Capítulo tres

677 80 15
                                    

   El ruido de la alarma sonando a las seis en punto de la mañana despertó a (T/N), quien se encontraba totalmente destapada, con una pierna saliendo de su cama y acostada en una posición que...ni ella sabía cómo había terminado. Se sentó al borde del lecho quedando con la mirada clavada en una de sus zapatillas que usaba para ir al colegio, suspiró y como pudo se levantó, caminó hasta la puerta del cuarto y antes de que la abriera, alguien más se adelantó, casi golpeando su rostro. Lo siguiente que escuchó fue el grito de su hermano llamando por su nombre acompañado de un "jirafa". (T/N) frunció el ceño, no por el apodo, sino más bien porque a penas se levantaba y ya recibía gritos por parte de la persona que menos quería encontrarse en ese momento.

— ¡Vamos! ¡Despierta jirafa durmiente!

— ¿Olvidas que tu eres diez centímetros más alto que yo? — Preguntaba con tono enojado y sin poder abrir los ojos.

— Aún sigues siendo una jirafa — colocó su mano sobre la cabeza ajena.

— Quita — sacó su mano y caminó por el pasillo hasta las escaleras.

   Bajó con cuidado, ya que aún le costaba abrir los ojos, y fue hasta la cocina para sacar de la nevera dos panes así colocarlos dentro de la tostadora, mientras esperaba que estos estuvieran listos, comenzó a preparar su café matutino. Entre la espera de su desayuno, miró su móvil, no recordaba haberlo tomado, pero aún así siguió y fue hasta una de las redes sociales. De publicación a otra, notó una foto donde yacía alguien que, sin saber por qué, hacía ruido en su cabeza; aquel pelo, el uniforme del colegio...'Oh, es el chico de cabellos extraños', este estaba parado junto a quien parecía ser alumno del mismo colegio donde ella iba, su rostro era muy parecido a la chica de primer año que entró al equipo de volleyball. Quizá era el hermano o seguramente una coincidencia bastante grande.

   El sonido de la pava y las tostadas saltar, hizo que perdiera atención a la foto, apoyó el celular sobre la mesa y terminó de hacer el desayuno. Craig entró a la habitación seguido por su padre quien ya se encontraba vestido con su típico traje negro. Siendo una familia con muchos deportistas, Asher era el único a quien nunca le había interesado ni un deporte de cualquier tipo, ni siquiera el football, él decidió seguir el camino a ser un gran empresario y así lo logró. Aquel mismo año, sería donde el hombre mayor iba a ser ascendido al puesto que más deseó desde hace mucho tiempo: finalmente lograría ser jefe de toda la empresa donde trabajaba. Estaba más que feliz.

— Buenos días hija.

— Buenos días futuro jefe — ambos sonrieron.

— Mira a nuestro viejo, consiguiendo ser jefe de lo que ama–.

— No lo llames así a tu padre.

   La voz de su madre apareció en la cocina callando a su hijo mayor, mientras golpeaba su cabeza con un periódico. Ahí estaba la referente de (T/N), esa mujer que siempre admiró en todo sentido, pero sobre todo, en el deporte. Gracias a ella descubrió uno de los mejores juegos que hasta hoy, alegra incluso su alma. Sadashi le dio un delicado beso en la cabeza a su hija, sacó de la nevera una botella con jugo de naranja dentro, tomó tres panes los cuales untaba con un poco de pasta de aguacate. Finalmente, toda la familia estaba sentada en la mesa con sus respectivos desayunos. De charla en charla, Craig levantó la mano para recibir atención, todos fijaron su mirada en él y cuando callaron, soltó una nueva noticia:

— Me han elegido como nuevo capitán del equipo — dijo apoyando sus manos a los costados de su cadera.

— ¡Felicidades hijo! No sabía que serías capaz de obtenerlo.

— Padre, que poca fe que tienes en mí — puso una mano sobre su pecho en forma de indignación. Su madre y hermana rieron.

— Bueno, ya ves...eres un poco desorganizado, muy infantil y también conocido por tocar algo que al segundo ya está roto — continuó Asher.

As if it were destiny【 Bokuto x Lectora│Haikyuu!! 】Donde viven las historias. Descúbrelo ahora