez más a su cuerpo, tenía miedo de que te fueras y los dejaras solo. Se oculto en tu cuello mientras no dejaba de llorar. Mike fue dejándose caer al piso y junto con el caíste tu.

- N-no m-me d-dejes.- dijo mientras sorbía sus mocos.

- No lo haré.- susurraste mientras apretabas más el abrazo.

Cuando se llanto finalmente paro un poco, comenzaste acariciar su cabello sin romper el abrazo, este trataba de controlar su respiración.

 - L-la otra vez te vi con un chico, p-parecía que se llevaban muy bien, e-ese día te iba decir algo.- respondió mientras respiraba tu perfume.

- ¿Fue cuando me citaste?.- preguntaste nuevamente y este asintió.- Ese "chico" era mi hermano mayor, no me sorprende que no lo conocieras.- hablaste.

Mike se comenzó a sentir como estúpido, por dejarse llevar por sus celos y no querer hablar contigo, luego recordó que técnicamente te había dejado plantada en ese parque.

- Lamento haberte dejado plantada.- pidió disculpas y tu le diste un beso en la frente.

- No problem, baby.- reíste.- ¿Qué querías decirme?.- preguntaste.

- ¿Ah?.-

- Dijiste que ese día querías decirme algo, ¿que era?.- preguntaste.

Mike se quito de tu cuello y te miro a los ojos.

- Verás yo....- suspiro.- Eres la chica más hermosa, talentosa y inteligente del mundo y sinceramente desde el primero momento que te vi no pude dejar de sonreír al verte, me haces sacar un lado que nunca antes alguien me había hecho sacarlo.- confesó.- Te amo, (T/N).- 

- Yo también te amo.- confesaste.

No le diste tiempo a reaccionar y lo abrazaste por el cuello, para fundir sus labios en un dulce beso; este te tomo por la cintura mientras correspondía al beso, se separaron y se miraron a los ojos mientras juntaban sus frentes.

- ¿Quieres ser mi novia?.- preguntó, esa pregunta que tanto esperabas.

- Sí.- respondiste para volver a unir sus labios en otro beso.

"A veces lo único que necesitamos es un abrazo de un ser que amamos"