"Y fuimos errantes".

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La vigilia indiferente, casi ausente de platonica hermosura
Es de ensoñaciones gelidas y dulces de suspiro.

Besos de cura tal vez
Y enfermedad sin auxilio.

Asi como ves, es tu maldición menguante
Cafuné, como paz que te doy aunque me mates.
Mientras acaricio los hilos de castañas
que descienden sobre tus hombros hasta llegar a tu espalda

Y no puedo negarlo, me encanta.

con la mente en blancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora