Whispers

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Pov ____

Me acerqué lentamente y sigilosamente hasta donde yacía Sana pidiendo un pequeño desayuno.

A simple vista no ví a otra de las chicas de TWICE, eso podría considerarse como bueno.

En forma de susurro me dirigí a Sana.

"Hey..." Saludé tan solo llegar.

Pude ver que la chica se espantó pues casi salta de la sorpresa.

Cuando me miró no hizo nada más que sonrojarse mientras aún conservaba esa impresión en su rostro.

"__---____" Al hablar se podía notar su nerviosismo.

"¿Cómo estás?" Pregunté pero no la miré a los ojos, solo simulaba que estaba viendo el menú del lugar.

"Y-Yo, bi-bien, ¿Qu-Qué ha-haces aquí?" Preguntó sorprendida.

"Vine a firmar las políticas y restricciones para poder grabar con Solar, pero te vi y quería saludar" Mis palabras no hicieron otra cosa que poner más sonrojada a Sana.

"Gr-Gracias, ¿Qu-Quieres algo?" No puedo negar que su petición se me hizo muy tierna.

"No, tranquila" Respondí.

"Oye, ¿Qué pasó con tu vuelo?" Cuestionó.

"Hoy en la mañana después de irme del departamento recibí un correo del CEO, decía que tenía que venir para firmar las políticas con el CEO de RBW" Agregué.

"Pensé que tú y Solar se encontrarían ya en Nueva York" Comentó Sana.

"Yo también... En fin, ¿Cómo sigues de lo de ayer...?" Pregunté con algo de pena.

Sana solo tosió un poco.

"Pues...me duelen mis piernas" Comentó bajando la cabeza.

—Suspiré— "Perdón..." Dije también bajando mi cabeza.

"N-No, es... está bi-.." La interrumpí.

"No Sana, no está bien, todo esto no está bien..." Pude ver como Sana bajaba su cabeza con un ligero sollozo.

Me sentí mal por verla así.

"Aquí está su orden señorita Minatozaki" Dijo la encargada de la cafetería.

"Gracias..." Sana no alzó la cabeza solo tomó la charola y dió media vuelta, dejándome ahí solo.

Sin darme cuenta, la chica de la cafetería me reconoció.

"O-Oh, dios mío, joven Zolem, y-yo...¿Me puedo tomar una foto con usted?, mi hija es muy fan de usted" Solo me quedé viendo el rastro y aroma que dejaba Sana a su paso.

Solo bajé el ceño, ella no se merece esto...

"Y-Yo...—Tomé una bocanada de aire— claro" Respondí.

La chica simplemente me entregó su teléfono y yo busqué un ángulo donde saliéramos los dos.

Cuando lo encontré no hice más que sonreír, aunque sabía muy bien que esa sonrisa fue falsa.

"M-Muchas gracias joven, oh cierto, perdón, ¿Qué pedirá?" Mientras bajaba el teléfono de la chica ví a lo lejos a Sana, quien me miraba fijamente, pero su mirada era muy débil y pueril.

"Y-Yo...—Saqué mi billetera— tenga, solo pagaré lo de la señorita Minatozaki" Era algo irónico lo que hice puesto que los grupos con más lucro en esta empresa tienen la disposición de la cafetería a su antojo.

La Vida de un Youtuber y Twice [Twice Y Tú] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora