capitulo 1

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Último año de preparatoria, y para un chico que no sabe que quiere hacer en el futuro aveces la preparatoria se vuelve aburrida.

Neil un chico que simplemente quiere terminar de una vez la preparatoria, y después haber que hace. Su rutina es siempre la misma:
Casa, escuela, casa y de vez un cuando un café que le quedaba cerca.
Él pensaba que su vida no podría ser más aburrida, claro hasta este día.

                                      ...


—¡Hey! Neil ¿Cómo estás? —su mejor amigo se aproximaba hacia él. Un chico no más alto que él, cabello castaño y ojos color zafiro.

—Bien —fue la respuesta del pelinegro.

—Vaya que interesante —dijo soltando una pequeña risa. —Y el fin de semana ¿Cómo te fue?

—Normal.

—Vaya al parecer te la pasaste muy bien —dijo mientras reía. —Me preguntaba si querías ir con nosotros al cine ¿Quieres ir?

—No me gusta estar con tanta gente —dijo mientras seguía caminando hacia su salón de clase. —Además hoy estaré ocupado.

—Oh vamos, no me salgas con eso —el castaño lo miraba acusador. —Tu nunca estás ocupado, a mi no me engañas.

—Pues qué crees, hoy si estare ocupado.

Antes de que pudiera decir otra cosa más, el castaño alzó los brazos en señal de triunfo.

—¡Es un milagro! —dijo gritando casi a toda la escuela.

—Quieres bajar la voz —le decía en tono molesto el pelinegro a su amigo.

—Pero si es un milagro, mi amigo por fin tiene planes en la tarde —le decía totalmente emocionado. —Y dime ¿qué vas a hacer?— le dijo con una mirada un tanto pícara.

—No te emociones, le voy a mostrar la escuela a un alumno nuevo —decía en tono molesto, se veía cuánto le emocionaba hacer eso. —Es una perdida de tiempo.

—Pero al menos vas a hacer algo y conocerás a alguien, enserio eso ¿no te emociona?—le dijo su amigo. —Bueno ya se la respuesta, a propósito ¿Sabes quién es el nuevo?

—No lo- —fue cortado antes de que pudiera terminar de hablar, alguien había pasado corriendo y por accidente había chocado con él.

—¡Lo lamento mucho! ¡Enserio lo siento! No fue mi intención —decía rápidamente el chico.
Tenía el pelo desordenado color negro azabache y tenía una estatura baja, con unos hermosos ojos color esmeralda.

Neil bajo su mirada para poder verlo mejor y sus miradas se conectaron, sus ojos color azul marino con los ojos color verde esmeralda del chico. Neil se le quedó viendo, a esos orbes verdes y a cada facción de su cara pasando de sus mejillas ligeramente coloradas a sus labios color rosado claro.

—No te preocupes —dijo Will, su amigo, al ver qué él no respondía. Se había quedado mudo, aunque quisiera decir algo las palabras no salían de su boca. Sentía una sensación un tanto extraña y no le gustaba para nada.
El chico corto el contacto visual que tenían y dirigió su mirada hacia su amigo.

—¿Enserio? —dijo y su mirada se iluminaba con lo pronunciado.

—Sí, no te preocupes esas cosas suelen pasar, tranquilo —dijo mientras le sonreía de manera amistosa.

—Esta bien —dijo mientras les mostraba una sonrisa y pasaba a su lado marchandose.

—¿Qué fue eso? —le digo una vez que el chico se perdía de su vista.

—¿De que hablas? —le cuestionó Neil

—Te le quedaste mirando como embobado y no contestabas ¿Que paso? —le dijo extrañado su amigo.

—Ni yo lo sé —fue lo que dijo para seguir caminando hacia el salón de clase.

El resto del camino fue en silencio, Neil se preguntaba por qué aquella reacción mientras que Will se preguntaba que película verían en el cine.
Llegaron al salón y cada quien se fue a su lugar correspondido, mientras que el timbre sonaba dando inicio a las clases, entro su maestra al salón seguida de un chico.

—Buenos días alumnos, quiero que le den la bienvenida a su nuevo compañero...

No podía ser, no él.

El chico levanto la vista dejando ver su rostro junto con sus ojos, los mismos ojos que él había visto hace rato.

—Buenos días, mi nombre es Midori y espero poder llevarme bien con todos ustedes.

Dulces de miel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora