Se me cierran los ojos por las lágrimas que intento no derramar. Es ridículo, no puedo "absorber" mis lágrimas. Una vez que se acumulan se tienen que ir, es el ciclo del llanto.
Mi vista es un poco borrosa, de fondo se amplifican todas las voces y sólo veo sonrisas macabras gigantes por donde quiera que giro la vista. Me recuerdan al gato Cheshire.
Me pregunto cómo llegué a este punto. No creo que mi madre lo haya hecho a propósito, es claro que está ebria y es claro que es una enfermedad. No debería guardarle rencor por algo que está más allá de su poder; pero no puedo evitar sentir la humillación subir por mi cuerpo y acumularse en mis mejillas mientras veo mis pantalones y mi ropa interior en el piso a la par que mi madre y sus amigas se carcajean.
Con la fuerza de voluntad que me queda, subo mi ropa, le arrebato la bolsa a mi madre de mi regazo y saco las llaves de la camioneta.
Corro hacia la camioneta gris estacionada a unos cuantos metros de distancia, siento las lágrimas caer por mi cara y abro la puerta del copiloto para encerrarme a mí misma.
Supongo que pasa una media hora o una hora realmente no lo sé, pero me quedo dormida con un brazo tapando mi cara y con el corazón estrujado.
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Son las 4am cuando llego a casa. Mi madre va como siempre al baño a vomitar y yo me encierro en mi cuarto a dormir.
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The mother, the son, the daughter and the monster.
De TodoEscribo esta historia para mí, no planeo que nadie la lea pero si alguien por una casualidad del destino la encuentra y le sirve para no sentirse tan solo. Bienvenido seas. Una historia contada desde cuatro puntos de vista, todos distintos, todos in...
