Capitulo 21

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"DEFINITIVAMENTE, LA SUERTE NO ESTÁ DE MI LADO"
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Guardé el móvil y entré a clase. Por suerte el profesor no había llegado aún, pero el único sitio que quedaba era al lado del mismísimo Jake que se encontraba escribiéndole a alguien.

Me senté a su lado.

-Al final ni la campaña te salva eh.- dijo guardando el móvil mientras reía.
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Decidí ignorar ese comentario, y atender al profesor. Los minutos pasaban, y la clase era cada vez más aburrida.

De un momento a otro sentí como alguien estaba dibujando en la venda de mi muñeca.

-¿Que haces?- le pregunté extrañada a Jake.
Los chicos se habían dedicado toda esta semana, a pintarme la venda como si tuviesen 10 años, pero no esperaba que el mismísimo "Don ego" también lo fuese a hacer.

-Aún faltaba yo por pintarte algo- dijo indiferente.

-¿Tan grande?- dije viendo como terminaba de escribir una gran J -supongo de Jake- en rojo.

-Shh, silencio por el final- Nos regañó la profesora.

-Así te reconoceré desde lejos- susurró con una sonrisa burlona guiñándome el ojo.

Decidí ignorarlo y por primera vez, me puse a escuchar lo que la profesora de filosofía nos explicaba.

Tras una hora larga y aburrida, el timbre sonó dando a entender que la clase de filosofía por fin había terminado.

Cogí mi mochila y me dispuse a salir rápidamente por la puerta, pero una mano me lo impidió.

-Tu y yo tenemos una conversación pendiente. Recuérdalo- me susurró Jake al oído antes de soltarme e irse.

¿Porque me ponía tan nerviosa cuando él estaba cerca?

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Tras habernos pasado horas haciendo tareas y estudiando, por fin llegaron las 21:00, hora de cenar. Era en ese mismo  momento cuando el plan se ponía en marcha.

Sophie y yo preparamos la ropa que íbamos a llevar esa noche a la carrera y bajamos tranquilamente a cenar.

En el comedor se encontraban todos ya preparados para cenar.

Como era de esperar, la cena era pizza.
¡Y bendita pizza!

Después de cenar subimos a nuestra habitación a prepararnos. Para ese entonces Marcus ya me había llamado unas 15 veces preguntándome si estaba segura de querer correr en mi estado.

Seamos sinceros; yo sabía perfectamente que ganar se me haría muy difícil debido entre otras razones, a mi muñeca. Pero, mi momento favorito de la semana era sin duda cuando sentía la adrenalina que me provocaba correr con mi moto, y eso no me lo iba a quitar nada ni nadie.

Me até la trenza despeinada, y me giré para observar a Sophie que esperaba tumbada en mi cama a que yo terminara de prepararme.

-Mira que eres tardona eh- dijo para luego levantarse y guardar el móvil en el bolsillo de su pantalón. Yo me encogí de hombros riendo.

-Bien, empieza el plan- dicho esto, abrí la ventana de nuestra habitación haciendo que un fuerte viento me sorprendiera.
-¿La puerta?- pregunté.

-Cerrada- respondió Sophie. Seguidamente cogió el mando y encendió la televisión.- Así pensaran que estamos viendo la tele.

-Vale, y ahora que?- dije mirando hacia el jardín.

VIVIENDO CON IDIOTASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora