Iba todo bien, un día normal en la mañana, típico día en el colegio ya estaba acostumbrada a todo.
Exámenes perdidos, regaños en vez en cuando jajá.
Bueno todo normal, después llegué a mi casa hice tareas, todo para el siguiente día.
Aún así me sentía destrozada, sentía odio y asco hacía mí...me sentía muy mal conmigo misma sin motivo aparente y recordé que tenía depresión de nuevo.
Mire hacía ambos lados y no vi a nadie...estaba sola.
Después cogí a mi gato, se llama Miedo sé que es un nombre poco usual para un gato. Al caer la noche Miedo hizo rasguños en mis muñecas, tres izquierda, tres derecha.
Lo que nadie supo fue que yo no tenía un gato, tengo una perra se llama Lupita, pero nadie creería que Lupita fue culpable de mis cicatrices en mis muñecas. No tengo que culpar a Lupita lo que el Miedo me hizo.
Mis cinco últimos años fueron así...sólo necesitaba que alguien me escuchará o me comprendiera.
Después me di cuenta que estuvo a mí lado tres largos meses, pero nunca me atreví a decirle lo que me pasaba por miedo a que me juzgará.
Un día hablando con esa persona pues ya le tenía confianza, siempre me contaba lo que le pasaba a diario y le aconsejaba, de un momento a otro le dije "Oye yo...tengo mucha confianza en ti, te mostraré algo" y me dijo "Claro", baje las mangas de mi saco y le dije "Lo siento, tenía que hacerlo me siento mal conmigo misma es que solo mirame soy un asco" y después me fije en su mirada y...tenía sus ojos ya casi llorando y le dije "Miento, fue mi gato jajá, ¿te lo creíste?", y me dijo "No me creas tan bobo, no tienes un gato, fuiste tú misma dejá de decir que eres un asco eres hermosa tal y como eres, no le prestes atención a comentarios bobos, sobre todo valorate, ¿si?", yo no le respondí nada, me pare y me fui.
En el camino iba pensando eso, en la noche tuve insomnio no paraba de pensar y me sentía mal.
Desde ese día que revelé mi secreto, estuvo más pendiente de mí...cosa que no me gustaba.
Pero después caí en cuenta que...yo...yo le importaba...
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Solos otra vez.
RandomEs en un momento en el que miramos alrededor y no tenemos a alguien que nos escuche. Y fue ahí donde escuché a mí soledad reírse...y me dijo "estamos solos otra vez".