ᗪᗴՏTIᑎY °|KOOKGI|° ᵒᵐᵉᵍᵃᵛᵉʳˢᵉ

ᑕᗩᑭITᑌᒪO 3🍑

Definitivamente Jimin era un amor de persona. Incluso me presto uno de sus pantalones deportivos, y dijo que no habría problema para devolvérselo. Antes de salir del baño, saque de mi mochila un supresor de aroma que Jimin me había dado y me lo rocíe, si iba a salir de aquí sin que nadie se diera cuenta que estaba en pleno celo, tendría que hacerlo bien.

Llame a mi hermano para que viniera por mi, omití decirle lo que había pasado, así que solo hable a grandes rasgos diciéndole que estaba un poco enfermo.

Al salir del colegio, me dirigí al estacionamiento y allí pude ver el auto de mi hermano. Mire a todos lados asegurándome de que no hubiera nadie al rededor, casi corrí al auto.

-¿Estas bien? - soltó justo cuando subí al auto.

-Estoy bien, solo me sentí un poco mareado, es todo.

-Yoonie- olfateo un poco y me miro serio- Estas... ?

Se que los Alfas tienen un gran olfato, y sabia que aunque aun no me había presentado tenia un ligero olor, y ahora que realmente había despertado del todo mi lobo, ahora estaba completamente seguro que mi olor era mas notorio.

Solo baje la cabeza y asentí a su pregunta.

-Así que... - dejo inconclusa la oración.

-Si- volví mi mirada- siempre supe que era un Omega, pero no quería defraudar a nuestros padres, ni a ti.

-Mi pequeño Yoonie- tomó  mis manos y le dio un pequeño apretón - no importa lo que seas, Alfa, Omega, Beta, realmente no importa, te amamos eres nuestro pequeño y sin importar nada de eso, jamas nos defraudarías... Ahora- soltó mis manos y volvió las suyas al volante- tenemos que llegar a casa, antes de que el supresor termine de hacer efecto.

Lo que resto del camino solo me la pase viendo por la ventana del auto, no pensaba que ser Omega fuera tan malo, solo el hecho de que los Alfas te veían como un pedazo de carne para devorar. Después de todo no era como si fuera lo peor del mundo. Había cosas lindas, como los destinados. Mi mamá me contaba historias sobre como la madre luna une a dos almas para ser una. Creo que seria lindo encontrar a mi destinado. Alguien que me... Otra vez las punzadas comenzaron.

-Yoonie ¿estas bien?, casi llegamos.

Llegando a casa mi hermano me ayudo a bajar del auto y llegar a casa. Yo sentía mis piernas temblar, además de que estaba seguro de que había mojado nuevamente los pantalones, el calor en mi vientre había vuelto a hacer acto de presencia.

-Cariño ¿que pasó?, ¿estas bien? - podía escuchar la voz de mi madre acercándose.

-Necesitamos llevarlo a su habitación- mi hermano trato de avanzar un poco mas rápido , pero mis piernas no ayudaban.

-No me digas que...

-Si, y parece que el supresor ya dejo de actuar. Tu sabes que hacer ¿verdad mamá?

Sentí como si me hubiera teletransportado a mi habitación.

-Claro.

Me dio una píldora y un poco de agua.

-Te dejar solo Cariño, relájate ¿si?

Por un momento todo a mi alrededor se volvió borroso y después oscuridad. Sentía como el calor subía por todo mi cuerpo y mi abdomen sentía el mismo pinzón de hace un rato, necesitaba aliviar mi cuerpo.

Bajé mis pantalones y mi ropa interior, lleve mi mano a mi miembro y comencé tocando un poco para después tomarlo completo. Mi otra mano la lleve a mi entrada. Estaba perdiendo el control de mi cuerpo y en su lugar, parecía que mi lobo hacia acto de presencia. Introduje un dedo, masajeando mi interior, después un segundo dígito estaba en mi interior.