Extraña Apuesta (# 8 Mc Demons Kings)

CAPITULO 5

CAPITULO EDITADO

Deo

Horas más tarde....

Es de noche, llevo varias horas conduciendo y estoy cansado, observo la ruta, el sol está bajando lentamente. Miro a mi futura mujer durmiendo.

Ella se ve realmente hermosa.

Sacudo mi cabeza para borrar esos pensamientos y concentrarme en conducir. Es absurdo lo que hice porque agarré la mano de ella sin pensar dos veces. Escucho mi teléfono sonar, observo la pantalla del móvil y atiendo.

— Se está haciendo de noche, descansaremos en pequeño motel y en la mañana saldremos a primera hora — ordena mi papá quien me cuelga sin que me deje responder. Niego con la cabeza varias veces y suspiro echando mi cabeza hacia atrás.

¿Por qué siempre hacen eso? Mi papá es el responsable de eso.

Minutos más tarde....

Paramos en un lindo motel, bajo del auto y rodeo la camioneta para abrir a mi futura mujer la puerta y alzarla como una princesa.

— ¿Por qué la alzas así? — pregunta con una mueca mi cuñado y mi papá se queda callado, fulmino con la mirada a Miles luego ruedo los ojos.

— ¿Cuál es el puto problema que lo hago? Está dormida y no quiero despertarla porque después me molesta en toda la puta noche — hablo con un tono irritado y ellos dos se miran entre sí.

Algunas veces he tratado de dormir con Ruby, pero el problema de todo es que ella se mueve en la noche. Es un dolor de cabeza cuando se despierta.

— Tenemos que ver las habitaciones, hijo. Te quedas aquí con ella, no quiero que nos traten de secuestradores — dice mi papá mientras se aleja con Miles.

Minutos más tarde...

No puedo alzar mas a Ruby, pesa demasiado ¿Qué come? Le preguntaré cuando despierte. Presto atención al escuchar pasos que vienen hacia mí, me doy la vuelta y encuentro que mi papá y Miles vienen con la llave de la habitación. Los dos están nerviosos.

— ¿Qué pasa? — pregunto con voz baja a los dos mientras que los miro, pero se quedan callados.

— Conseguimos una sola habitación conseguimos con cuatro camas — habla Miles.

— ¿Que tiene? — cuestiono con voz baja.

— Tu padre quería "privacidad" para hablar con tu mamá — responde con asco como si el no hace eso con mi hermana.

Que exagerado.

— No quiero saber más. Es mejor que vayamos a la habitación ahora mismo — intervengo cuando observo a mi papá que abre la boca.

— Niños maleducados — susurra para el mismo, pero puedo escucharlo.

— Esta chica pesa un montón — hablo muy bajo y ellos asienten varias veces. Nos encaminamos hasta el lugar, entramos a la habitación y dejo en la cama a Ruby.

— Voy a pedir para nuestra cena, tengo hambre — habla mi papá y asiento con la cabeza.

— Hijo debes despertar a tu novia para que coma algo — sugiere y trago saliva, observo a Miles, pero se hace del desentendido. Suspiro, trato de que ella despierte, pero es imposible porque no me hace caso.

— Ruby, despierta. Vamos a comer algo y luego duermes de nuevo — susurro en su oído.

— ¿Qué vamos a comer? — pregunta con una voz adormilada y sonrío de lado.

— Mi papá se fue a buscar la comida, llegará enseguida — hablo y asiente con la cabeza. Se levanta de la cama, se despereza y bosteza.

— Estamos en un motel para descansar, mañana a primera hora, vamos a viajar de nuevo — le informo porque estaba mirando a su alrededor.

— Gracias por traerme hasta aquí, pero podías despertarme — dice seria.

— Quise traerte — hablo y ella asiente con la cabeza en silencio, aparta su mirada para que no vea su rostro sonrojado.

— Ruby — llamo enseguida su atención

— ¿Qué pasa? — interroga.

Me aproximo hasta ella, para mi buena suerte, no retrocede, acerco mi rostro para hacer lo que hace mucho tenía preparado, pero alguien aclara la garganta y maldigo porque me había olvidado de que Miles estaba en la habitación.

— Yo me voy — dice de la nada Miles.

— ¿Que me querías decir? — cuestiona con interés al observa que mi cuñado se marchó. Me acerco otra vez para después poner mi mano sobre su mejilla y juntar nuestros labios.

Estaba esperando este gran momento.

Tengo que admitir, no me pude aguantar y tuve el valor de hacerlo. Ruby será mi novia, mi esposa. No dejaré que nadie me quite ese privilegio.