La historia empieza luego de la pelea de yone contra yasuo, en su lecho de muerte, el logra acceder al Reino espiritual, siguiendo a la tan famosa vulpina, pero lo que debió ser una muerte pacifica, se volvió un infierno para yone, y será su boleto...
Se puede ver lo que queda de un pueblo, están en llamas, pero justamente, empezó a llover, logrando calmar aquellas llamás provocadas por aquel demonio, pero no calmaria la ira de aquel ninja, Zed el maestro de las sombras, al encontrar al "responsable" de la destrucción de aquella aldea que estaba devastada.
Zed: es que no te has visto en un espejo *sarcasmo*
Zed inspeccionaba el cuerpo de yone con la mirada, sangre salía de las heridas que tenía, sus espadas estaban manchadas de sangre (pero no sabía que era de los demonios y los otros azakanas), al punto que estás mismas goteaban, y su rostro, no era humano, simplemente verlo reflejaba que no era humano
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Esa mirada, no era la de un humano, y menos la de un azakana, esa tranquilidad que tenía, le desagradaba por completo a Zed, ya que solo le hizo recordar a aquel que le llamaban el demonio dorado, pero solo un simple humano, Jhin, aquel asesino maniático que atormento su vida hace casi dos décadas, la simple apariencia de yone, el tener una máscara que cubriera la mayor parte de su cara, el portar armas cubiertas de sangre, solo le hizo recordar a ese asesino obsesionado con el número 4, y aunque yone le explicaba lo sucedido, Zed no había prestado atención a lo que decía y por instinto, lo atacó.
Yone al ver que Zed se dirigía a él, uso ambas espadas para cubrirse de sus cuchillas ocultas, pero no contó conque otros 4 clones de sombra que atravesaron su cuerpo, dejando heridas mortales, a lo cual yone calló "muerto" contra el suelo, y su cuerpo se desintegró, dejando solo sus espadas y un polvo rojo en el aire que desapareció.
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Zed: se acabó *se pone el yelmo*
Lo que no contó era que la espada roja de yone, comenzará a palpitar, como si fuera un corazón, y la sangre que se había vuelto polvo, comenzó a juntarse como si fuera un espiral, hasta ser un torbellino, y de este torbellino salió yone, completamente regenerado, y tomando sus espadas
