3: El nuevo

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-¡Becca despierta!-abrí los ojos topándome a la niña que brincaba en la cama, aún con su pijama puesto y su cabellera toda alborotada, me sonreia contenta y yo que tenía un sueño enorme solo pude sonreírle un poco mientras veía a mi madre entrar agitada.

-Clara, bajate de Becca-la niña le hizo caso pero seguía feliz mientras lo hacía

-¡Es mi cumple! ¡Es mi cumple!-le sonreí asintiendo, levantándome con cuidado, la abrace y ella reia ya que he di un sonoro beso en su mejilla.

-feliz cumple fea—corrio luego de que la soltara para gritar por todo el pasillo "es mi cumple" y dirigirse al fondo

—lamento que te despertara, pero estaba tan contenta que no pudimos pararla—negué con la cabeza a mi madre para restarle importancia, después veíamos nuevamente pasar a la pequeña escaleras abajo. Vi por la puerta a Bruno tallar sus ojos con pereza, miro hacia mi cuarto y frunció las cejas negando

—solo se levantó a despertarme—nos reímos mientras él parecía regresar a su cuarto, mi madre me dejo para que pudiera seguir durmiendo pero mejor era arreglarse ahora, hoy tenía que trabajar y no podía perder tiempo en llegar tarde y esas cosas.

—invite a algunos amigos de Clara, el fin de semana vendrán tus tíos para que no llegues demasiado tarde—asenti mientras desayunábamos todos juntos.

—tratare de llegar temprano hoy, no te aseguro nada mama—termine mirandola y aunque no le agrada la idea solo me dijo un  "esta bien".

—¿Te dejo cerca?—dijo mi padre levantandose de la mesa, asenti tomando mis cosas sin terminar el desayuno y despidiendome de mi familia.

—no olvides el regalo de Clara—dijo Bruno antes de salir de la casa, debía recordarlo, papá me dejó a pocas cuadras del colegio, pero aún era temprano por lo que no me molestó caminar.

Las calles estaban solas, no había gente alrededor, los autos se escuchaban lejanos por una avenida grande pero el ambiente no se sentía tranquilo, me ponía nerviosa estar así. Pase frente a una casa donde había unos sujetos hablando y fumando, sus tatuajes recorrían la mayor parte de su cuerpo, al menos lo que podía yo ver. Las miradas se movieron conforme yo pasaba y note como se levantaban de poco a poco por lo que solo aceleré el paso un poco. No era la primera vez que los veía pero en otras ocasiones estaban lo suficientemente drogados para notarme.

—hey muñeca, es por aqui—escuche gritar a uno y después unas carcajadas del resto, bien podía darme la vuelta y gritarles, pero la probabilidad de que no me hicieran nada no estaba ahí.

Solo avance más. Escuché que seguían gritando cada piropo y las mil y un formas en las que iban a meterme en su cama y como yo moriría por ver lo que había en sus pantalones, todo era ignorado hasta que sentí unos brazos por encima de los míos. A pesar de que seguía andando me erguí un poco y rogaba a Dios que si me fueran a asaltar solo se llevarán mi cartera.

—tu sigue caminando—mire hacia atrás y ví a los hombres sentarse de nuevo un poco molestos, pero más bien resignados. Mire al que me había agarrado y seguía viendo al frente—venga tía no seas tan obvia, sígueme el rollo.

Mire al frente y caminamos al menos hasta que casi se veía la escuela. Me aleje para poder respirar y verle de frente. Sus manos se fueron hacia su chaqueta y enarcó una ceja analizando que haría.

—un gracias no te enseñaron a decir, te acabo de salvar de un posible asalto

—y el susto que me diste gilipollas—se río en bajo y negó—¿Que hacías tú por ahí?

—¿No puedo pasar por esas calles si estás tú o que pasa?—rode los ojos y me acomode nuevamente ya un poco menos nerviosa.

—olvidalo...y gracias—asintio y comenzó a caminar sin tomarme importancia ahora. Le vi alejarse para entrar a la escuela con aire de superioridad. Ese chico si era raro.

LIE-Raúl Álvarez (Auronplay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora