Capítulo 9: Ella.

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Abro los ojos para encontrarme con los de ella, nunca imagine el como sería juntar nuestros labios y los suyos se sienten calidos y suaves. Mi mano encaja perfectamente en su cintura, que es donde la tengo posada, mientras que con la otra sostengo suavemente su nuca. Nuestras respiraciones están casi sincronizadas, nos miramos detenidamente, tiene un pequeño y hermoso lunar café en la mejilla derecha y sus ojos irradian luz.

-¿Desde cuándo...?-pregunta confundida.

-No tengo ni idea, sólo se que mi realidad puede estarse cayendo a pedazos pero a mi sólo me importa que tú estés ahí para ayudarme a sostenerlos -las palabras burbujean en mi interior- Eres mi mejor amiga, mi compañera en batalla y me he tardado tanto tiempo en aceptar que mi corazón te pertenece. El reino podría caerse ante la oscuridad mañana o en diez años y lo único que tengo seguro es que quiero librar está batalla contigo a mi lado.- Término mi soliloquio sorprendido de mi mismo, Keyla me mira en silencio así que supongo que he arruinado todo hablando de más en la primera cita. Entonces ella me rodea el cuello con sus brazos y vuelve a juntar nuestros labios.

-La oscuridad puede venir cuando quiera porque sí tú estas no me faltara la luz -dice entre besos.

¿Cómo es posible perder el sentido de todo con una danza de labios? Casi sin pensarlo mi mejor amiga se ha convertido en parte del centro de mi ser, es como sí faltara una pieza en el gran rompecabezas de mi alma y ella encajara perfectamente ahí.

-¿Porque nos tardamos tanto? -pregunta.

-Talvez nos gusta hacernos los interesantes -digo y ambos reímos -Agradecele a Isaac.

-¿A Isaac? -pregunta ella y recarga su cabeza en mi pecho.

-El planeó todo esto, excepto mi discurso meloso, creo que estaba nervioso y hable de más, disculpa. -digo algo avergonzado.

-Vamos, no seas dramático -dice con una sonrisa, pongo mi barbilla sobre su cabeza mientras la rodeo con los brazos.

-¿Qué no soy la reina del drama?

*************

Llegó a mi habitación y no me sorprende ver a Isaac ahí, sentado como un niño ansioso.

-¿Y bien? -pregunta, intrigado- ¿Salió bien o lo echaste a perder?

-La bese -digo en un suspiro.

-¡Así se hace! Sabía que mi curso para conquistar doncellas guerreras servía -dice con una sonrisa- Entonces eso significa que irán al baile, juntos.

-Pues claro. Sobre eso, ¿con quién irás tú?

-Bueno pensaba invitarte a ti -hago una mueca y el se ríe- Vamos sólo estoy jugando, iré con la hermosa rubia del ejército.

-¿Quién? ¿Asha Ward? -me siento en uno de los pequeños sofás color gris que están en mi habitación.

-Sí, me tope con ella mientras paseaba por tú palacio y bueno que te puedo decir, mi encanto la deslumbro. -dice en un tono casi arrogante que resulta gracioso.

-Oh sí, el irresistible gran Isaac -digo con sarcasmo.

*************

Me encuentro en el bosque, el aire está tan frío que puedo ver el aire escapar de mis labios cada que exhalo, sólo el bosque del Norte está así de frío. Camino por el sendero hasta encontrarme con el río, sigue tan congelado como la última vez pero ahorae encuentro con algo en lo que no reparé la última vez: el gran abismo que se extiende al otro lado. Las sombras bailan a su alrededor y el viento me sacude; en mis pasados sueños el abismo estaba en lo profundo del bosque, pero no aquí lo que me lleva a mis siguientes conclusiones. El abismo cambia de posición a conveniencia, como sí tuviera mente propia o se ha extendido más. Medito en silencio cuando aquella risa gélida me eriza los vellos de la nuca, viene del interior del abismo. El caballero oscuro sale lentamente acercandose a mí, como sí dominara el tipo, las sombras se doblan a su merced y hacen que me quedé petrificado. Quiero tomar mi espada y pelear pero mis brazos no responden, cierro los ojos y dejó que el recuerdo de aquel beso con Keyla me inunde. Sus ojos cerrados, las mejillas coloradas y cada una de sus perfectas y rizadas pestañas. Por un segundo una calidez invade mi interior, pero soy arrojado violentamente devuelta a la fría sensación cuando esa sombra me susurra, casi en confidencia: ella.

Despierto envuelto en un grito, Kaiser se levanta de su descanso y se acerca a mi para lamer cariñosamente mi mejilla.

-Ha sido sólo un sueño chica -acaricio suavemente su hocico y ,convenciendome a mi mismo de eso, intentó seguir durmiendo.

****************

Camino por el pasillo, hasta ahora he coordinado con éxito a mi división correspondiente, ordene que se mantuvieran en posición salvaguardando el reino y al parecer los grandes líderes están de acuerdo ya que siguen mi ejemplo. No ha habido ataques hasta ahora, lo cual significa que tendremos paz para el baile que ha organizado el rey. Al parecer mi padre piensa que con un poco de fiesta la gente se olvidara de los verdaderos problemas y aunque no comparto sus ideales, admiro su intento para mantener estable el animo de su pueblo y su capacidad para fingir que todo ha sido olvidado, está mañana me sorprendido en mi habitación dándome consejos para ser un gran líder. Es como sí fuera dos personas diferentes.

Hago mi camino hacia la biblioteca para buscar a mi madre, quisiera contarle lo de ayer con Keyla y mi debut liderando a las divisiones del norte, toco suavemente la puerta.

-Majestad -una doncella pelirroja sale a mi encuentro y hace una reverencia.

-Busco a mi madre, ¿podría verla? -digo.

-Me temo que su madre no está aquí en este momento, la encontrará Em el gran salón revisando los detalles para el baile -dice educadamente,.asiento y me voy, sí mi madre está planeando entonces será mejor no molestarla.

Regreso por el pasillo hasta salir del palacio, llamó a Kaiser y mi loba aparece de entre los arbustos, se inclina para que monte a su lomo.

-Vamos al pueblo chica. -se pone Em marcha.

Cuando llegamos al centro del reino este se ve más pintoresco de lo normal, aún hay soldados sobre sus savier vigilando los alrededores pero los comercios de ropa y accesorios para las damas están en su apogeo. Las muchachas van de aquí para allá y yo me limito a responder educadamente los saludos, así que simplemente se alejan con una risita coqueta contenida. Sinceramente no se que hago aquí, sólo quiero ver a Keyla pero ayer me dejó muy claro que nos encontraríamos en el baile, recorro las calles hasta que alguien me llama.

-¡Hey tú! -volteó y me encuentro con Isaac, viene sobre su savier -cuyo nombre aún no se- comiendo un bocadillo.

-Hombre ¿qué haces aquí? -me acerco a el.

-Pasaba el rato pero estaba a punto de regresar al castillo y empezar a ponerme más apuesto -ríe.

-¿Te pondrás un vestido largo o corto? -suelto una carcajada y mi amigo me mira con el ceño fruncido.

-Que gracioso, espero que Keyla no vaya al baile -ahora es el él que ríe y yo hago una mueca - Ya vámonos.

-No era verdad lo de Keyla, ¿cierto?

-Eres patetico, claro que no -ambos reímos y hacemos el camino al palacio.

-Por cierto, ¿cual es el nombre de tú savier?

-Fawn -dice acariciando cariñosamente detrás de sus orejas- Es una chica con carácter.

*************

Entró al gran salón seguido de Isaac que suelta un silvido de admiración. Mi madre ha hecho uso de sus trucos, el techo se ve como una gran constelación dorada que de vez en cuando sueltan uno que otro destello de luz, alumbrando a las parejas que bailan en el centro de la pista. Hay mesas circulares por el lugar con bocadillos y grandes columnas con enredaderas de flores a los lados, unidas por seda roja que cae entre ellas, las cortinas son doradas y en la pared central se puede apreciar el escudo de Terra Blanca, la figura un lobo blanco coronado.

-Nos vemos, hermano -dice Isaac antes alejarse con su pareja. Me quedo esperando nerviosamente a Keyla. Algunas parejas bailan al compás de la música, otros charlan o se dedican a degustar de la comida; mis padres están atendiendo a los otros líderes. Volteó la vista hacia la entrada y ahí está ella. Un ángel vestido de azul.

Crónicas de Terra Blanca: Sacrificio de Sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora