🎮Uso🎮 - Midas [Pausada]

Capítulo 1

- Repasemos el plan- hablo Amonet, a lo que la escuche y asenti- ¿tu donde estarás?- pregunto la azabache.

- Estaré en el bar de Parque Placentero como si hubiese salido a pasear- conteste yo sin muchos ánimos que digamos, pero aún así los nerviosismo de como se llevaría a cabo el plan, no me dejaban pensar con mucha claridad.

- Chris y Ema atacaran a la niña en el callejón ¿y tu?- volvió a preguntar.

- Escucharé la pelea que ellos tendrán con la niña y saldré a su ayuda salvandola y dándole una buena paliza a aquellos dos- conteste cínicamente y me tiene los dedos divertida. La mire y ella se largo a reír junto conmigo.

- ¿Sigues teniendoles rencor?- pregunto divertida, a lo que asenti, ella rodo los ojos y me sonrió, luego me paso unas carpetas las cuales tome y ojee- son lo único que tenemos de información sobre ellos.

Asenti y tome las carpetas y salí de allí yendo a mi lugar asinganado de aquel lugar subterráneo perteneciente a Sombra, los guardias que pasaban vestidos de negro rondaban por todo el sitio y pedían alguna que otra información a desconocidos.

A mi ni me hablaban, sólo pasaban por mi lado sin decir nada, tal vez se hayan enterado del revuelo que había echo una de las veces que dos nuevos me hicieron hacer.

Estaba como ahora caminando por los pasillos, cuando un guardia se me acerca y pode mis datos, yo sólo le dije mi nombre con desinterés y seguí mi camino, pero el sujeto al parecer no me conocía ya que me apunto con el arma diciendo "esa no es información suficiente"

Me empecé a quejar y otro guardia llegó, pero al parecer también era nuevo, y bueno, paravyerminar la historia, ambos ya no se encuentran en este basto mundo.

Comencé a leer los informes mientras miraba las fotos de cada uno, los conocía por alguna que otra charla en las reuniones con el Agente del caos, pero aún así no sabía como eran físicamente.

Mire el expediente de a quien utilizariamos de anzuelo mañana, por como se veía era una adolescente, tenía quince años y vestía con un gorro en su cabeza, de nombre Skye. 

El siguiente era de una mujer de complecciones más maduras, veintitrés años, nombre TNTina. Un gato con músculos, un fortachon, una chica de coleta vestida de militar, una banana y el último quien más me llamo la atención, el líder de ellos.

Azabache, facciones de todo un hombre, poseía una cicatriz en su ojo derecho y al parecer estaba ciego de este, pero me resultaba más guapo por alguna razón, tatuajes en su cuello y unos ojos dorados. Nombre Midas, y tenía veintiocho años.

Mire la hora en el reloj de pared, las agujas marcaban las tres y media de la tarde, y la misión se llevaría a cabo hoy a las siete, horario en el que los bares estaban repletos de personas al ser viernes, y las peleas en callejones no pasaban desapercibidos.

Me acosté para poder descansar aun que sea unas horas, antes de adentrarse a la boca del lobo.

Me desperté y cambie tipo cinco y media, fui al bar que habíamos planeado, ya que allí justo irían TNTina, Maya y Skye, seguro para pasarla un rato y despejarse un poco de trabajo.

Estuve un rato en la barra, y en algún que otro momento, me dirigía hacia la pista de baile disimulando que estaba allí también para despistarme.  Las tres mujeres ya estaban allí, y hacían prácticamente lo mismo, cuando de un momento a otro, la adolescente se separó de ambas mayores.

Vi como en ese instante sin que las adultas se dieran cuenta, Chris tomó a Skye tapando su boca y se la llevo afuera, mientras que Ema lo seguía con disimulo. Mire de reojo a las mujeres quienes miraron con preocupación hacia varios lados.

Mire como TNTina llevaba su mano a uno de los oidos para luego empezar a hablar, asintió y bajo la mano, me supuse que había avisado sobre que no encontraban a Skye, entonces aproveche aquello y pague lo que tome. Me coloqué mi abrigo y camine hacia la salida, lo mismo hacían ambas mujeres.

- ¿Dónde puede estar?- pregunto con preocupación Maya mirando hacia varias direcciones, pase por su lado y me aleje.

Caminaba tranquilamente y cada tanto saludaba a alguna que otra persona conocida del lugar, yo era muy amable, eso sí, y ellos lo eran conmigo, por el simple detalle de que no sabían de que trabajaba.

Pase por el lugar planeado y escuche el grito de la niña tratando de defenderse, me hice la que paro de golpe y me asomé con "duda"

-¿Hay alguien allí?- pregunté con "inocencia", sigo sin saber el porque no estudié teatro, me hubiera ido de maravilla.

- ¡¡Si, ayúdame por favor!!- grito la niña, a lo que me acerqué y vi a los chicos, esto a me devolvieron la mirada mezclada con enojo y diversión.

- Pero vaya, al parecer otra zorra quiere venir a jugar- hablo Chris soltando a la niña, la cual callo al suelo, comenzó a toser por el agarre que hacia unos momentos tenía en el cuello, sus rodillas estaban un poco lastimadas.

- ¿Zorra?- pregunté- seguro esa es tu madre. Sin más me lancé hacia él y le propone un puñetazo en el rostro, se lo di con mucha fuerza, hacia mucho que quería hacerlo.

Paso su mano por su nariz y está sangraba, me tomó del pelo mientras que la otra mano la preparaba para pegarme, pero salte para atrás enredandome en su brazo con mis piernas y lo tire al suelo.

Pude notar unas sombras de lo que parecían ser más personas al igual que pasos rápidos, Ema me miro y tomó un Fierro, me intento golpear con el pero puse mi brazo para cubrirme haciendo que el golpe lo recibiera en aquella zona.

Hice una mueca de dolor ante aquello, note su mal posicionamiento de piernas, por lo que aproveche y si una vuelta en el suelo arrastrando mi pie, provocando que se galleta hacia atrás, le propone una patada en el rostro fingiendo mi satisfacción al hacerlo.

Ambos se levantaron y haciéndose los asustados salieron corriendo por el otro extremo.

-¡¡Para la próxima tengan cuidado a quien le dicen zorra!!- grite con enojo, mire a la chica la cual aún seguía en el suelo, está me miraba con lágrimas en sus ojos-¿ estas bien?- pregunté "preocupada".

La niña se levantó rápidamente y me abrazo comenzando a llorar, no sabía que hacer, así que con algo de duda, la rodee con uno de mis brazo y comencé a acariciarle la cabeza.

- Gracia, gracias, gracias- dijo en voz baja casi inaudible. Cuando iba a hablar, una tercera voz redondo en las paredes del callejón.

- Skye...