4 [JinGa] I Got You [+18]

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Disculpen la tardanza de este pedido. La Universidad quita mucho tiempo [?]

-Yoon Gi-ah, vamos a ensayar más duro.

La risa de Ji Min pudo oírse. "Más duro." Ji Min creía que ninguna expresión hubiese expresado mejor lo que iban a hacer. Las piernas de Yoon Gi temblaban de anticipación. Sus mejillas sonrosadas y su mirada tímida semicubierta por su cabellera castaña oscura.

-V-Voy, hyung.

-Nosotros nos vamos ya al piso. Pasadlo bien -les informó Rap Monster.

-Nosotros también nos quedamos -añadió J-Hope tomando la mano de V.

Todos en el grupo conocían la relación que mantenían ambas parejas, a sabiendas de que la empresa jamás lo permitiría. Por ello, colaboraban en momentos como esos, en los que necesitaban algo de privacidad.

-Yoon Gi, ¿qué miras?

-Nada, tan sólo... miraba.

-¿Qué tan interesante ves en Hoseok? Eres mío, no mires a otro.

Jin se acercó a Suga y lo empujó contra el primer espejo que se encontró por el camino. Colocó las manos a ambos lados de la cara de Suga y lo penetró con la mirada.

-Mío... solo mío...

Jin besó los labios de Suga con fiereza, con violencia, introduciendo entre ellos su lengua a la fuerza. Recorrió toda su boca con ella, jugando además con la contraria, acariciándola. De vez en cuando mordía sus labios con extremo deseo. Suga solo podía gemir y ceder ante su dominio.

-H-Hyung.. -gimió el menor de ambos cuando los labios ajenos le dejaron escasos segundos de libertad para respirar.

-¿Qué? -Preguntó Jin toscamente, acariciando los cabellos de tonalidad rosa palo con reflejos ceniza, jugando con los mechones entre sus dedos, su mirada aún sin despegarse de la del más bajo.

-Que ellos.. están mirando..

Suga bajó su mirada tímido. J-Hope y V los observaban descaradamente, dándose mientras pequeños besos y traviesas caricias.

-¿Y? Así les queda claro quién puede tocarte y besarte.. quién puede amarte... -Jin susurró las últimas palabras junto al oído del menor, descendiendo hasta su cuello a pequeños besos.

-Mmm... h-hyung.. por favor...

-Sé que lo deseas... bebé, hagámoslo...

-Por favor... hagamos el amor, Seokjin-ah...

Ambos se fundieron en un nuevo beso, recostándose en el suelo poco a poco hasta quedar Jin sobre Suga. Cuando este alzó la vista por última vez, J-Hope y V ya habían desaparecido de la sala. Tímido, Suga se dejó hacer por el mayor, que lo desvestía con lentitud, tratando de ser lo más tierno posible. Aunque su personalidad lo llevaba a ser rudo y rápido, por Suga intentaba ser más delicado. Para su sorpresa, las palabras del más bajo pusieron fin a su dificultosa tarea.

-Jin, hoy... hazlo rápido.. y duro. Por favor... lo deseo mucho.

Jin abrió un poco sus ojos y se mantuvo quieto y desconcertado por unos segundos. Hábilmente lo terminó de desvestir, así como a sí mismo, quedando ambos únicamente en bóxers.

-Yoongi-ah...

Jin acariciaba el cuello contrario, descendiendo únicamente con las yemas de los dedos por sus clavículas y pecho, una sonrisa juguetona escapando de entre sus labios al cruzar sus pezones y erectarlos a base de pellizcos y tímidos roces. Siguiendo la línea vertical de sus abdominales llegó hasta la línea del elástico de su fina ropa interior. A través de ella el bulto ya era notable en gran manera.

-Jinnie-ah... más...

-Ya sabes cómo se suplican las cosas, bebé.

-Por favor, Seokjin hyung, mastúrbame...

Jin agarró con la palma de la mano el bulto del contrario por fuera sus bóxers. Ya sentía a través de la tela su líquido preseminal. Eso lo excitaba más. Ante los gimoteos y súplicas del más bajo, Jin cedió. Con suma lentitud bajó aquella prisión de tela por los muslos del menor hasta quitárselos por completo. Pocos minutos después, ambos ya despojados de todos sus ropajes, Jin envolvió la base del pene ajeno con los dedos índice y pulgar, bombeándolo lentamente arriba y abajo, una y otra vez. Suga no podía hacer más que gemir y pedir por más.

-Hoy jugaré contigo. -Proclamó Jin.

Se levantó, dejando en el suelo a un confundido Yoongi, abriendo la cremallera principal de su bolso de entrenamiento y sacando unas esposas con una pequeña llavecita. También sacó algunos juguetes. Ya junto a Suga, decidió comenzar la partida. Esposó las manos contrarias sobre su propia cabeza y vendó sus ojos para que no pudiese ver nada. Así sus sentidos se agudizarían.

Deslizó las yemas de sus dedos por los abdominales contrarios una vez más, acariciando su glande, tentándolo. Cuando sintió los espasmos en el miembro contrario, así como en el propio, que luchaba por escapar de sus propios calzoncillos, decidió dar un paso más. Tomó dos pequeñas pinzas unidas por una cadena. Ambas acaban en una especie de almohadilla mullida que no maltrataba la piel. Las colocó pellizcando los pezones del otro, sonriendo lascivamente al percibir el pequeño gimoteo que había escapado entre los labios ajenos. Tomó de su bolso la botella de lubricante, una sustancia transparente y espesa, y esparció una pequeña cantidad sobre su mano. Con ella suavizando sus propios dedos, introdujo sin piedad dos de ellos en el pequeño agujerito ajeno, moviéndolos como si fuera una tijera, hacia dentro y hacia fuera. Suga se retorcía bajo él. Pronto, los pequeños quejidos que escapaban de la garganta del que estaba siendo penetrado se convirtieron en gemidos de puro placer y en súplicas por más. Los dedos que dilataban su pequeño ano ya eran tres, y golpeaban en su punto más dulce. Yoongi sentía que se correría en cualquier momento. Percatándose de esto, Jin se detuvo. Dejó que pasaran unos minutos, que a Suga se le antojaron como horas. Ahora sentía algo más duro presionar contra su entrada. Era un dildo. Jin comenzó a follarse a su novio con el consolador mientras masturbaba su propio miembro ante aquella escena que lo encendía en gran manera. Cuando sintió que necesitaba más que su propia mano agitando arriba y abajo, sacó el dildo del lugar en el que estaba y en su lugar alineó su propio pene con la entrada contraria. De una sola estocada lo partió en dos.

Una y otra vez. Jin embestía repetidamente contra la aún estrecha cavidad del menor. Quitó las pinzas de los pezones del chico y los acarició, pellizcó y estiró. Retiró asimismo la venda que le cubría los ojos y pegó sus frentes, mirándolo a los ojos y devorando sus labios. Su mano masturbaba el duro falo de Yoongi. Ambos eran un escándalo de gemidos y gruñidos. Jin volvió a dar con la próstata de Suga, golpeándola sin cesar. En un último grito de parte de Suga y lo que parecía un te amo de Jin, ambos se dejaron ir, Jin llenando al menor de su semen y éste derramando su leche sobre la mano del alto.

-H-Hyung... n-no tengo.. ah.. palabras.. -musitó casi sin respiración.

-Yo sólo tengo dos... te amo.

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