El ambiente era tranquilo y pacífico ya todos los puestos se encontraban cerrados, la noche había descendido al pueblo llevándose la luz y trayendo las estrellas. El manto nocturno invadía cada esquina y muchas casas se hallaban en penumbras pues sus habitantes dormían plácidamente. Pero una pequeña llamarada ardía en las afueras del pueblo de Rai, un grupo de mercaderes se juntaban alrededor de una fogata, muchos hablaban de las mercancías que pudieron adquirir y las que pudieron vender, sin embargo, un anciano de repente alzo la voz y tomo palabra.
- Amigos, escuchen los que les contaré, pongan atención a mis palabras y abran su mente a esta historia...
Hace muchos años el pueblo no era tan prospero como lo es ahora, la sequía afectaba totalmente estas tierras, eran tiempos difíciles y no había gobernantes en ese entonces, cada uno hacía lo que podía para sobrevivir. El hambre era algo ya cotidiano en las pocas familias que habían llegado a asentarse en este lugar. Muchos intentaban alentar a los demás para no desfallecer, pero al final todos terminaban desesperanzados, algunos intentaron partir a otros lugares, pero ninguno regreso, los que quedaron creían que una maldición los asolaba y aquellos que tuvieron la osadía de irse simplemente partieron hacia su muerte, siendo tragados por las arenas de este desierto.
¿Será que los dioses habían abandonado a esas pobres almas?
Era un día más en ese pequeño asentamiento, muchos se levantaban temprano para seguir arando sus cultivos, pocos obtenían algo, todos creyeron tristemente que sería otro intento más, pero sin ningún cambio. Todos continuaban con sus labores, pero al medio día algo inusual ocurrió, algunos empezaron a divisar en la lejanía una figura que se acercaba lentamente hacia ellos, pocos pensaron que fuera real, pues nadie en todo este tiempo que han estado allí, había llegado antes, por lo que simplemente lo asociaron como una vaga ilusión debido al intenso sol. Pero cuando esa figura por fin alcanzo el lugar, todos pudieron percatarse que realmente era una persona, por que además de verla claramente también lograron escuchar una voz masculina.
- Me podrían decir ¿Dónde puedo encontrar comida?
A muchos se le deformo el rostro debido a la molestia, porque pregunta por alimento cuando a simple vista era evidente que este no era el lugar indicado para que este hombre pudiera encontrarlo. Debido a esta inconformidad grupal uno de los habitantes, en representación de todos, se dirigió a él.
- Acaso los dioses no te han dado ojos, no puedes ver que aquí no hay comida, ni siquiera para nosotros.
El hombre no respondió a la hostil persona, sencillamente se dedico a sonreír y caminó en dirección al pequeño pueblo. La mayoría estaban pendientes a él, pues parecía que aquel extraño no tenía ni la más mínima intención de irse, pese a que le habían dicho que no había nada para él en este sitio.
Varios se percataron que él parecía buscar algo, algunos lo seguían, otros simplemente pasaron de él y siguieron con sus labores. Por fin aquel individuo pudo encontrar lo que buscaba, era una pequeña área de cultivo, parecía haber sido abandonada, pero en realidad pertenecía a una familia que ya había partido hacia el más allá hace unos días por lo que la casa contigua a este lugar estaba totalmente vacía.
Las personas que lo estuvieron observando de cerca, vieron como de entre sus pertenencias el hombre sacaba una pequeña vasija, y un pedazo de tela, en el cual había unas semillas, sin pensarlo dos veces plantó en esa tierra árida y seca, para después echarle un poco de agua. Finalmente, todos creyeron que estaba loco, pues era evidente que de ese suelo no nacería nada, por lo que al final dejaron que hiciera lo que quisiera, si ese hombre quería desperdiciar sus recursos aquí, pues esa era su decisión, por lo que ya no le prestaron más atención, no obstante, antes de dispersarse toda la gente de allí, el hombre se levantó y preguntó que si podía hospedarse en ese humilde hogar, los del lugar no tuvieron problema con eso, después de todo era una casa completamente vacía, del cual ya nadie hacía uso.
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La Joya del Desierto [Todobaku]
FanfictionEn el corazón del desierto existe un reino próspero llamado Rai, sus reyes eran justos, tenían un hijo, su heredero, un joven valiente de cabellera de un tono rubio cenizo que con la luz de sol parecían dorados como las arenas. El reino era conocido...