Capítulo 5

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Mire al pelinegro quien estaba cruzado de brazos pidiendo una explicación.Había que admitirlo, daba miedo.

No me levanté, ya que su figura imponente y sus ojos clavados en los míos me habían dejado congelada, aún así pude ver un deje de diversión en ellos y sus labios temblaba muy levemente como si estuviera aguantando una leve sonrisa de lado.

Me di cuenta de ello y sonreí de lado, baje mi mirada al suelo y dijo estar apenada y avergonzada para que nadie me viera. Todo estaba en silencio por unos minutos, pero fueron cortados por la secretaria la cual se levantó de golpe del suelo.

Se puso a juntar todos los papeles que habían en el suelo. Yo con algo de timidez y vergüenza comencé a levantarme, al hacerlo y mirar al frente me crucé con los ojos del pelinegro. ¿Qué mierda tenían esos ojos para dejarme hipnotizada?

-Anna- llamo Midas, la secretaria una vez que tomó sus cosas se levantó e hizo una reverencia sisculpansose- ¿Puede explicarme que sucedió?

-Estaba caminando para llevarle a usted estos papeles pero en el camino me choque con ellas y se desordenaron; ahora puedo...

-Tn toma los papeles- me ordenó, a lo que sin decir nada me acerqué a la secretaria t se los pedí, ella con algo duda me los dio.

-P-pero señor estan desordenados- dijo. Midas asintió.

- Lo se, por eso los papeleos que tengas el resto del día, se los darás a Tn para que los acomode y complete- dirigió sus ojos a mi- como castigo por haber corrido, y Skye tu te quedas sin videojuegos por hoy- mando el hombre.

Escuche a Skye quejarse, en cambio yo no dije nada, mire a mi ahora jefe, el cual se dio media vuelta y comenzó a caminar haciendome una seña para que lo siguiera. Suspire y empecé a seguirlo con todo los papeles en mis manos.

-Perdon- me susurro Skye cuando pase a su lado. No conteste y simplemente seguí.

Caminamos por unos minutos subiendo escaleras y pasando pasillos cuando llegamos a una puerta doble color negra con detalles dorados. El hombre adelante mía abrió y paso para luego hacerme una seña para que entrase.

Dentro se podía notar una oficina extremadamente grande, con tonos oscuros sin mucha iluminación, decorado con cuadros y armaduras doradas, un escritorio en el medio junto con una silla dorada. Había otra puerta por lo que supuse que quizás esa llevaría a su habitación.

Aún así lo que más me llamo la atención fue que detrás de su escritorio y algún mueble chico, había en lugar de un ventanal, una especie de cristal donde del otro lado se apreciaba una especia de armatoste sin terminar.

No pregunté, pero me quedé con la duda cuando vi que el pelinegro apretó un botón debajo de su escritorio y el ventanal se cerró para no ver del otro lado.

-Alli tienes unos sillones y una mesa para que organice el papeleo- aviso y señaló dicho lugar mencionado, asenti y me acerqué y senté dejando los papeles en la mesa.

-Perdon por lo de hace un rato-me disculpe; dirigí mi mirada hacíamos papeles, no tenía idea de como acomodarlos y estaba muy nerviosa.

El sonido de unos zapatos sonar seguido de que alguien se acercaba a donde yo estaba no se hizo esperar, el sillón a mi lado derecho se hundió un poco indicando de que se había sentado.

- No es necesario que te disculpes, tenía muchas cosas en la cabeza y algo como eso por lo menos me distrajo- explicó, lo mire y éste me dedico una media sonrisa mientras conectaba sus ojos con los míos.

- B-bueno, ¿como tengo que acomodarlos?- pregunté señalando los papeles y apartando mi mirada de la suya, lo escuche reírse un poco para luego tomar uno de los papeles.

- Si te fijas bien aquí hay un color- explicó señalando un lugar en específico, yo asenti al verlo- todos los papeles tienen colores, son cinco, Gris, Verde, Azul, violeta y Amarillo. Marcan el nivel de importancia. Sólo debes de separarlos por colores y luego acomodarlos por la fecha- explicó tranquilo.

- De acuerdo- asenti- parece fácil.

- Estos son los primeros del día- explicó, yo lo mire un tanto confundida- por día son como unos dos mil papeles.

Palidecio ante aquello, y aparte mi mirada hacia los papeles mientras inflada mis mejillas, lo escuche reír y seguido de eso como una mano acariciaba mi mejilla, mire a Midas y este tenía su mirada fija en mi.

- Lo harás bien- dijo en un casi imperceptible susurro, sus ojos no se separaban de los míos y su mano al parecer no tenía intenciones de alejarse.

Pero como si algo llegará a su mente, hizo una mueca y alejó su mano seguido de su mirada y se levantó del sillón empezando a alejarse de mi para sentarse en el escritorio.

-Cuando termines de acomodarlos traeme los amarillos ya que esos debo revisarlos y firmarlos- dijo sin más. Sólo me acomode y empecé a ordenar dichos documentos.

🎮Uso🎮 - Midas [Pausada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora