No creo que haya sido mi culpa. Fue suerte, suerte que mi hermana mayor, Susan; te conociera primero. Me hablo de ti alguna vez, pero yo nunca le presto atención. Ella te invitó a salir y preparo la cita, eso lo recuerdo. Y me hablo de ti, mucho. Tu nombre hacía eco en mis oídos, Samuel.
Pero no fue hasta un mes después de que empezaran a salir que tuviste la confianza de entrar a casa y esperarla recostado en el pasillo. Y yo, que ni siquiera había reparado en tu presencia, salí disparado de mi habitación en busca de algo de comer. Y tu, que estabas tan concentrado en tu celular, ni si quiera tuviste tiempo de salir de mi camino. Caímos ambos al suelo, y nuestras miradas se encontraron. Nunca antes había entendido eso de "ver a través de alguien", pero sentí que tu lo hacías, sentí que desnudabas mi alma. Nunca supe cuanto tiempo pasamos perdidos en la mirada del otro, para cuando reaccioné me estabas preguntando mi nombre, y te lo dije, Guillermo. Y hablamos de muchas cosas, jamás conocí a alguien con quien se pudiera estar tan a gusto en tan poco tiempo, como si siempre hubiera sido de esa forma, como si no hubiera un pasado antes de ti.
Pero Susan salió y ustedes se tenían que ir; me pediste mi Whatsapp, para seguir hablando, eso le explicaste a Susan. Y seguimos hablando, vaya que hablábamos. No recuerdo una sola noche en esos cinco inolvidables meses en la que no habláramos hasta quedarnos dormidos, en la que tu voz no fuera un refugio de la realidad, un escape de mi rutinaria vida. En nuestras conversaciones nunca hubo un "Te quiero" o algo parecido. Supongo que ninguno de los dos era capaz de hacer algo así, no a Susan. Pero si bien las palabras no brotaban de nuestra boca, nuestras miradas escondían eso y mucho, mucho mas.
Recuerdo cuando venias a recoger a Susan y yo te abría la puerta; recuerdo tu mirada, esa miradas que me llenaban el alma, que me cortaban la respiración, repleta de sentimientos y remordimientos.Pero las miradas no eran suficientes para un corazón que pedía a gritos ser correspondido, y decidí hablar contigo. Nos encontramos en un cafe que ambos adorábamos, y te pedí que te alejaras de mi. Lo que me dijiste a continuación hizo que mi corazón revoloteara dentro de mí. Dijiste que me amabas, que me habías esperado mucho tiempo y que no me dejarías ir. Dijiste que apreciabas a Susan, pero que yo, yo era todo para ti. Dijiste que hablarías con Susan, que terminarías con ella. Dijiste tantas cosas Samuel; y luego, luego tu me besaste. Tus labios fueron todo lo que yo esperaba, y más. Nunca me sentí mas incompleto y vacío que cuando te separaste de mi.
Te despediste con una promesa, y yo regrese a casa, y fui feliz, y nada me sacaba de mis ensoñaciones. Incluso cuando una nerviosa Susan se presento en mi habitación y me pidió que la acompañara a la farmacia. Incluso cuando mientras ella compraba y yo esperaba en el auto vi su expresión de angustia. Incluso así, yo seguía perdido en el sonido de tu voz al decirme "Te Amo".No fue hasta una hora después que caí en cuenta de la realidad, que sentí que mi corazón se partía en mil pedazos cuando Susan entró llorando a mi habitación y me dijo en un hilo de voz mientras se acurrucaba en mi pecho, que estaba embarazada. Y yo la abracé, la felicité, y llore con ella. Llore porque sentí que mi alma era desgarrada de un solo golpe, llore porque sentí que me arrebataban otra parte de mi. Llore hasta quedarme dormido.
Y hoy los dos estamos aquí. Alguna vez me imagine esto, pero infinitamente diferente. Yo estoy aquí, unos pasos atrás de ti, junto con una primo y tu mejor amigo. Y tú estás ahí, junto al altar.
Que guapo te ves con tu traje negro Samu, me estás mirando. En tus ojos encuentro la misma tristeza que albergan los míos, mas una disculpa. No tienes que disculparte, lo sé, ambos nos metimos en esto. Me duele verte así, me duele vernos así.
Podría jurar que veo una lagrima surcar tu mejilla al mismo tiempo que la mía, y Susan entra por las puertas de la Catedral. Se ve hermosa, incluso con sus cinco meses de embarazo, luce radiante en su vestido de novia. Me dedicas una ultima sonrisa, y volteas a verla.¿Sabes? Nunca nos volvimos a besar después de esa vez en el café. Pero hoy, hoy durante la recepción te buscaré, pondré un pretexto tonto para llevarte a un lugar apartado... y te besaré. Te besaré porque no puedo irme sin probar un ultima vez esa sensación de sentirme completo y feliz.
Me voy, y no es porque quiera, sino porque no puedo, no puedo verte ser feliz con alguien mas que no sea yo. Así que después de ese, nuestro segundo y último beso, regresaré a casa. Me quitare este feo traje, cojeré mis maletas, y me iré.
No está en mis planes volver, pero tal vez alguna día nos volvamos a ver. Yo sin notar tu presencia y tu concentrado en tu celular.
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Fue Suerte (Wigetta Two-Shot)
Fanfiction¿Suerte o Destino? Ambos están ligados... Y son sólo una cuestión de perspectiva. (Es lo primero que escribo... ténganme piedad pleasee xd)