V. Soy fuego

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Canción: I am the fire/ Halestorm

Fecha: 21/10/2020

Leah

Cuando desperté, pensé que había tenido un hermoso sueño, pero su aroma aún permanecía en mi, así que me levante y me encontré con toda la manada en la sala de la casa, todos me miraban no sabia distinguir sus emociones y espero que ellos tampoco sientas las mías.

-¡DESOBEDECISTE UNA ORDEN DEL ALFA!-grito furiosamente Sam

-Y eso fue genial, debes enseñarnos hacerlo- apremio Jacob 

-Esto no es para bromear, ella me desobedeció directamente, no quería soltar al nuevo Cullen.

-¿Como lo iba a soltar?, ¿Tu lo harías con Emily?-pregunte seriamente 

-Emily es mi impronta, y no la metas en esto

-Bien, que bueno que mencionas  que es tu impronta por que el nuevo Cullen es mi impronta, así que no puedes ordenarme que me aleje de él.

-Eso.... eso es imposible tu no puedes tener una imprimasion, ¡estas mintiendo!- dijo Sam un poco más que cabreado.

-El que no allá nada escrito, y el que sea la única mujer lobo, no quiere decir que sea imposible Sam, ¿no crees que sea lo suficiente fuerte o valiente?, para tener lo que tu tienes o lo que todos van a tener, por que yo se que soy más de lo que todos piensan, soy una mujer que tiene deseos y que ahora que puedo cumplirlos, nada y nadie me va a detener-concluí un poco agitada.

Todos me miraban sorprendidos, ya que nunca había hablado de lo que quería, más bien me la pasaba ofendiendolos, pero nunca hable como lo estoy haciendo en este momento.

-Al no obedecer las ordenes del alfa, atacar a un Cullen cuando se estaba hablando del tratado, y ocasionando que los vampiros te atacaran el consejo  te sentencia a estar a 100 metros del que dices ser tu imprimasion y hacer guardias desde las 6 am hasta las 6 pm-dijo seriamente Sam, todos se sorprendieron por esa estúpida sentencia por que sabían si el nuevo Cullen era era mi impronta, no podía estar muy lejos de él, seria una muerte en vida, el consejo es tan cruel.

-Si no acatas esto por cuenta propia, tendré que darte la orden de Alfa al igual que Jacob-volvió a hablar un poco más tranquilo.

-Que risa me das Sam, apuesto a que todos se dieron cuenta que todo lo que me ataba a esta manada se rompió, mi imprimasion fue muy diferente a la suya¿ no lo creen?, ya no dependo de ustedes, y mi lealtad ya no esta con la reserva.-sonreí después de decirlo y ver sus caras de horror de todos.

-No puedes estar hablando en serio, no puedes vivir sin la manada, sin un alfa-otra vez Sam tratando de manipularme para que tuviera miedo, pero esta vez no sera lo mismo, esto es por lo que he estado esperando por mucho tiempo, por que ahora sentía que estaba viva y ardiendo de deseo de ser libre, me sacrifique por que al principio me dieron la orden de no dejar de transformarme, si por que esa fue mi decisión al saber que era una loba, trate de no trasformarme pero Sam me dio la orden de no hacerlo y tuve que seguir siendo loba por que ellos eran egoístas hacia lo que yo deseaba, sin darse cuenta que mi corazón ya tenia muchas cicatrices que pensé que nunca se iban a curar, me aferraba a la esperanza de lo que una vez creí que nunca podría ser, pero ahora claramente gracias a mi impronta soy libre de todas estas ataduras.

-Estoy hablando muy enserio, ya no pertenezco a la manada de la reserva, y espero que esta vez se alejen de mi, no creo que pueda caer en desgracia, no voy a dejar que ustedes vuelvan a decidir mi destino, los perdono, pero ahora los necesito a todos lejos de mi y mi impronta.

-Soy tu hermano Leah-hablo Seth viéndome con sus ojos tristes.

-Te amo Seth, pero sabemos que ellos me expulsaran de la reserva y no quiero condenarte conmigo

- ¿Todo lo que ha dicho Leah es verdad?,¿como pudieron ser tan egoístas con ella, no que la manada  es familia y  tenemos que protegernos mutuamente?, ¿que clase de personas son?-preguntaba histericamente Jacob, todos los presentes mantuvieron la mirada abajo, sabían que yo había dicho la verdad, esa verdad que trataron de ocultar.

-Bien dado que, yo soy realmente el Alfa, quiero que el consejo se entere que Leah no esta sola, yo la respaldo por que desde este momento ella pertenece a mi manada-sentencio Jake, el silencio se hizo más pesado, por que Jake nunca quiso ser Alfa y ahora me estaba protegiendo.

-¡No pueden existir dos manadas en la reserva!-nos señalo Sam, más sobresaltado de lo que inicialmente estaba.

-Tampoco podía existir una loba, y mucho menos imprimarse, pero ve la situación-señalo Jake con ironía.

-El consejo va a considerarlo, no podemos darte una solución en este momento-hablo por primera vez Billy, mientras que mi madre me miraba con ojos llorosos, por supuesto ella no sabia como me habían convencido de no dejar de trasformarme.

-¡NO!, necesito en este momento una respuesta, más bien no necesito nada de ustedes, soy el verdadero alfa y por consiguiente no tengo que pedir permiso por lo que voy hacer, a partir de este momento Leah y yo somos una manada, los que quieran unirse a nosotros serán bien recibidos-Jake  miro a todos, pero nadie dijo nada, tenia ganas de decirles lo cobardes que eran.

-Yo me uno a ustedes-dijo mi hermano, moviéndose a un lado de nosotros

-No voy a permanecer en la manada que estaba utilizando a mi hermana y no dejo que ella escogiera su vida, y ustedes- señalo a los demás- no tengan miedo de dejar esa estúpida manda, ¿no dijimos que hermanos por siempre?, Leah también es su hermana y le están dando la espalda.

-No puedo creer lo que le están haciendo a mi niña, si Harry estuviera vivo le daría vergüenza en lo que se a  convertido la manada, malditos egoístas, creí que los protegerían- mi madre les empezó a reclamar, sentí que ella los atacaría, pero se controlo un poco.

-No los quiero ver en mi casa, a menos que sea para pedir una disculpa o para pertenecer a la nueva manada, ¡LARGENSÉ!-les grito lo ultimo, y la  manda junto con los demás miembros del consejo se marcharon.

-¿Y ahora que sigue?-me pregunto Jake

-Pues como manada no lo sé, pero como individuo yo se que voy hacer a partir de este momento-conteste muy ilusionada.

-¿Que vas hacer?-mi hermano me cuestiono, enarcando una de sus cejas.

-Lo obvio, iré por mi impronta y nadie me va detener.






























Durante una miradaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora