Poemas de chuuya nakahara

POEMA DE PROSA: NUNCA VOLVER

7.POEMA DE PROSA: NUNCA VOLVER

Kioto

Fin del mundo, la luz del sol que cayó a la tierra era cálida, un viento cálido

soplando a través de las flores.

En un puente de madera, el polvo esa mañana en silencio, un buzón rojo y brillando todo

todo el día, un cochecito de bebé solitario en la calle, un molinillo solitario.

No había nadie que viviera allí, ni un alma, ni niños jugando allí, y yo sin

alguien cercano o querido para mí, no hay obligación más que observar el color del cielo sobre un

Veleta.

No es que estuviera aburrido. El sabor de la miel en el aire, nada sustancial pero

suficiente para comer y vivir.

Fumaba cigarrillos, pero solo para disfrutar de su fragancia. Y extrañamente pude

fume sólo al aire libre.

Por ahora, mis bienes terrenales consistían en una sola toalla. No tenía almohada

mucho menos un colchón futón. Es cierto que todavía tenía un cepillo de dientes, pero el único libro que

poseía nada más que páginas en blanco. Aún así, disfruté de su peso cuando lo haría

sostenlo en mis manos de vez en cuando.

Las mujeres eran objetos encantadores, pero ni una sola vez intenté ir con una. Fue suficiente

soñar con ellos.

Algo indecible me impulsaba a seguir, y luego mi corazón, aunque mi vida

no tenía propósito, comenzó a latir con una especie de esperanza.

*

*

En el bosque había un parque muy extraño, donde mujeres, niños y hombres

pasear sonriendo salvajemente. Hablaron un idioma que no entendí y mostré

emociones que no pude desentrañar.

Mirando hacia el cielo, vi una telaraña, plateada y brillante.